¿Dónde estará la primavera de Solís?
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Franco Pignol
"La Nueva Provincia"
La leyenda continúa. El mexicano Marco Antonio Solís, con sus rasgos indisimulablemente latinos, realizó ayer su esperada presentación en Bahía, en el marco de una fría noche de primavera.
Pero la tenue llovizna no puedo empañar una grandilocuente producción artística que encontró sólidos argumentos no sólo con la presencia del artista, sino también de una impecable banda tipo (guitarra, bajo, percusión, dos teclados, cinco vientos), sumadas tres coristas y cuatro bailarinas.
El toque distintivo lo dieron once integrantes del grupo de cuerdas de la Orquesta Sinfónica de Corrientes, cada uno en sus respectivos atriles, entre los que se pudo ver al violinista de la Orquesta Sinfónica Provincial de Bahía Blanca, Franco Cipriani.
La puesta lumínica tuvo su protagonismo, con dos pantallas gigantes a los costados del escenario y otras cinco en el fondo.
"¡Hace frío...! ¡Hace frío...", coreaban las fanáticas a la espera de su ídolo.
Y la primera ovación llegó a las 22.03, cuando el artista irrumpió en el escenario descendiendo de lo alto de una escalera, vistiendo chaqueta marrón claro, luciendo su habitual look de pelo sueldo y entonando Dios bendiga nuestro amor, a la que le siguió Si te pudiera mentir.
"Bahía Blanca, gracias por esta bienvenida, por darse cita a esta invitación; la verdad, nos tratan de una manera muy especial, lo cual agradecemos con toda el alma. Me decían que era hermosa, pero es más bonito todavía. Esta noche se vale gritar, cantar y bailar", dijo.
El primer ritmo contagioso llegó con Morenita, acompañando con graciosos pasos de baile y sumándose a su ballet de cuatro agraciadas muchachas, con vestidos típicos mexicanos, mientras sus seguidoras se ponían histéricas.
La gracia del mexicano se fue sucediendo con comentarios en cada uno de sus temas, siempre con el amor como fundamento de vida y amistad.
Se fueron sucediendo románticos, nostalgiosos y rítmicos temas, acompañados por el coro generalizado de la eufórica concurrencia.
Y así entregó Sigue sin mí y Nada que me recuerde. Pasó luego al Fervoroso creyente --una de sus favoritas--, Mi eterno amor secreto, O me voy o te vas.
También hubo tiempo para El milagrito, Como fui a enamorarme de ti, Donde estás, Amor en silencio, Cuando te acuerdes de mí y Tu cárcel.
A continuación, interpretó A dónde vamos a parar, Viva el amor, para llegar a la consagrada Donde estará mi primavera, que inundó el ambiente con el canto de todo el estadio.
Siguió con Antes que te vayas, La venia bendita y el desenfreno total con el contagioso Más que tu amigo, que todo el mundo bailó para saludar e irse.
La espera tuvo premio. Volvió por más y ofreció dos temas, cerrando con el popular Si no te hubieras ido, para el regocijo final de sus fanáticas, luego de dos horas de ininterrumpida actuación.