En Newell's se nota la austeridad de su presente
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Por Javier Oscar Schwab (enviado especial)
Cómo no añorar el Newell´s de otras épocas. Las primeras visitas al Coloso en el Apertura 2002 y el Clausura 2003, donde más allá de los resultados el estadio y sus instalaciones lucían majestuosas, acaparadoras de elogios.
Épocas donde el simpatizante leproso lucía orgulloso el sentir de pertenencia de una institución bien catalogada en el fútbol argentino.
Pero llegaron años de malas gestiones –como la de Eduardo José López- para que todo se derrumbara como un castillo de naipes.
Hoy Newell´s padece una incómoda situación financiera, y eso se refleja en cada rincón del estadio Marcelo Bielsa, con estructuras desgastadas. A duras penas se logra disimular carencias en un equipo con muchos juveniles, figuras poco convincentes –ya no está Maxi Rodríguez, Scocco, Formica, etc.—y una deuda que aprieta y asfixia.
El pasivo heredado por la actual dirigencia supera los 260 millones de pesos (18 millones de dólares), cifra altísima corroborada en asamblea ordinaria.
El déficit operativo anual asciende a 40 millones de pesos. Hubo que afrontar sueldos adeudados y renegociar deudas por préstamos no pagados y, además, no hay deudas importantes por cobrar.
A duras penas se obtuvo la habilitación de Agremiados para jugar la Superliga –se pagaron más de 25 millones de pesos--, donde una parte fue cubierta de manera imprevista por, como dijo un socio vitalicio, la bondad de un “loco” que desembolsó 5 palos para poder ver a su equipo.
“No lo voy a mandar al frente por su propia seguridad. Es un héroe, porque no sé cuándo se lo van a devolver”, agregó el vitalicio, que también prefirió el anonimato.
Los acuerdos de entendimiento continúan al pie de la letra. Reuniones o posturas incómodas para dar solución a la situación de Joel Amoroso (ex Olimpo) de reincorporarlo tras el pedido de libertad de acción; o definir el futuro de Danilo Ortiz, quien aún no se sumó formalmente al club.
Todo es austeridad y pases cortos. El tiempo dirá qué será de ti, “Ñulls”.