El oportunismo de Sauné hizo justicia en Punta Alta
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Por Gonzalo Antonio Martínez / gmartinez@lanueva.com
El fútbol es un deporte que no entiende de lógica en su desarrollo. Eso lo hace injusto, pero a la vez espectacular y atractivo.
En Punta Alta, y con un cierre muy discutido, Sporting y Olimpo igualaron 1 a 1, materializando, en gran parte del encuentro, el por qué de la frase introductoria.
Lejos de especular, el aurinegro salió decidido a desplegar su juego ofensivo en el Mendizábal. Martorano se encargó de distribuir la pelota y la movilidad de Nahuel López complicó una y otra vez a los defensores del dueño de casa.
Cuando se jugaban 11 minutos, Lucas García no pudo conectar bien un rebote de Gutiérrez, y éste último le contuvo un mano a mano a López a los 25. Como si fuera poco, Fochesatto salvó en la línea una definición de García y Ferreyra cabeceó apenas desviado a la salida de un tiro de esquina. Hasta allí, un monólogo de la visita.
El rojinegro, que hasta ese entonces era superado en el terreno de juego, se fue en ventaja al descanso gracias a la exquisita pegada de Mosqueira en un tiro libre. El delantero no tuvo mucha participación pero la primera que tocó...
Se desvirtuó en el final
En el complemento, las más claras volvieron a ser generadas por los bahienses. Después de la expulsión de Norry a los 28, un testazo de García hizo lucir nuevamente al arquero local y Cardoso no llegó a empujar en el segundo palo un centro rasante de Álvarez López.
No obstante, y después de tanto buscarlo, llegó el premio para Olimpo. López ejecutó un tiro libre; Gutiérrez (hasta ese momento la figura del partido) salió mal, la pelota se le escapó y el oportunismo de Joaquín Sauné (¿con la cabeza o con el hombro?) ajustició el desenlace.
El empate desató la ira de todos. La gente y los jugadores puntaltenses pidieron infracción contra el 1 y algunos colaboradores, que nada debían hacer en el terreno de juego, ingresaron para recriminarle de mala manera la convalidación a Lucas Nietto.
¿El saldo? una roja para Leandro Jeva.
En la reanudación (el partido estuvo detenido 4 minutos), Sporting quiso transformar su bronca en fuerza para ganarlo, pero quedó expuesto a las contras y debió conformarse con el empate hasta los 49 (debieron ser más) que se escuchó el pitido final.