Bahía Blanca | Viernes, 03 de mayo

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Alberto Evangelista: el deporte de ser un dibujante

Las manos de Beto retrataron a diversas figuras. Sus obras se pueden ver en la Estación Sud.
Alberto Evangelista: el deporte de ser un dibujante. Sociedad. La Nueva. Bahía Blanca

Maximiliano Palou / mpalou@lanueva.com

 Alberto Evangelista no se acueda de “no saber dibujar”. Las que bien saben de eso son las baldosas blancas y negras del corredor de su casa de la infancia en Tornquist. Tenía menos de 5 años y ya garabateaba con tizas.

--Dibujaba al ratón Mickey o me copiaba del Billiken de mi hermana mayor.

A los 5 años, el jardín de infantes empezó a usar lápiz y papel. También las cartulinas sobrantes de la imprenta de su padre, la misma en donde se hacía el periódico local en esos años 40. “Beto” se ponía cerca de la vidriera, miraba el palenque y copiaba los caballos.

--Después vino la época de ir al cine. Veíamos películas de cowboys y copiaba escenas de piñas en los “saloones”, como le decían a los bares. Pero mi academia fue la historieta, especialmente la revista Rayo Rojo -–cuenta Beto, que dice y dice que de un libro de Andrew Loomis aprendió la perspectiva.

Como todos los chicos jugaba a la pelota. Y decidió pasar su juego al papel, donde los arqueros volaban como los veía en El Gráfico.

--¿Y cómo llegaste al primer retrato?

--Eso fue en el secundario, cuando entré a la casa de un amigo y vi un retrato suyo. Ahí me dije ¿por qué no? Y tomé la idea.

El primero fue el del gasista que iba a su casa.

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Hizo 4º y 5º año en el Colegio Nacional de Bahía Blanca.

--En Bahía veía más deporte. Y también cuando fui a estudiar La Plata, donde seguía a Gimnasia y a Estudiantes.

Volvió, se hizo grande e ingresó al Poder Judicial. Como tenía la tarde libre quería ver la posibilidad de hacer algo. Y ¿qué sabía hacer? Dibujar. Justo en aquel tiempo llegó a sus manos una revista estadounidense que usaba retratos en vez de fotos. Su primera experiencia profesional fue en la revista bahiense "Encestando", en la edición octubre-noviembre de 1977.

--En el Nº 13 publicaron una caricatura de Cabrera (jugador emblemático de las grandes selecciones bahienses de los 60 y 70 y reconocido como el deportista del siglo en 2000) en la tapa. Al poco tiempo también empezó en "La Nueva Provincia".

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Con LU2 de fondo “Beto” se concentra. Agarra el lápiz y empieza. Copia un rostro de una foto. Así son sus tardes a fines de los 70. Esteban y Silvina corren por ahí. Y espían lo que hace papá.

--El rostro era igual ¿cómo hacías el cuerpo?

--Ah, siempre me regía por un apodo o por la característica por la que se destacaban.

--¿Se te enojó alguno?

--Sí, una vez (Oscar) Candia, un arquero de Liniers. Le habían hecho 5 goles y lo dibujé con 5 agujeros.

* * *

Desde noviembre se pueden ver los dibujos de “Beto” en el Museo del Deporte, de martes a domingo de 16.30 a 20 en la Estación de Trenes ubicada en avenida Cerri al 800.

Los deportistas bahienses Juan Bazerque, Luis Díaz, “Cachín” Méndez, Enrique Benamo, Jorge Faggiano, José Ramón Palacio... Y muhos más. Todos hechos por Evangelilsta.

--¿Te faltó algún dibujo?

--Nunca hice retratos de mis hijos... y me arrepiento.

Los 200 de Tim

A partir de Tim. “Beto” cuenta que el basquetbolista estadounidense Tim Billingslea (que jugó en Olimpo en las temporadas 79 y 80 del torneo local) se sorprendió cuando vio su caricatura. “Tanto que me pidió 200 copias. Quería repartirlas con sus conocidos en los Estados Unidos”. Si bien fue el que más se llevó, Evangelista cuenta que era habitual que los extranjeros que jugaron en 1980 en nuestra ciudad le pidieran copias. “Y yo aproveché porque me hice de algunos dólares, ja, ja...”.

Futbolero. Es hincha de Racing, de Olimpo y de Automoto de Tornquist. “De Racing, por el triple campeonato de 1949, 1950 y 1951, y por los colores argentinos”, explica.

Familia. Hijo de Aquiles Evangelista (fundador y director del periódico “Tornquist”, publicado entre en 1921 y 1983), y de Juana Muñiz, está casado con Silvia Mutti, es padre de dos hijos (Silvina y Esteban), y abuelo de Aitana, de 7 años.