"Un libro para sanar": la Biblioteca Móvil Hospitalaria invita a donar libros de mandalas
Voluntarias que acompañan con esta iniciativa a pacientes y adultos mayores desde 2018 invitan a la comunidad a donar ejemplares para pintar y lápices de colores.
La voz de una de las voluntarias de la Biblioteca Móvil Hospitalaria de Pringles quiebra, afectuosa, el silencio del nosocomio, tantas veces cargado de incertidumbre y de espera, con una pregunta sencilla y una sonrisa.
--¿Desea pintar un mandala o elegir un libro?
Desde 2018 un grupo de mujeres recorre las habitaciones del hospital y también el hogar de adultos mayores El Remanso ofreciendo a su paso libros para pintar, revistas y lecturas.
¿El objetivo? Crear un momento cálido, de entretenimiento, compañía y hasta alivio para quienes se encuentran internados y realizando tratamientos médicos o simplemente aportando un espacio distinto, terapéutico y lúdico a los abuelos y abuelas.
“La necesidad actual es de libros para pintar, en especial de mandalas, y lápices de colores que se pierden cuando los usan”, comentó Carina Scaglia, voluntaria y referente de la Secretaría de Salud, en una invitación a la comunidad a sumarse con donaciones.
A los pacientes se les hace mucho más llevadera la estadía mientras esperan el alta y para los abuelos es un plan recreativo e interactivo.
"Los libros lo utilizan más los acompañantes por el tiempo que tienen que estar, que muchas veces son varias horas; y de alguna manera esto ayuda a escaparnos un poco del celular”, subrayó.
De todos modos también reciben cuentos, novelas, diarios o libros en general y otros materiales de lectura que son catalogados por la bibliotecaria Rossana Vidondo, quien fue la impulsora de esta iniciativa que nació en 2018 como un proyecto educativo de la Escuela Secundaria N° 4.
Desde entonces, los pacientes que aceptan estos materiales se ven animados y hasta sorprendidos ante la propuesta. Lo mismo sucede cuando visitan el Hogar de Adultos Mayores, El Remanso: esperan la visita de la biblioteca móvil.
Carina expresó que en un principio la biblioteca significó un desafío porque había que repensar cómo organizar ese dispositivo, quiénes iban a estar a su cargo y el espacio concreto que se le daría.
“En primer lugar los libros fueron al sector de ropería, después finalmente la referente de Enfermería del Servicio de Materno nos cedió un espacio para su guarda y es allí donde actualmente funciona”, contó.
Asimismo mencionó que cada vez que las voluntarias lanzan una campaña de este tipo para recibir donaciones la respuesta es muy positiva y la gente se comunica enseguida para acerca el material.
“Cuando nos acercamos a las personas se establece una conexión muy linda. En cada visita buscamos libros que interesen al paciente para lograr que pase un momento ameno dentro de su estadía hospitalaria”, dijo.
¿Qué las motivó a sumarse a este voluntariado?
Esta cálida propuesta hoy sigue funcionando gracias a la labor de las voluntarias Karina Sainz, Gisella Morade, Mirta Taraburelli, Violeta Espíndola, Ana Halter y Patricia Iglesias, Carina Scaglia y Silvana Zabala.
¿Qué las llevó a formar parte de esta iniciativa y matenerse en la misma?
Gisella Morade: “En mi caso particular me encantó la propuesta de poder sumar desde mi lugar, es una satisfacción muy grande que no me da ninguna otra actividad que realizo, el contacto con la gente, una simple lectura con los abuelos me llenan el alma. Soy muy afortunada de compartir este espacio. Agradezco la posibilidad que me brindaron".
Violeta Espíndola: "Cuando escuché la propuesta me gustó, es una alegría poder dar un libro, una sonrisa, una palabra a aquellos que están internados y a los abuelos del hogar. Yo recibo más que lo poco que doy y me voy a casa con mi corazón alegre y bendecido".
Ana Halter: “Colaborar con quienes lo necesiten... porque ayudar a los demás es una manera de sentirse bien también. Y por otro lado también mi profundo amor a los libros”.
Karina Sainz: “Cuando escuché la convocatoria me pareció una hermosa propuesta. Muchas veces estuve en el hospital con algún familiar y es muy lindo recibir alguien para charlar, que te pregunten cómo estás y poder recibir un libro para acompañarte en esas horas de espera. Súper agradecida por ser parte de este grupo y de esta oportunidad”.
Mirta Taraburelli: “Mi esposo había fallecido hacia poco, la mayor parte de la familia vive fuera de la ciudad y me gustó la propuesta de compartir un poco de tiempo con los abuelos y quiénes lo necesiten en esas largas horas de estar en un hospital, ofreciendo un libro, una revista o un palabra amable. Hacer el recorrido con biblio móvil me llena el alma de alegría. Agradecida por tener está satisfactoria oportunidad”.
Agradecimientos. Desde la Biblioteca Móvil Hospitalaria “Un libro para Sanar” agradecieron el apoyo de Rossana Vidondo, y por su intermedio a la Secundaria N° 4, y también la colaboración de Velia Pérez.
Donaciones. “Si en sus hogares tienen lápices de colores que no usan o libros para colorear, ya sean infantiles o de mandalas, o algo similar, sepan que en el hospital hay pacientes que disfrutan de esos materiales y hacen que el tiempo de su pasaje por la internación sea más llevadero. En cuanto al tipo de revistas pueden ser variadas: de pesca, de decoración, de jardinería, de variedades. No importa si son viejas; igual nos sirven. No duden en comunicarse al (2922) 411682. Nostras las retiramos”, aseguró Carina Scaglia.