Los cierres, los nombres, las ideas
Es importante que la sociedad exija planes, propuestas y compromisos concretos de los candidatos en general.
En una carrera frenética, de grandes pulseadas, de manejos inesperados, de cambios de bando, de gritos y negociaciones, de estrategias y olvidos, los partidos políticos fueron cerrando sus listas a candidatos para las próximas elecciones.
O para las próximas PASO, que funcionan como un termómetro, una carísima mega encuesta que terminan de definir el orden final de todos los aspirantes a un cargo.
Los medios periodísticos se encargaron de mostrar las pujas internas, de especular sobre acuerdos, de tratar de desentrañar estrategias, de ordenar las columnas de ganadores y perdedores.
Mientras todos veían como muchos políticos corrían detrás de sus propios intereses, que levantaban los dedos en señal de algo positivo, que regalaban sonrisas a diestra y a siniestra o que bajaban sus candidaturas luego de negociar algún puesto, la sociedad toda sigue esperando las propuestas, planeas y estrategias que permitan corregir, mejorar o modificar el preocupante momento que atraviesa el país.
No son los rostros de los candidatos los que uno debiera conocer y ver repetirse en todos lados sino lo valioso de sus ideas para enfrentar una crisis económica que pareciera no tener fin y empeorar hora a hora.
Los actuales funcionarios no parecen hacerse cargo de algo, y los slogans de los opositores no salen de las frases vacías de contenidos como “vamos por un nuevo país”, “Para cambiar las cosas”.
Hace tiempo que no hay plataformas que acompañen cada candidatura, no hay proyectos que permitan considerar cual fuerza puede tener la mejor propuesta para mejorar lo que está ocurriendo.
No serán elecciones simples para una sociedad que ve que el salario no alcanza, que la inflación crece cada hora, que la pobreza aumenta, que nada parece anticipar un mejor futuro. Votar sonrisas de dientes blancos es muy poca propuesta para las urgencias a solucionar.