Sin sobrevivientes en la tragedia del avión que partió de Barcelona
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Estupor, congoja y escenas de profundo dramatismo se vivían en el aeropuerto deBarcelona, desde donde partió el avión de bajo costo de la compañía alemana Germanwings que se dirigía a Düsseldorf con 150 personas a bordo y terminó estrellándose en el sur de los Alpes franceses. Helicópteros de rescate lograron divisar el aparato, con una dantesca escenografía de varios cuerpos esparcidos.
El avión, un Airbus A320 que quedó totalmente destruido, llevaba 144 pasajeros, de ellos dos argentinos, y seis tripulantes, cayó a tierra cerca de la localidad de Barcelonnette, en el departamento francés de Alpes-de-Haute-Provence. Los restos de la aeronave fueron localizados a 2.700 metros de altura en el macizo de Trois Evechés.
El ministro de Interior de Francia, Bernard Cazeneuve, confirmó el hallazgo de una de las dos cajas negras, que encierran datos de navegación y las conversaciones de los pilotos. Un centenar de socorristas intentaban llegar al lugar del siniestro en plena montaña.
En tanto, España, al igual que Francia, vive con consternación el accidente. De hecho, de los 150 fallecidos, 45 tienen apellido español.
El gobierno ibérico decretó tres días de luto oficial por las víctimas del accidente que ha motivado la cancelación de la visita de Estado de los reyes de España a Francia, la agenda del jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, y numerosas muestras de pesar y solidaridad.
Rajoy acudirá hoy a la zona del siniestro, junto al presidente francés y la canciller alemana, Angela Merkel.
Efectivos de la gendarmería francesa lograron acceder a la zona montañosa donde se estrelló el Airbus, que ya fue escenario de otra tragedia aérea en 1953, y han podido recuperar una de las cajas negras.
Desde Lufthansa calculan que en el aparato viajaban al menos 67 ciudadanos alemanes, entre esos 16 adolescentes y dos profesoras que les acompañaban en un programa de intercambio de estudiantes en el que pasaron una semana en Llinars del Vallés, cerca de Barcelona.
A medida que pasaban las horas, se conocían a través de familiares y amigos los nombres de algunos de los pasajeros españoles del avión siniestrado, muchos de los cuales viajaban por razones de trabajo, pero también había una abuela que viajaba con su hija y su nieta, una mujer con su bebé de siete meses y otra que iba a Alemania a visitar a sus hijos.
Cerca de 150 familiares de pasajeros que iban en el avión siniestrado permanecían en el centro de atención habilitado en el aeropuerto de Barcelona, donde han acudido para recibir información de primera mano y se les está prestando apoyo psicológico.