Falleció el ingeniero Antonio Siri, un referente y hacedor de la educación académica local.

Redacción de La Nueva.

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Mario Minervino / [email protected] 

   A los 96 años de edad falleció Antonio Siri, ingeniero químico y con más de 70 años vinculado a la docencia, sobre todo en la que era su casa por excelencia, la Facultad Regional Bahía Blanca (FRBB) de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN).

   En marzo último precisamente tuvo uno de sus últimos reconocimientos al presentar su libro “AT LAST: Historia de una vida y un país”, con el objetivo, según manifestó, de “enviar un mensaje a las jóvenes generaciones para que recorran, a través de mi vida, la historia de la Nación y se inspiren para poner al país en la senda del progreso y al pueblo argentino brindarle la oportunidad de ser más dichoso”.

Siri en la presentación de su libro, en marzo último

   Siri nació en Bahía Blanca, el 18 de diciembre de 1924. Ingeniero químico (egresado de la Universidad Nacional del Litoral en 1952, con medalla de oro como mejor graduado) y tiene postgrados en macro y micro-economía, además de administración en las Naciones Unidas.

   Fue creador de carreras de grado y posgrado en la Universidad Tecnológica Nacional, en la Universidad Nacional del Sur, así como distintos cursos y maestrías relacionados con la industrial y la actividad portuaria.

   Se destacó además por su labor como experto internacional de las Naciones Unidas en educación y de economía regional en varios países de Latinoamérica. Además de ser consultor de empresas e instituciones, recibiendo números premios y reconocimientos, como ser Senador y socio vitalicio de la Cámara Junior Internacional (JCI) y ser nombrado Ciudadano Ilustre de la ciudad de Bahía Blanca en 2010 y el “Hombre del Año” por la Corporación de Comercio, Industria y Servicios en el 2014.

   Como académico recibió el máximo reconocimiento como profesor honorario en la UTN, UNS y la Universidad de la Marina Mercante de Buenos Aires. Es también Caballero de la Orden de Malta y ha recorrido más de 50 países en los 5 continentes. 

   “Se parte de la UTN como docente es un honor, una alegría y un deber: la educación es el único camino que nos puede conducir a la felicidad y a ser una nación más aficiente y con mayor grandeza”, supo indicar. También señaló que es imposible pensar en ser un buen profesional y so se es “una buena persona”.

Libero Ercoli: “Se fue un hombre muy culto y generoso, que deja una gran huella”

 El decano de la FRBB de la UTN, Dr. Ing. Liberto Ercoli, manifestó a La Nueva su profundo pesar por la desaparición física de Antonio Siri, a quién trató siendo muy jovencito, como alumno, y luego a través de años de actividad académica y profesional.

Dr. Ing. Liberto Ercoli

   “Lo conocía desde adolescente porque además era muy amigo de mi hermano, así que venía era habitual que viniese a almorzar con periodicidad los ravioles de mi mamá. Cuando en 1986 asumí en la Secretaría de Extensión de la UTN tuve su gran colaboración, era una persona muy conocida, con muchos contactos y muy generosa para compartir ese mundo”.

   “Diseñó e implemento la Licenciatura en Organización Industrial en nuestra Facultad, carera que hoy se dicta en todo el país. También implemento la especialización y maestría en ingeniería gerencial, fue su primer director y docente”.

   “Fue un hombre muy completo, con una visión global de la educación. Siempre estaba pensando en cómo mejorar las condiciones de la enseñanza. Se fue una persona que deja una tremenda impronta, un hombre muy exitoso en su faz profesional y que formó muchos jóvenes que lo siguieron hasta su último minuto de vida. Pertenece al grupo de personas que dejan huella, que no pasan desapercibidos y que va a seguir perdurando en toda las personas que formó. Lo vamos a extrañar, estamos todos muy conmovidos con su partida”, Finalizó.