La selfie de un homicida preso que indigna a la familia de la víctima
Maximiliano Bordenave, condenado a 8 años por el crimen de Facundo Manzur en Pedro Luro, se tomó una foto con un celular en la cárcel. La tenencia de móviles constituye una falta disciplinaria.
Miguel Ángel Manzur, padre de un joven asesinado el año pasado en Pedro Luro, se manifestó indignado por la selfie que el homicida de su hijo se tomó con un teléfono celular al parecer en una celda de la cárcel local, donde cumple por el crimen una condena a 8 años de prisión.
La foto de Maximiliano Bordenave (19), sentenciado luego de un juicio abreviado en el que admitió su culpabilidad, fue observada hace unos días en Facebook por una tía de Facundo Manzur, víctima del hecho durante el que recibió al menos una puñalada mortal.
Los internos carcelarios pueden sacarse fotos en algunas circunstancias, como por ejemplo en días de visitas, pero tienen prohibida la tenencia de teléfonos móviles, lo cual constituye una infracción para el Servicio Penitenciario Bonaerense.
“Me siento mal por la situación, pero esta es la justicia argentina y tenemos que rendirnos ante ella. Le debería dar vergüenza sacarse fotos en la cárcel; no tendría que aparecer en ningún lado. No entiendo cómo un delincuente puede hacer eso. Las leyes siempre favorecen al delincuente”, opinó el papá de Facundo.
“El que mata no tendría que ir a juicio, sino que debería ser directamente encarcelado 20 años como mínimo. (Bordenave) ya nos c... la vida. Lo condenaron a la pena mínima; por lo menos lo hubiesen condenado a 15 años de cárcel”, agregó.
El hombre siente bronca debido a “muchos” aspectos generados en torno del homicidio de Facundo, pero remarcó que debe seguir adelante y ser fuerte por sus otros 4 hijos.
“Mi familia y la de mi exmujer -madre del chico apuñalado- están destruidas porque nos sacaron un ser divino. Todos tenían adoración por Facundo, que tenía un millón de amigos, como la canción de Roberto Carlos”, enfatizó Miguel Ángel.
“(Bordenave) nos arruinó la vida a todos, principalmente a Facundo, que con 19 años era superinteligente. Terminó la escuela y se puso a trabajar porque amaba lo que yo hacía, pero lo disfruté trabajando conmigo solo un año”.
“Cuando salga en libertad, qué podés esperar de un delincuente que andaba todo el día fumando porro y con una cuchilla en la cintura. Que mate a otra persona, porque es imposible que se cure”, completó.
Manzur no denunció la supuesta infracción cometida por Bordenave en la Unidad Penal Nº 4, de Villa Floresta, para evitar un sufrimiento mayor.
“Me duele ir a revolver m... otra vez. Me molesta ir a ver al abogado, al fiscal o al juez, aunque no tengan la culpa, porque después vuelvo peor de lo que estoy”, explicó.
“Me aboqué a mi trabajo con la cebolla para tener la cabeza ocupada, pero de cualquier manera todos los días me levanto destruido. Nadie me va a devolver a mi hijo, por eso creo en la justicia divina y que Dios se encargue de todo”, finalizó Manzur.
El posteo de la tía
Una tía de Facundo posteó en su perfil de Facebook la imagen de Bordenave y publicó un mensaje al respecto.
“Este es el asesino de nuestro Facu, hoy en la cárcel sacándose selfies. Esta es la justicia, esto es el valor de la vida humana dentro de nosotros, dentro de la justicia”, escribió la mujer en la red social.
“Lo mató de más de 5 puñaladas y la última al corazoncito de mi Facu, pero para la justicia este asesino merece oportunidades, ¿y mi sobrino? ¿no? Así estamos, él de vacaciones en la cárcel y mi sobrino bajo tierra porque esa lacra lo decidió. Y la justicia dónde está... Argentina”, cuestionó.
Daniela Castaño, jueza del Tribunal en lo Criminal Nº 3, encontró a Bordenave culpable de los delitos de “homicidio y hurto agravado de vehículo dejado en la vía pública”, y le impuso la pena de 8 años.
Según expresó una fuente de ese órgano judicial, no hay ninguna prohibición para que un recluso se tome una foto en el SUM de una cárcel durante las visitas, pero tener un celular en una celda implica una “falta disciplinaria”.
Los equipos móviles en contexto de encierro posibilitan proporcionar información “en tiempo real” a alguien en libertad, una conducta que pone en riego la seguridad en un penal.
“Me extraña que Bordenave haya hecho eso porque es un preso muy tranquilo. Además, el celular con el que se sacó una foto podría pertenecer a otro interno”, concluyó la informante.
El fatídico hecho
La doctora Castaño consideró probado que el 6 de enero del año pasado, en una vivienda ubicada en la calle 22, entre 21 y 23, del barrio 11 de Septiembre, en Pedro Luro, Bordenave le aplicó a Manzur una puñalada con un cuchillo a la altura del hemitórax izquierdo.
También se acreditó que inmediatamente después del hecho, el acusado escapó en una bicicleta que tomó sin el consentimiento de Allesandro Manzur, primo de la víctima fatal.
Testigos relataron que existían diferencias entre ambos (presuntamente por una deuda) y aseguraron haber observado cuando el procesado hirió al joven, quien había tomado un trozo de madera para defenderse.
El imputado fue hallado por la policía dos días después del hecho, cuando intentaba fugarse por una ventana de la propiedad de César Schlitter.
Facebook en la cárcel
Otro caso. Jonathan Luna, sentenciado a prisión perpetua por el femicidio de Micaela Ortega (12), utilizó durante varios meses un perfil de Facebook con el nombre de Yoni Ávila, pese a estar preso en la cárcel de Florencio Varela, según denunció la familia de la nena. El condenado, al parecer, accedió a la red social a través de un celular.
Apelación. La defensa de Bordenave apeló el fallo del tribunal de primera instancia, por lo que la sentencia aún no está firme.