Bahía Blanca | Martes, 01 de julio

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Plaza Lavalle: comenzará su puesta en valor y habrá concurso para todo el sector

La intervención inicial apunta a cuestiones puntuales como la iluminación, la colocación de plantas y la reparación de espacios degradados y en mal estado.

Foto: Rodrigo García y Pablo Presti-La Nueva.

Por Mario Minervino / [email protected]

   A fines de este mes o en los primeros días de enero próximo, la municipalidad comenzará con las tareas de puesta en valor y recuperación de la plaza Ricardo Lavalle (ex plaza del Sol), en la zona del mercado Municipal, recostada sobre calle O’Higgins al 200.

   La intervención apunta a cuestiones puntuales como la iluminación, la colocación de plantas y la reparación de espacios degradados y en mal estado, con la idea final de convocar, durante 2021, a un concurso de anteproyectos, cuya organización estará a cargo del Colegio de Arquitectos, para todo el área del mercado.

   “La idea es convocar a un concurso para todo ese sector. Poner en valor el mercado municipal, peatonalizar las calles y mejorar la plaza. Todo en conjunto y de manera participativa”, explicó el arquitecto Arrigo Reale, director de Planificación urbana de la comuna.

   De este modo, desde la secretaría de Movilidad Urbana y Espacios Públicos no se considera la posibilidad de que pueda concretarse la propuesta de privados para construir cocheras debajo de la plaza y desarrollar un diseño completamente nuevo de la plaza, que quedaría asentada sobre una gran losa de hormigón armado, exigiendo el retiro de la casi totalidad de sus árboles. 

   Al respecto, miles de vecinos se han manifestado en contra de esa intervención, planteando respetar el actual diseño del paseo e intervenir con adecuaciones en su equipamiento que la mejoren y potencien.

Los trabajos

   Los primeros días de enero comenzará la mejora de la iluminación del paseo, potenciando lugares estratégicos que hoy aparecen oscuros o de poco uso. También se procederá a la reparación de las fuentes existentes, el arreglo en muros y canteros y la colocación de plantas.

   Otra intervención singular que se considera tendrá lugar debajo del puente que funciona como acceso a las cocheras del mercado Municipal, donde se ubicará un mural diseñado por la arquitecta Mikele Irazusta, quien trabajará su ilustración a partir de la idea de la libertad.

   “Después de atravesar una pandemia que nos aisló y nos hizo repensar todos los paradigmas en los que basábamos la vida, me parece importante hablar de libertad. Preguntarle a la gente que significa esa palabra después de lo que nos toco vivir. A partir de esas respuestas plasmarlas como arte en el espacio público, en un lugar de encuentro, al aire libre, con naturaleza, pero sobretodo con otras personas. ¿Qué mejor que bajo un puente? Que metafóricamente es algo que conecta”, manifestó Mikele.

Las cocheras

   La propuesta de los privados de construir 150 cocheras debajo de la plaza (obteniendo su concesión por al menos 50 años) a cambio de financiar el diseño de una nueva plaza sigue sin tener todavía una respuesta por parte del Concejo Deliberante, que debe dar su aprobación para que el mismo comience a transitar todo un camino burocrático.

   Sin embargo, desde el municipio la postura es trabajar sobre lo existente y no considerar esa propuesta que derivaría en una plaza seca, a nivel de piso.

   “Vamos a intervenir de la mejor manera este espacio público y seguiremos acciones en ese direccionamiento. Para nosotros el tema cocheras ya pasó a un segundo plano”, agregó Reale.

Una plaza ¿maldita?

   La plaza Lavalle es un sitio singular desde el momento que en el lugar funcionó el primer cementerio de la ciudad establecido fuera de los límites del fuerte. Durante 20 años (1842-1862) ese fue su uso, hasta que se habilitó un nuevo camposanto en la que hoy es la plaza Pellegrini (Moreno y Tucumán).

   A fines del siglo XIX el lugar fue ocupado por el mercado de abasto, una construcción que ocupaba toda la franja de terreno, entre O’Higgins y Donado, demolido en 1968 para dar lugar al actual mercado municipal y, desde 1978, a la bautizada plaza del Sol.

   Intervenir sobre una tierra que fue cementerio siempre da lugar a especulaciones y dispara leyendas. Un profesional de la arquitectura que participó del fallido proyecto del Hotel del Sol, en Saavedra y O’Higgins, iniciado en 1977, recuerda que en esa época se mencionaba esa situación, que para él tiene visos de realidad. 

   “A poco de iniciada la obra, comenzaron los problemas que llevaron a la quiebra a la empresa y la paralización de los trabajos. La plaza tampoco nunca funcionó como pensábamos, al contrario”, señaló el profesional.

   Pero además el lugar carga con otro condimento: se menciona (no hay documentos que lo prueben) que ese cementerio se enterraba a los indios que habitaban en el fuerte, es decir que el lugar funcionaba como “cementerio indio”, aunque los mismos debieron estar bautizados para ser enterrados en ese sitio. 

   La artista Pilar Quinteros ha escrito sobre el tema. 

   "La maldición del cementerio indio es una idea común que surge cuando un lugar aparentemente carga con mala suerte. Tener muertos enterrados debajo de la casa no es bueno. Pero al parecer es peor si son indios. Tener un cementerio indio debajo de la casa es producto del loco crecimiento de las ciudades que crecen tanto a sus anchas como sobre sí mismas".

   La escritora Carla Moriana menciona que “cargar de significados negativos a los cementerios de las comunidades aborígenes es signo de una profunda ignorancia. Hay un viejo mensaje que dice, "toda la Argentina está construida sobre un cementerio indígena".

   Que un viejo cementerio se convierta en plaza puede ser, finalmente, el mejor de los destinos.