Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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Distinguieron a los mejores promedios

El Concejo Deliberante distinguió ayer, como lo viene haciendo desde hace más de una década, a los veinte alumnos con mejores promedios de las universidades Nacional del Sur y Tecnológica Nacional, Facultad Regional Bahía Blanca. La licenciada en letras Sofía Merlino, egresada de la UNS, con 9,91 y el licenciado en organización industrial de la UTN, Andrés Andreani, con 9,36, son quienes obtuvieron las máximas calificaciones.

 El Concejo Deliberante distinguió ayer, como lo viene haciendo desde hace más de una década, a los veinte alumnos con mejores promedios de las universidades Nacional del Sur y Tecnológica Nacional, Facultad Regional Bahía Blanca.


 La licenciada en letras Sofía Merlino, egresada de la UNS, con 9,91 y el licenciado en organización industrial de la UTN, Andrés Andreani, con 9,36, son quienes obtuvieron las máximas calificaciones.


 La presidenta del CD, Marta Castaño, se mostró complacida por otorgar los diplomas de reconocimiento.


 "Recuerdo mi etapa de juventud y no tuve las posibilidades que estos chicos, con plena libertad y democracia, con una universidad pública y gratuita, han tenido para obtener su título. Por ello uno ve a los padres emocionados con los logros de sus hijos, en los que ellos tuvieron mucho que ver.


 "Como mamá y presidenta del CD, les digo que ellos tienen que aportar a la sociedad parte de lo mucho que han recibido, con la responsabilidad social profesional que, en ciertas situaciones, se necesitan para ayudar a quienes lo necesitan y mucho", destacó la concejal.


 Merlino, consultada por "La Nueva Provincia", aclaró que no vivió sólo para el estudio, ya que también tuvo que atender cuestiones familiares y laborales.


 "No me consagré solamente a hacer la carrera y es por eso que tal vez demoré más de lo que dura el plan de estudio, tal como está pautado", comentó.


 En la actualidad investiga para el Conicet, mientras que realiza el doctorado en Letras.


 "Trabajo en un estudio lingüístico del discurso de la bioética. Se trata de un trabajo interdisciplinario, con gente de medicina, para que los conocimientos del claustro tengan una mayor proyección social y no queden sólo en la academia", explicó.


 En cuanto al nivel de la universidad pública, Merlino se mostró conforme con lo que le brindó y consideró que la UNS le dio una preparación "seguramente mejor" que la que se brinda en las privadas.

"Doble exigencia"




 María del Carmen Vaquero, vicerectora de la UNS, consideró que las distinciones que el CD otorga desde 1997 a los estudiantes son muy importantes, porque significan el reconocimiento de la sociedad.


 "Siempre obtener un título significa un esfuerzo grande, pero conseguirlo con estos promedios implica una doble exigencia", expresó la funcionaria.


 Vaquero se mostró complacida porque los estudiantes resaltaron el esfuerzo hecho por toda la sociedad para que ellos puedan estudiar en la universidad, en forma gratuita.


 "Me gratifica que esta idea vaya prendiendo en el alumnado. En lo personal, pude estudiar porque la universidad era gratuita; entiendo que mis padres no podrían haberme pagado los estudios. Un título es más que cualquier herencia material y es por ello que les digo a mis estudiantes que todos los ciudadanos sostienen la universidad con sus impuestos, pese a que tal vez muchos de ellos ni sus hijos jamás van a acceder a ella. Por esto, quien obtuvo un título tiene que devolverle a la sociedad lo que ésta le dio.


 "Tienen que involucrarse en los problemas sociales de cualquier manera, mediante un partido político, una cooperadora o una institución, para devolver lo que nos han dado, más allá de ejercer la profesión con ética y responsabilidad", destacó.

"Todo con el mismo empeño"




 Andreani, por su lado, valoró el reconocimiento del CD, aunque confesó que no lo esperaba.


 "Que desde las autoridades se premie el esfuerzo, en sí, es un signo hacia la sociedad sobre qué valores estamos fomentando", opinó el joven.


 Ante la pregunta si estudió pensando en el promedio, aclaró que se dedicó más de lo normal, pero que también estuvo novio y mantuvo una vida social.


 "Es el sentido de la responsabilidad y, cuando hay un examen, hay que sentar la cola en la silla y dedicarle horas porque es el crecimiento personal lo que está en juego. Uno estudia porque eso trae aparejado resultados, porque es lo que te va a dar trabajo en el futuro, porque tu familia te está apoyando y porque el resto de la ciudadanía está pagando la universidad para que vos puedas hacerlo. Eso es lo que motiva a estudiar.


 "Las personas que han llegado a obtener estos promedios es porque a todo, lo bueno y malo de la carrera, le han puesto el mismo empeño", expresó Andreani.


 Comentó que las altas calificaciones le permitieron acceder a becas y a la obtención de un buen trabajo.


 "Todo ese bagaje cultural y conocimiento, cuando lo plasmás en entrevistas o en hacer presentaciones, se nota y a las empresas y a los organismos públicos les llama la atención y se termina premiando. Siempre el esfuerzo, a la larga, trae satisfacciones", opinó.

Los 20 distinguidos

De la UNS:

* Sofía Merlino (9,91)
* Ingeniero electricista Santiago Scarlato (9,73)
* Ingeniero electrónico Guillermo Fernández Moroni (9,67)
* Licenciada en historia Virginia Dominella (9,63)
* Licenciada en matemáticas Fiorela Rossi Bertone (9,63)
* Médico Federico Zeppa (9,58)
* Ingeniera química Ayelén Zurman (9,55)
* Licenciado en historia Juan Cruz Fernández (9,53)
* Licenciada en economía Eliana Bettio (9,48)
* Médica Natalia Rúppel (9,46).

















 
De la UTN

* Andrés Andreani (9,36)
* Ingeniero electrónico Pablo Sánchez (9,05)
* Ingeniera civil Cintia Moreno Fernández (8,68)
* Ingeniero civil Martín Guerrasio (8,51)
* Ingeniera civil Elizabeth Braum (8,40)
* Ingeniero mecánico Mauro Sánchez (8,39)
* Ingeniero electrónico Andrés Breit (8,35)
* Licenciada en organización industrial Valeria Serier (8,29)
* Ingeniera civil Betina Devoto (8,29)
* Ingeniera mecánica Marianela Alzogaray (8,25).