Bahía Blanca | Domingo, 05 de mayo

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Las apuestas de Libertad y Liniers terminaron en una justa paridad

Intensidad, buen juego, incertidumbre y goles. Tras 90 minutos vibrantes, Libertad y Liniers igualaron en Villa Rosas, 2 a 2.

El partido tuvo varios momentos tediosos, donde ninguno de los dos elencos dominó, aunque en otros tantos cada uno impuso su estilo, aspecto que coincidió con la autoridad en el marcador.

En el inicio, el Chivo pobló la zona interior de la mitad con Monzón, Bárez y Nievas, para recuperar bien arriba a pura intensidad y entregarse a la creación de Franzino.

No obstante fue previsible en sus intentos y cayó de rodillas ante el cerrojo del milrayitas que, siendo más pragmático y preocupándose por los espacios y no tanto por la posesión, creó claras chances de gol. Aunque en casi todas chocó frente al arquero Alcaraz, quien le tapó dos cara a cara a Milenati.

Asimismo, y pese a la resistencia del golero, la tercera fue la vencida.

Jara escapó en el uno a uno ante Podlesch y, tras toparse con Alcaraz, capturó el rebote para tocar al gol: 1-0.

A partir de allí, Libertad se apoyó en la desesperación del albinegro que pese a todo, continuaba con su teoría de juego intenso y vertical por la sector interior, procurando aprovechar las segundas jugadas.

Y justamente en una de ellas, tras un rebote, Nievas facturó desde afuera del área para darle cierta justicia al resultado (1-1) y reiniciar todo.

En el complemento, Liniers mantuvo su corte en el centro de la cancha y, sumando a los laterales, planteó supremacía numérica, pero sin la suficiente precisión para lastimar.

Pese a ello, a los 2 minutos Iván López habilitó a Franzino, quien solo ante el arquero malogró su posibilidad. Pero tendría revancha.

Como contadas veces, el ex Olimpo desbordó por izquierda y lanzó un centro a la carrera para el cabezazo cruzado de Acosta: 2-1.

Pero faltaba un protagonista clave: Gabriel Jara.

El punta se ubicó a las espaldas de Sale y estableció el bastión de la igualdad. A los 32m., combinó con Milenati, desbordó y con una visión asombrosa le sirvió el gol a Orsi para sellar la paridad que, entre tantas apuestas, terminó siendo justa.