Bahía Blanca | Sabado, 04 de mayo

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Villa Mitre encontró la fórmula para ganar de visitante y salir del fondo

El conjunto de Priseajniuc venció ayer 2-0 a Racing en Olavarría y cosechó su segundo éxito en fila fuera de casa. Goles de Sánchez y Cantoni.
En la lucha del mediocampo, Agustín Cocciarini tuvo que raspar varias veces. En la imagen, el ex Liniers lucha con el lateral Federico López.

Por Javier Oscar Schwab / jschwab@lanueva.com

Otra bocanada de aire fresco... Villa Mitre se sacó la espina en General Madariga y, ayer, ratificó en Olavarría que todo se puede revertir con trabajo y sacrificio. Venció 2-0 a Racing y empezó a sacar la cabeza del fondo de las posiciones, en la Zona 2 del torneo Federal B.

Al conjunto de Priseajniuc le sentó bien el cambio de esquema, el fortalecimiento de su defensa con una sólida línea de cuatro y la paciencia para aprovechar su momento, luego de un primer tiempo donde ninguno de los dos equipos mostró desequilibrio.

La paridad se empezó a romper con el ingreso de Nicolás Manchado (reemplazó al cordobés Pablo Rolón a los 8 minutos del complemento) y la profundidad que éste le imprimió por toda la banda izquierda.

Allí cobró protagonismo el carhuense Maximiliano Catoni y lució mucho mejor Fabián Dauwalder, ya recostado por el sector donde mejor rinde: el derecho.

Claro que antes hubo que soportar 45 minutos de aburrimiento. Porque el local careció de ideas y al tricolor le costó hilvanar acciones de peligro, a tal punto que la más clarita fue una jugada individual de Alan Nungeser (gambeteó a cuatro adversarios) que Rodrigo Sánchez no transformó en gol porque le dio mordido al balón con el arquero fuera de foco.

En el segundo tiempo apareció el equipo, pese a las limitaciones de un campo de juego que es un verdadero potrero.

Manchado aprovechó el desguarnecido carril izquierdo (López nunca hizo pie) y por ahí llegó la solución.

Mancha, en la segunda bocha que tocó, metió un desborde y un centro rasante que descolocó a toda la defensa; el defectuoso rechazo lo capturó Dauwalder, quien insistió con otro centro al área para que Sánchez, ante la indecisión de todos, pudiera resolver con la punta del botín. Un gol insólito, teniendo en cuenta que la pelota se elevó y picó cerca de la raya para meterse pidiendo permiso.

Con espacios y el nerviosismo de Racing, los bahienses siguieron haciendo negocio. Encima, Molina desarmó el doble cinco (entró el delantero Mignone por Magariño), facilitando la labor de los mediocampistas tricolores.

Un planchazo de Echarri sobre Dauwalder al borde del área grande generó un tiro libre indirecto. El Loro González tocó suave para Maxi Cantoni y éste metió un fierrazo letal, abajo, contra el parante izquierdo.

Los últimos 25 minutos fueron a pedir de la visita. De contra el tricolor tuvo chances para golear (un remate del debutante Giuliano Massarella y otro de Dauwalder) y para marcar supremacías, habida cuenta que el Chaira jugó con uno menos por la expulsión de Scacheri, a falta de seis minutos.

Villa Mitre se aferró a una victoria que lo fortifica desde lo anímico. Y lo hizo otra vez de visitante, donde parece haber encontrado el filo necesario para cortar por lo más sano.