Miopía escolar: las señales de alerta y qué hacer al respecto
Pasó la Semana de la Concientización y dejó datos preocupantes: uno de cada 3 niños ya la sufre y la prevalencia en menores ha aumentado drásticamente en los últimos 30 años. ¿Qué sucede en Bahía?
Recibido en 1993, acumula 28 años de trayectoria en el periodismo local. Ex jefe de la sección Deportes y La Ciudad y actual secretario de Redacción de La Nueva. Ex profesor de los dos institutos de Periodismo de la ciudad. Especialista en temas deportivos, sociales y gremiales.
La visión corta, conocida comúnmente como miopía, se ha convertido en un problema de salud pública de dimensiones globales, con cifras que encienden las alarmas: aproximadamente uno de cada tres niños ya la sufre, y su prevalencia en menores se ha disparado drásticamente en los últimos 30 años.
De hecho, expertos la califican como una verdadera "epidemia de miopía", con proyecciones que indican que casi el 50% de la población mundial podría ser miope para 2050.
Frente a este escenario preocupante, Bahía Blanca no se queda de brazos cruzados. Tras la reciente Semana de Concientización sobre la Miopía, la ciudad profundizó su abordaje de esta patología visual, con iniciativas que buscan llegar directamente a las familias y colegios.
Precisamente, la campaña local es fruto de una importante colaboración interinstitucional, uniendo fuerzas para maximizar su impacto y de ella participan Julieta Conti, jefa distrital de Educación de Bahía Blanca; la Secretaría de Acción Social de la Asociación Médica; los establecimientos dependientes de la Universidad Nacional del Sur (UNS), a través del proyecto de extensión universitaria "Ayudemos a ver mejor", dirigido por Doris Rivadeneira; el servicio de Oftalmología del Hospital Municipal y la Asociación Oftalmológica de nuestra ciudad.
"El objetivo es promover el conocimiento sobre esta patología y sus medidas preventivas", explicó Adriana Borelli, secretaria de Acción Social de la AMBB y miembro del servicio de Oftalmología del Hospital Municipal.
Para ello, se está realizando la distribución de folletería informativa y un código QR en distintos colegios, que incluye además un enlace a una encuesta destinada a padres de niños en edad escolar (se invita a colaborar accediendo al link https://forms.gle/MN2YgwYfiu3ZA4Um6), buscando recabar datos precisos sobre la miopía en Argentina.
Próximamente, también se planean charlas preventivas en establecimientos educativos de la ciudad.
Visión borrosa
La miopía no es solo una cuestión de usar anteojos. A nivel individual, la miopía alta aumenta significativamente el riesgo de padecer enfermedades oculares graves como desprendimiento de retina, glaucoma, cataratas y maculopatía miópica, todas ellas capaces de provocar la pérdida permanente de la visión.
Desde una perspectiva de salud pública, la carga económica de la miopía es considerable, abarcando costos directos (como lentes correctivas, exámenes y cirugías) y costos indirectos relacionados con la reducción de la productividad y la calidad de vida.
"La concientización y la prevención de la miopía son fundamentales para cuidar la salud visual de nuestra comunidad. Es imprescindible que trabajemos en conjunto, desde las universidades, los hospitales y las escuelas, para llegar a las familias con información clara y herramientas prácticas", enfatizó Doris Rivadeneira, directora del proyecto "Ayudemos a ver mejor".
Señales de Alerta
Detectar la miopía de manera temprana es crucial para un tratamiento eficaz y para frenar su progresión rápida. Los síntomas pueden variar entre niños y adultos.
--En niños: dificultad para ver objetos lejanos claramente, aunque mantengan buena visión de cerca; entrecerrar los ojos o parpadear con frecuencia; sentarse inusualmente cerca del televisor o sostener libros/dispositivos digitales muy cerca de la cara; quejas de no poder ver el pizarrón en la escuela; quejas constantes de dolores de cabeza, especialmente después de tareas visuales; no darse cuenta de objetos distantes que otros sí ven; bajo rendimiento en la escuela o en deportes que requieren visión a distancia y cerrar un ojo para leer o ver la televisión.
“Es importante destacar que los niños rara vez se quejan de problemas de visión porque, por lo general, no saben que su visión es diferente a lo normal. Por eso, los exámenes oculares completos y regulares son esenciales, sobre todo para los escolares”, recomendó Borelli.
--En adultos: mayor dificultad para conducir de noche; dificultad para reconocer rostros a distancia y necesidad de acercarse para leer letreros o ver presentaciones.
“Muchos adultos pueden desestimar estos cambios, atribuyéndolos al envejecimiento, pero con frecuencia son signos de miopía progresiva que requiere atención profesional. Por ello, se recomienda programar una cita con un profesional de la visión sin esperar a que los síntomas empeoren”.
La campaña en Bahía Blanca busca transformar el paradigma en el tratamiento de esta enfermedad, poniendo el foco tanto en los pacientes como en la comunidad oftalmológica, con la esperanza de garantizar una mejor calidad de vida para las próximas generaciones.