Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

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Jesús Ferro era el dueño de la "pelota de fútbol más valiosa del mundo"

Falleció en Lomas de Zamora. Desde el Mundial de Italia 90' fue recolectando en una pelota las firmas de las máximas estrellas del fútbol.

   Jsús Ferro, el incansable viajero periodista que como freelance vivió la pasión del fútbol en los cinco continentes y que acompañó en los comentarios al narrador Héctor del Mar en la Radio Intercontinental de los años 80, falleció el pasado domingo en Lomas de Zamora a la edad de 68 tras una larga enfermedad, guardando aún el tesoro de "la pelota más valiosa del mundo".

   Un balón único que resume la trayectoria viajera y periodística de Jesús Ferro, apasionado del fútbol y de Boca a partes iguales. Una pelota que cuidaba como un tesoro, ya que contiene la firma de los 40 futbolistas más importantes de la historia, desde Di Stéfano, Pelé y Maradona hasta Messi o Cristiano Ronaldo, pasando por Eusebio, Kopa, Beckenbauer, Joan Cruyff, Van Basten, Falcao, Zico, Riquelme y David Beckham, entre otros.

   Ferro, quien esculpió la pelota con tan afamadas firmas para regalárselo a su sobrino Germán, quien trabaja como médico en Alemania, describía el balón como "único porque no hay ninguno igual y, por eso, no hay manera de tasarlo, y es histórico porque reúne toda la historia del fútbol en sus gajos".

   No le faltaba razón a "Ferrito", quien resaltaba que su joya tenía las firmas de 13 campeones del mundo y exjugadores de 14 países distintos.

   "Creo que es la pelota más valiosa del mundo. Tiene miles de kilómetros rodando con su dueño, dentro de un bolsito con el logo de Italia 90 que nos repartieron en ese Mundial", decía.

   Ferro representó a una especie de periodistas clásicos, alejado de las tecnologías, que nunca se sometió a la disciplina de una empresa de trabajo diario, sino que su vocación viajera le llevó a visitar más de 140 países y a trabajar de forma temporal, a veces en funciones alejadas del periodismo, a cambio de poder estar presente en las citas deportivas más importantes.

   Así, estuvo puntual en los Mundiales de España ’82, Italia '90, Alemania 2006 y Brasil 2014, y en Juegos Olímpicos como Seúl ’88 y Barcelona ’92, entre otros.

   “Recuerdo haber visto a Bobby Charlton, a Michel Platini, a Paulo Roberto Falcao, a Zico, pero fue gracias al peruano Teófilo Cubillas, que una vez me permitió pasar al vestuario, conseguí que muchos agregaran su firma en la pelota, y la idea de seguir comenzó a rondar por mi cabeza”, reveló.

   Representó a una especie de periodistas clásicos, alejado de las tecnologías, que nunca se sometió a la disciplina de una empresa de trabajo diario, sino que su vocación viajera lo llevó a visitar más de 140 países y a trabajar de forma temporal.

   Tenía 68 años. Desde Italia '90 recolectó en una pelota las firmas de las máximas estrellas del fútbol

   Ferro se graduó en 1977 en el Círculo de periodistas de Buenos Aires, formó parte del equipo automovilístico Campeones, con Carlos Legnani, tuvo como "padrinos" al relator Bernardino Veiga y a Luis Elías Sojit, quien le encargó a Juan Manuel Fangio un valioso álbum de fotos suyas en blanco y negro de sus primeros tiempos.

   Así entabló una estrecha relación con el quíntuple campeón mundial, y luego vivió tres años en Brasil, otros tres en Estados Unidos hasta establecerse por más de tres décadas en España.

   Hombre polifacético, comenzó a coleccionar los autógrafos de las grandes estrellas del fútbol a partir del Mundial de Italia 1990, momento en el que ya desempeñaba funciones de comentarista de fútbol en Radio Intercontinental de Madrid junto a su compatriota Héctor Del Mar, "El hombre del gol", quien apodó Pelusa a Maradona y Buitre a Emilio Butragueño), también en Radio Marca, donde comentó el Mundial 2002 junto al ex jugador argentino Ramón Heredia.

   Ferro, "viajero, que no turista", solo sacaba billete de ida a la hora de viajar a otro país.

   "El viajero sabe cuándo sale pero no cuándo regresa, e incluso, si va a regresar o no, mientras que el turista quiere tener reconfirmada su vuelta", parafraseaba al escritor estadounidense Paul Bowles.

   Llegó a dar la vuelta al mundo en 80 días, desde el 4 de septiembre al 22 de noviembre de 2011, saliendo y llegando a la Puerta del Sol de Madrid.

   Tenía un extraordinario parecido físico al cantante de los Rolling Stones, Mick Jagger, lo que le supuso un buen puñado de anécdotas, como su participación en el programa Crónicas marcianas de Tele 5, donde le vieron 2 millones de personas. Aquella noche, un componente de los Rolling, Keith Richards, no pudo asistir al programa por una lesión y recurrieron a Ferro.

   Su aspecto "rolling" también le permitió disfrutar de contratos con la empresa británica Look a Likes (Parecidos).

   "Fue un gran impacto, porque el día que llegué, me abrió la puerta Elizabeth Taylor, ella me presentó a Clark Gable y a Elton John, y terminé tomando el té de las 17 con la reina Isabel, aunque todos ellos eran sus parecidos", contaba en tono humorístico, tal y como refleja en Infobae su amigo y referencia del periodismo deportivo argentino Sergio Levinsky.

   "El balón es el juguete más internacional que existe en el mundo, y además, es redondo como él. No sabe de fronteras ni de pasaportes o visados. Todos pueden jugar con él, desde Portugal a la China, de Túnez a Sudáfrica, de Canadá a la Argentina. Tiene que ser mimado con la ternura que solo puede prodigar una madre a su hijo, o un enamorado a su chica", escribió en su inseparable cuaderno.

   Ferro no cumplió su sueño de montar un bar de temática deportiva, lleno de pantallas con los mejores partidos, pero la pelota más valiosa del mundo llegará a Germán con la firma de las estrellas y el cariño de un apasionado de los viajes, de la vida, del fútbol.