Bahía Blanca | Sabado, 18 de mayo

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"Los diferentes públicos la sienten como propia", dice Duprat sobre "El ciudadano ilustre"

El director bahiense aseguró que no esperaban tal éxito, ya que la película les parecía "típicamente argentina".
Foto: Télam

   Cuando terminaron El ciudadano ilustre, el bahiense Gastón Duprat y Mariano Cohn creían que la película era tan "típicamente argentina" que tendría un recorrido internacional limitado. Pero desde su estreno en Venecia se dieron cuenta de su error y empezó un éxito de premios que podría cerrarse este sábado con el Goya.

   "Los diferentes públicos la sienten como propia, especialmente los italianos y los españoles", asegura Duprat, el cincuenta por ciento de esta pareja de cineastas, en una entrevista con Efe. Pero también consiguió el Ariel mexicano a mejor película iberoamericana, el premio de la audiencia del Festival de Tesalónica (Grecia) o el de mejor cinta internacional en el de Haifa (Israel).

   Sin olvidar la Copa Volpi a la mejor interpretación masculina para Oscar Martínez en la Mostra de Venecia, el primer premio de una carrera internacional a la que se ha unido un gran éxito de taquilla. "A veces tienes una de las dos cosas, pero cuando se juntan las dos, es simplemente espectacular", asegura Duprat.

   Ahora el ciclo podría cerrarse con el Goya —"sería bárbaro", afirma un esperanzado Duprat—, pero tienen en frente a tres rivales de altura: Desde allá (Venezuela), Las elegidas (México) y Anna (Colombia).

   Sería la culminación de un proceso que empezó hace más de 5 años porque era una producción muy compleja para la que Duprat y Cohn tardaron en encontrar la financiación y que finalmente pudo realizarse por la entrada de dos socios españoles, TVE y, sobre todo, A Contracorriente Films —"el que se involucrara hizo que el proyecto existiera"—.

   Una producción que empezó en Barcelona, donde vive el protagonista de la película, Daniel Mantovani (Martínez), un nobel de Literatura que decide regresar a su pequeño pueblo argentino natal tras décadas de ausencia. Y donde la cálida bienvenida inicial será solo un espejismo.

   "No deja de ser una película muy autocrítica y dura", reconoce Duprat. Y eso hizo enojar a algunos en Argentina, donde no están acostumbrados a ver el presente reflejado en el cine.

   "El cine argentino en la última década solo se dedicó a retratar el pasado lejano, por lo que ver el presente en el cine, con temas concretos de la política y del modo de vida, impactó mucho a la gente y provocó un lindo debate", relata el realizador.

   El objetivo de los realizadores con sus películas es precisamente aportar un punto de vista nuevo y generar debate.

   "En este caso, la película toca temas que a nosotros nos interesan y por suerte vemos que al público también, temas complejos como el nacionalismo, el vacío de la fama y el éxito, la mirada de un pequeño pueblo del interior de Argentina medio aislado y muy hacia dentro, enfrentado con el cosmopolitismo de un nobel".

"Dimos con un tema que convoca, donde la gente al terminar la película tiene ganas de hablar de eso, de lo que la película propone, te deja muy excitado para hablar"

   Una historia en la que los cineastas, como ya hicieron en sus trabajos anteriores —como El hombre de al lado o Yo presidente— buscaban que el espectador no lograra estar del todo relajado y cómodo ante lo que pasaba en la pantalla.

   Les gusta "que no sea fácil discriminar la filosofía de cada personaje y que el espectador no se acomode para ver la película".

   Y eso es algo evidente en El ciudadano ilustre, donde la historia nunca sigue el camino más evidente. "Dimos con un tema que convoca, donde la gente al terminar la película tiene ganas de hablar de eso, de lo que la película propone, te deja muy excitado para hablar".

   Una recepción que se repitió con pocos cambios desde India a Dubai, Estados Unidos o Chile, algo sorprendente para Duprat y Cohn que filmaron la película en un pueblo interior de la provincia de Buenos Aires. "Y sin embargo el público nos dio a entender que no son temas solo de acá y que las cuestiones que toca la película están en todos lados".

   Con la experiencia y el aprendizaje que les dejó El ciudadano ilustre, esta pareja de realizadores prepara ya dos nuevos proyectos, Manual de supervivencia y Cuatro por cuatro, de nuevo con Andrés Duprat como coguionista.

   Pero antes tratan de que sus expectativas no suban demasiado ante la gala de los Goya de este sábado. Si consiguen el premio, sería el tercero consecutivo para la cinematografía argentina tras los de Relatos salvajes, de Damián Szifrón, en 2015, y el de El clan, de Pablo Trapero en la última edición. (EFE)