"Me hubiera gustado ser intendente de la ciudad"
Mañana de verano. La cita fue en el histórico Café Boston. Rubén Coleffi desliza sus anteojos en la mesa, saluda a Paris Senesi, se acomoda en la silla, pide un cortado y aguarda la primera pregunta.
--¿Cuál fue su cuenta pendiente en la vida?
--Me hubiera gustado ser intendente de mi ciudad.
--¿Lo pensó cuando era adolescente?
--De grande, cuando tenía cincuenta años. Amo a esta ciudad y sentía la necesidad de darle algo a Bahía Blanca, por lo mucho que me dio.
--A ver… La gente lo votaba al escucharlo por radio, ¿hubiera recibido el mismo apoyo en las urnas?
--(Piensa)… Varios políticos me manifestaron que si me presentaba en las elecciones del ‘83, tenía posibilidades de ganar. En esa época, Francisco “Paco” Manrique me propuso ser candidato a diputado provincial, previo al regreso de la democracia. Y estuve de acuerdo, hasta que confesaron que iban a apoyar al radicalismo y ahí decidí abrirme. Lo seguro es que si llegaba a ocupar un cargo político, no iba a cobrar ni un centavo.
--¿Cree en los políticos?
--No, en nadie. Soy antikirchnerista, pero no le tengo confianza a ningún político. Antes existía una bandera; ahora las personas están por delante de los partidos.
--Como vecino, ¿qué le pediría al intendente Gustavo Bevilacqua?
--Que camine la calle. Que limpie las veredas y los espacios públicos. Que la gente tenga agua y electricidad. Son cosas básicas que esta ciudad no tiene.
--¿Cómo ve a Bahía?
--Abandonada y atrasada.
La radio
--¿Por qué fue relator?
--Por casualidad. Iba a ser ingeniero, hasta que necesitaban un relator en LU3. Gustó lo que hice y después me mantuve durante 45 años. Jamás pensé en llegar a esa cifra. Se dio, pero nunca me la creí. Muchos me dicen que fui el relator del pueblo; yo digo que decía lo que sentía. Me ponía en el lugar del oyente.
--¿Qué extraña de la radio?
--Nada. Cuando me jubilé sabía que se cumplía un ciclo. En mis últimos años como empleado, sentía que iba a la radio a molestar a mis compañeros y mi cabeza, afortunadamente, entendió que mi función como relator tenía fecha de vencimiento.
"Ahora es otra época. Antes el periodista decía una cosa y el oyente creía en esa información u opinión. Ahora pasa exactamente lo contrario. Una noticia está dibujada, dependiendo de la conveniencia del medio", cerró.