“Sepo” Ginóbili y “Pancho” Jasen juntos, “En busca del destino”, como hace 18 años

Redacción de La Nueva.

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Por Fernando Rodríguez / ferodriguez@lanueva.com

   “En el básquetbol admiré a Miguel Cortijo... En la NBA me gusta Chicago Bulls... El asado es la comida que prefiero... Celine Dion es mi cantante favorita... 'En busca del destino' fue la mejor película que ví... Mi actor preferido es Harrison Ford y la actriz, Meg Ryan... El BMW 850 es el auto perfecto... Y el Sudamericano es el primer torneo internacional de clubes que voy a jugar”. Sebastián Ginóbili, “La Nueva Provincia”, 1 de diciembre de 1998.

   “Los basquetbolistas argentinos que admiro son Emanuel Ginóbili y Juan Espil... En la NBA me gusta Seattle Supersonics... Los sorrentinos son mi comida preferida... U2 es el grupo que prefiero... 'En busca del destino' es la mejor película... Robin Williams es mi actor predilecto... Ford Mondeo es el coche perfecto... Internet es lo que más me entretiene... Y es una gran satisfacción poder jugar el Sudamericano, porque represento a mi ciudad en el exterior y será una gran experiencia”. Hernán Jasen, “La Nueva Provincia”, 1 de diciembre 1998.

   Algunas similitudes tendrá la participación de Bahía Basket en la próxima edición de la Liga Sudamericana respecto de la última vez que la ciudad estuvo representada por un equipo como Estudiantes, en 1998.

   La más significativa es que Sepo y Pancho, dos protagonistas de aquel equipo, volverán juntos a esta competencia -desde el martes en Valdivia, Chile-, hoy como técnico y jugador, respectivamente.

   Otra, al momento de presentarse, por entonces ambos eligieron la misma película.

   -Sepo, ¿encontraste el destino definitivamente como técnico una vez que te retiraste?

   -No me lo planteé en su momento, y lo terminé haciendo demasiado rápido. Mi idea, de entrada, era otra, pero se fueron dando las cosas. Esta es la cuarta temporada, por lo que, seguramente, era un destino que buscaba.

   -¿Conscientemente?

   -Creo que conscientemente la etapa anterior, la de trabajar con chicos y en el desarrollo de los jugadores. Esto de la Liga se fue dando sin esperarlo tan rápido. Ahora ya estoy y me siento parte.

   -Pancho, ¿con 38 años y aún siendo jugador, hay algo en lo que aún no encontraste tu destino?

   -Desde ese momento ya recorrí bastante. Siempre queda algo y por eso uno va en busca de objetivos e ilusiones. Ahora, con familia, hijos, luchando por algo importante y, por qué no, pensando en un título internacional.

   -¿Imaginaste hace un tiempo en España que ibas a estar jugando una Liga Sudamericana y por un equipo bahiense?

   -Ni en pedo... En absoluto. No sabía si a mi regreso seguiría jugando al básquet. Y ahora, sorprendido con la clasificación, porque arrancamos con mucha ilusión, pero con un equipo muy joven. Inimaginable.

   -Sepo, estás a las puertas de dirigir la Liga Sudamericana, estuviste al frente de una selección argentina, terminaron cuartos la anterior Liga. ¿Obtuviste resultados muy rápido?

   -Uno cuando empieza algo es porque se siente capaz de hacerlo, sé que el entrenador va mejorando con los años y las experiencias. Con el tema de la Selección mucho tuvo que ver Juan (Espil), que era director deportivo y sabía cómo trabajaba. También tuve un poco de suerte, lo mismo acá en Bahía Basket. Disfruto de lo que hago.

   -¿Daniel Rodríguez (ex DT de Estudiantes) fue tan importante para vos como para Manu en su desarrollo?

   -Yo era más grande. Quizá en mi posición era más conservador y en Estudiantes tuve que desarrollar otro estilo de juego. La verdad que disfruté de ese proyecto. Para Manu y Pancho fue diferente, porque fueron sus años de transición.

   -¿Te sentís identificado con algo de su perfil como técnico?

   -Me gusta la dinámica, la forma de entrenar, cómo jugaban sus equipos, la rotación, mantener un nivel defensivo y ofensivo alto en cuanto a intensidad... He tomado muchas cosas de su estilo y que, de alguna manera, ha moldeado a lo que ahora juega el equipo.

   -Pancho, ¿qué les daba Sepo como jugador en la época que fueron a Bolivia?

   -Hablaba mucho, me comí muchos retos jugando y los aceptaba. Él era un referente, la voz del equipo. He disfrutado mucho con él adentro y afuera de la cancha.

   -¿Cómo es tu ida y vuelta con él, amigo y ex compañero?

