Bahía Blanca | Sabado, 18 de mayo

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Parrilli va a la ex SIDE y Fernández, al Gabinete

La Casa Rosada anunció ayer los cambios en una escueta conferencia de prensa sin dar los motivos. La muerte de un espías en el fondo de todo. Agencia NA
Parrilli, un ultra K que llega para abroquelar a Cristina.

El secretario de Inteligencia, Héctor Icazuriaga, renunció ayer al cargo, en el que será reemplazado por Oscar Parrilli, quien a su vez le dejará la conducción de la Secretaría General de la Presidencia al senador Aníbal Fernández.

Así lo anunció ayer el secretario de Comunicación Pública, Alfredo Scoccimarro, en una escueta conferencia de prensa en la Casa roda, sin preguntas y sin brindar detalles sobre los motivos de los cambios en el Gabinete, dispuestos por la presidenta Cristina Kirchner.

"En el día de la fecha presentaron su renuncia el titular de la Secretaría de Inteligencia, Héctor Icazuriaga, y el subsecretario de Inteligencia, Francisco Larcher. La Presidenta de la Nación aceptó ambas renuncias y designó al frente de la Secretaría al doctor Oscar Isidro Parrilli y como subsecretario, a Juan Martín Mena, quien se desempeñaba como jefe de Gabinete del Ministerio de Justicia", dijo Scoccimarro.

Parrilli asumió anoche en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno, mientras que Cristina Kirchner le tomará juramento a Aníbal Fernández como nuevo secretario general de la Presidencia mañana a las 20.30, en el mismo lugar. Fernández debería ser reemplazado en el Senado por el actual embajador ante el Mercosur, Juan Manuel Abal Medina, y en el caso de que el también exjefe de Gabinete permanezca en la función diplomática siguen estando en la lista de posibles reemplazantes Mariana Gras Buscetto y Juan Carlos Pezoa.Los cambios de gabinete dispuestos ayer por Cristina Fernández, que implican el paso de Oscar Parrilli desde la secretaría General a la Secretaría de Inteligencia y su reemplazo por el senador Aníbal Fernández, esconden una sorda pelea entre espías oficiales y el ascenso al manejo de todo el aparato de inteligencia estatal, además del militar, de alguien que ya había dado señales de ir por toda esa base de datos con completo aval presidencial, como es el general César Milani.

Los anuncios de ayer, que sorprendieron a la inmensa mayoría de los integrantes del gobierno, se barajaban en los más altos despachos del poder desde hace varios días, luego de que en un reportaje inusual a la revista "Noticias", el Director General de Operaciones, Antonio "Jaime" Stiusso, revelara una impresionante trama secreta en torno a una "causa armada" por internas en la SI que terminó con el asesinato del espía Pedro "Lauchón" Viale, por el que varios policías bonaerenses están presos.

Cristina le hizo pagar a un histórico del kirchnerismo como Francisco "Chango" Icazuriaga, el hombre que semanalmente la veía en Olivos para leerle "en forma decodificada" algunas informaciones de los diarios, por esos desaguisados más típicos de la Guerra Fría que de un gobierno en democracia.

Despido

La renuncia del segundo de Icazuriaga, Francisco "Paco" Larcher, es más bien un despido liso y llano.

La presidenta lo tenía entre ceja y ceja, además de por considerarlo responsable de las internas en la SI y de resistir el posible desembarco no escrito en la secretaría del general Milani que ella misma avalaba, por razones políticas puntuales. Larcher fue el que en su momento le aseguró, con informaciones de inteligencia en la mano, que Sergio Massa no sería candidato en las elecciones de 2013, porque si algo no haría el tigrense, -era más o menos el argumento del informe-, "sería traicionar la memoria de Néstor (Kirchner)".

Parrilli

El pase de Parrilli a la conducción de la Secretaría de Inteligencia, luego de haber servido fielmente como funcionario todo terreno del gobierno desde el inicio de la gestión, el 25 de mayo de 2003, obedece a la necesidad de adecentar ese organismo.

¿En qué sentido? A través de una mirada y una gestión absolutamente leal, de manera de acomodarla para la transición hacia el recambio del poder en el último año de gestión de Cristina Fernández.

Parrilli fue, además, uno de los nexos directos entre la presidente y Milani desde que el general llegó a la jefatura del Ejército, y se ocupaba de diligenciar cualquier pedido del nuevo hombre fuerte de la inteligencia en materia de logística o infraestructura para las fuerzas armadas.

"Recontraalcahuete"

Aníbal Fernández es un "recontraalcahuete" de Cristina, como él mismo se definió alguna vez entre otras frases célebres que fueron bautizadas como "anibaladas". Regresa a la secretaría General por pedido expreso de la presidenta, con lo cual lo suyo es casi un volver a las fuentes: fue nombrado en ese cargo por el presidente interino Eduardo Duhalde el año 2002. De allí salió para ser ministro del Interior, ministro de Derechos Humanos y Jefe de Gabinete, antes de convertirse en senador por el voto popular.