"Cuando imaginé a mi hija viajando con Cuchán, me volví loca y empecé a gritar"
Por Pablo Goicochea / pgoicochea@lanueva.com
La mamá de la chica que se bajó anoche del colectivo cuando reconoció que Pablo Cuchán, condenado por descuartizar y quemar a Luciana Moretti en 2004, viajaba con ella habló con La Nueva. y le contó cómo fue el momento.
“Cuando pensé que mi hija iba a viajar en el mismo colectivo con Cuchán, me volví loca y empecé a gritar”, afirmó Ana Canulo, dirigente del Suteba local.
Su hija Emilia (18 años) estudia Comunicación en La Plata y tenía que llegar hoy a cursar. Decidió bajarse y no ir.
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“Mi hija ya estaba arriba y el colectivo por arrancar cuando pasó por delante mío y de mi marido para subirse. Cuando caí, les empecé a gritar a los choferes, a la gente y a él”, detalló.
La gente que estaba en la terminal se agolpó, también gritaron y pidieron que lo bajen. La policía llegó y como había pagado el pasaje no lo pudieron hacer.
“Él se quedó arriba y ni se movió, no reaccionó”, dijo Ana.
“No naturalizar”
Ana Canulo le explicó a La Nueva. su reacción al vivir esa situación y criticó la falta de justicia.
“Nosotros tenemos que reaccionar como ciudadanos ante la falta de respuesta de la justicia que lo dejó libre y no tenemos que naturalizarlo. Frente a estas situaciones tiene que existir la condena social y le tiene que empezar a pasar en otros lados”, dijo.
“Si no existe la justicia tiene que existir la denuncia social. No tenemos por qué bancarnos y compartir el espacio público con él”, agregó Ana.
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Le reconocieron el pasaje
Después de hacer varios reclamos a la empresa y tras no conseguir que lo bajen a Cuchán, pidieron que le reconozcan el pasaje.
“Mi hija no viajó, perdió el día de clase pero la empresa nos reconoció el pasaje y sale hoy a la noche”, señaló.
“La vuelta a casa fue horrible porque ella lloraba y sentía mucha bronca”, cerró.
Colectivo lleno
A pesar de que se bajaron dos chicas, el colectivo salió lleno.
“Mucha gente no se había dado cuenta y en un momento me asomé y les dije miren con quién viajan. Igual entiendo que hay gente que tiene que llegar a trabajar, cumplir un horario y no se puede bajar”, afirmó
A Ana le quedó grabada una imagen antes de irse.
“Tengo en la cabeza la cara de una chica como mi hija que me miraba con los ojos grandes y en ese momento no sabés bien cómo reaccionar”.