   -Es un poco loco, porque hemos compartido muchos momentos, inclusive vacaciones. Lo que tengo claro, por lo que aprendí un poco en Europa, es a mantener distancia con el entrenador. Si afuera de la cancha nos encontramos, podemos seguir hablando como amigos. La relación está más que clara. No hay que confundir.

   -¿Y qué les da ahora como técnico?

   -Es una extensión de lo que desarrollaba dentro de la cancha. Tiene los conceptos muy claros para transmitírselos al equipo y una tranquilidad muy importante para no perder la línea en momentos críticos. Eso es clave. Lo importante en este deporte, más allá de que todos saben qué jugar tácticamente, es la forma en que uno maneja el grupo. Y ser ex jugador le da un plus.

   -Sepo, ¿qué les daba Pancho como jugador en el '98?

   -Lo que hacía era ocupar cualquier espacio en la cancha: de uno, dos, tres y hasta de cuatro. Es como que hacía de todo un poco y cubría todos los espacios, con intensidad, conocimiento de juego para su corta edad, atrevimiento y rebeldía. Cuando mirabas la planilla, había llenado todos los casilleros.

   -¿Qué te da ahora?

   -Ahora más bien conocimiento. Al estar la cancha más abierta, en solución de cuatro, amenaza con su tiro, es un referente para los chicos en cuanto a consejos y no tener que escuchar siempre al entrenador.

   -¿Qué expectativas tenés para Chile?

   -Las mejores. Competir a nivel internacional para nosotros siempre es interesante. Hay un grupo de jugadores muy jóvenes que nunca lo hicieron a este nivel. Intentaremos conseguir nuestro mejor juego y ser capaces de jugar de igual a igual contra otros equipos.

   -¿Se ponen presión respecto de la clasificación?

   -Obviamente que queremos pasar y puede ser una auto presión, pero trato de sacarle un poco de dramatismo a todo, entender que es un juego y que hay que hacerlo duro y lo mejor que se pueda para ganar. Lo vengo diciendo desde que estoy con ellos: debemos pensar más en el desarrollo del juego y no ser tremendistas pensando en el resultado.

   -Pancho, aquella Liga Sudamericana marcó tu primera salida y estaban complicados en la Liga Nacional. Ahora la Liga no empezó. ¿En qué favorece y en qué perjudica?

   -No creo que perjudique. No podemos tener la cabeza todavía en la Liga. Tenemos que pensar que hoy es el torneo más importante. Será todo a favor, porque nos permitirá seguir mejorando el rendimiento.

   Sepo y Pancho, 18 años después, vuelven “En busca del destino...”.

Protagonistas a nivel sudamericano

   Olimpo participó en el Sudamericano de clubes campeones de 1974, disputado en Uruguay.

   Fue eliminado al perder con Franca Amazonas de Brasil, por 66 a 65 y Thomas Bata de Chile, por 76 a 72, quienes se consagraron campeón y subcampeón respectivamente.

   El plantel aurinegro lo integraron Alberto Álvarez, Néstor Ciccarelli, Félix Conget, Jorge Cortondo, José Ignacio De Lizaso, Osvaldo Larrasolo, Alfredo Monachesi, Roberto Ojunián y Héctor Santini. En calidad de refuerzo jugó el juninense José Luis Pagella y su director técnico fue Adolfo Lista.

   Luego, Olimpo representó a la Argentina en el 11º Sudamericano de clubes campeones que se disputó en Isla Margarita (Venezuela) en 1979.

   Allí finalizó tercero, siendo campeón Sirio de Brasil, escoltado por Guayqueríes de Venezuela, donde jugaban Lewis Linder y Gerald Cunningham, después contratados por Leandro N. Alem para jugar el torneo local.

   El plantel aurinegro fue compuesto por Daniel y Marcelo Allende, Jorge Cortondo, Levan Macharashvili, Alejandro Meschini, Roberto Ojunián, Héctor Pachetti, David Roldán, Héctor Santini, Daniel Zalguizuri, a quienes reforzaron Alberto Cabrera y Ernesto Gehrmann.

   El entrenador en aquella oportunidad fue Carlos Boismené.

   Mientras que en Tarija (Bolivia), Estudiantes participó del 35º Sudamericano de clubes de 1998.

   El mismo se lo adjudicó Vasco da Gama de Brasil, al vencer en la final a Welcome de Uruguay, por 98 a 84.

   El albo finalizó cuarto, tras perder ante Independiente de Pico, por 115 a 91.

   El plantel bahiense estuvo integrado por Horacio Beigier, Sebastián Ginóbili, Facundo Goenaga, Hernán Jasen, Fernando Larrañaga, Matías Lescano, Leonardo Mauti, Ernesto Michel, Federico Sureda, Fernando Titarelli, Deon Watson y Byron Wilson.