Ferrocarril Rosario Puerto Belgrano, camino a Bahía Blanca
La extensión a nuestra ciudad fue la última de un total recorrido total de 700 kilómetros.
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Mario Minervino / mminervino@lanueva.com
Hace 101 años, en febrero de 1920, se mencionaba la lentitud con que se llevaba adelante la construcción de la línea férrea entre Punta Alta y Bahía Blanca, última extensión del ferrocarril Rosario-Puerto Belgrano.
La génesis de este ferrocarril uniendo dos de los puertos más importantes del país data de 1903, cuando Diego de Alvear obtuvo la concesión para esa línea férrea. En 1906 quedó constituida la Compañía Rosario a Puerto Belgrano con la participación de capitales franceses (además de Alvear, el financista Otto Bemberg, los bancos Paribas, Bénard et Jarislowsky y Societé Générale, la constructora Hersent).
Los rieles comenzaron a tenderse en 1908 y la línea fue inaugurada el 12 de diciembre de 1910, cuando el primer convoy llegó a la estación Almirante Solier.
Pasó una década hasta que se decidió extender la línea hasta nuestra ciudad. Pero en febrero era habitual “la escasez de brazos”, pues durante la época de la cosecha “el obrero se reconcentra en los campos, donde se le brinda una jornal mucho más remunerador”.
Las tareas se limitaban entonces al terraplenamiento y colocación de rieles en la avenida Colón de Punta Alta y se esperaba en los meses siguientes, con más empleados, iniciar la construcción del puente sobre el arroyo Napostá así como la estación terminal en la chacra 125 de Bahía Blanca, en vecindad de Villa Mitre.
La línea fue terminada en enero de 1922, cuando llegó a la terminal de Bahía Blanca la locomotora de prueba del tramo. La máquina era conducida por Manuel Álvarez, a quien secundaban el fogonero Leocadio González, el ayudante Alberto Bugarini y el guarda Pablo Arzano. Luego de ese viaje piloto, el 2 de marzo de 1922 se realizó el viaje inaugural de Rosario a Bahía Blanca.
Hoy la integridad de las vías entre Rosario y Puerto Belgrano están concesionada a la empresa de cargas FerroExpreso Pampeano. Gran parte del trayecto se encuentra en estado de abandono.