Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

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Aprender 2017: ¿por qué los mejores alumnos están en los pequeños pueblos de la zona?

Varios de los distritos más chicos de la región lideran los ránkings provinciales de calidad educativa. Las razones de un fenómeno que sorprende hasta a las propias autoridades bonaerenses.

Juan Ignacio Schwerdt / jschwerdt@lanueva.com
Agencias de La Nueva. / laregion@lanueva.com

   Los resultados de las pruebas Aprender 2017 siguen sorprendiendo. Si bien en junio ya se sabía que los alumnos de esta región están entre las mejores de la Provincia, la difusión detallada de los resultados, en los últimos días, puso en relieve otro dato llamativo: las escuelas públicas con niveles más altos de calidad educativa no son las de las grandes ciudades, sino las de pequeñas poblaciones que, en algunos casos, no llegan a los 10 mil habitantes y están a centenares de kilómetros de La Plata y de la Capital Federal.

   Las evaluaciones se tomaron a fines del año pasado. Los alumnos de primaria rindieron exámenes de Ciencias Naturales y Ciencias Sociales, mientras que los de secundaria lo hicieron en Lengua y Matemática. Con los resultados se conformaron cuatro ránkings que, pese a lo que se podría pensar, lideran algunos de los partidos más chicos.

   El 65 % de los 10 mejores en cada prueba, de hecho, son distritos de la zona. Dos de ellos tienen menos de 10 mil habitantes y, otros 9, apenas entre 10 mil y 22 mil pobladores. La única excepción es Suárez, con unos 40 mil vecinos.

   Puan y Daireaux lideran tres de los cuatro ránkings correspondientes a escuelas públicas, mientras que en el restante Tres Lomas se ubica en el 2º puesto. Dato clave: los dos primeros no tienen más de 18 mil habitantes, y los lomenses ni siquiera llegan a 9 mil.

   Los resultados de cada evaluación ratifican la tendencia. En Ciencias Naturales,  7 de los 10 distritos con mejores calificaciones son de esta región. La lista provincial la encabezan Puan y Guaminí, con un 85,8 % y 84,5 % de notas satisfactorias, respectivamente. Puan tiene algo más de 15 mil habitantes y, Guaminí, unos 12.500.

   En Ciencias Sociales, 6 de los 10 mejores son de la región. Entre los puestos 2º y 4º aparecen Tres Lomas, Guaminí y Puan.

   En el nivel secundario la situación es similar, aunque con una peculiaridad: Daireaux lidera ambos ránkings. En Lengua hay 5 distritos de la zona entre los 10 mejores; en Matemática esa cifra se eleva a 8, de los cuales 6 ocupan los principales puestos.

   ¿Y los distritos más poblados? Bien en el contexto provincial, pero por debajo del promedio regional. Bahía Blanca, por ejemplo, quedó en el puesto 48º en Ciencias Naturales; 37º en Ciencias Sociales; 31º en Lengua y 48º en Matemática (siempre en escuelas públicas).

Las razones del éxito

   ¿Cuáles son los factores que provocan que los mejores desempeños de la escuela pública se hayan dado, mayoritariamente, en poblaciones pequeñas de esta región?

   El inspector regional de Educación, Fabián Palma, no tiene dudas: “el trabajo mancomunado entre todos los actores”. 

   “El contexto social y cultural de nuestros jóvenes ayuda -dijo a La Nueva.-, pero además en poblaciones más chicas hay un trato más cercano entre los inspectores, directivos y docentes”. Esto, remarcó, es clave para mejorar tanto la estrategia educativa como la detección temprana de dificultades individuales y grupales.

   “Hace poco, el director de una escuela me contó sobre las mejoras (que implementó) en el clima institucional y de trabajo —refirió—. La consigna central fue no gritar, escuchar más y hablar con los alumnos. Ese clima institucional se llevó al aula y, de pronto, empezaron a notar cambios en los chicos. Esa es una de las escuelas que tuvo muy buenos logros en el Aprender 2017”.

   Patricia Castillo, del Consejo Escolar de Daireaux, reconoció que algunos docentes “hacen magia” con los recursos con que cuentan, pero coincidió con Palma en que la clave es el trabajo en red.

   “La labor del docente en el aula es fundamental —remarcó—. De todas formas, no creo que haya un salvador. Acá el secreto es que todos los actores suman. Los chicos tienen una potencialidad enorme y está en nosotros, los adultos, hacer un buen trabajo para acompañarlos y que esas capacidades salgan. Esa es la clave”.

   Carolina Radice, directora de la Escuela Primaria Nº 46, la más grande de Coronel Suárez, destacó el rol de la familia en este trabajo en red. 

   “Para que un alumno aprenda los contenidos también debe haber una familia presente. El triángulo alumno-docente-escuela es muy necesario”, enfatizó.

   Aclaró que esto no sólo implica brindarle a los chicos contención social y familiar, sino también comprometerse con instituciones como las asociaciones cooperadoras, las cuales —remarcó— “hacen todo lo posible para que en las escuelas de Suárez no falte nada”. El concepto que se cultiva es que la escuela pública es un bien valioso de la comunidad y por eso todos la cuidan.

   Con ella coincidió Patricia Castillo, del Consejo Escolar de Daireaux, distrito que lideró los ránkings de calidad educativa en escuelas públicas secundarias, tanto en Lengua como en Matemáticas.

   “En las comunidades más pequeñas también hay carencias, pero quizá las paliamos de distinta manera. Aquí se trabaja a la par con el municipio y los padres. Los buenos resultados salen del trabajo mancomunado. Por algo se habla de comunidades educativas. Cuando faltan recursos pero se suman voluntades, las ausencias y carencias se pueden paliar”, subrayó.

   También hizo alusión a que hay más control social de cada uno de los actores.

   “En comunidades pequeñas se puede conocer más al alumno, sus necesidades, su realidad cotidiana. Es muy importante, porque te da herramientas para llegar al otro y ponerte en una situación de igualdad”, añadió.

   La funcionaria señaló que en las comunidades pequeñas “hay conflictos, pero no se dejan pasar”. 

   “Al no ser tan grande la comunidad, se puede detectar la necesidad y brindar una asistencia más efectiva. Para esto es fundamental crear redes en torno a la escuela. Esto redunda en que el chico tenga un mejor desempeño”, subrayó.

   Sonia Galán, directora de la Escuela Nº 1 de Puan (distrito que obtuvo las mejores calificaciones en Ciencias Naturales a nivel provincial), mencionó también que en comunidades como la suya es más fácil detectar al alumno con problemas o alguna carencia.

   “A ese chico se lo trata de ayudar y se lo acompaña mucho”, resaltó.

"Quedaron sorprendidos"

   El inspector Fabián Palma mencionó que esta semana visitaron la región referentes de la dirección de Planeamiento Educativo, a fin de evaluar las prácticas educativas en la zona. Según dijo, “se quedaron sorprendidos”.

   “En la escuela técnica de Daireaux la directora nos llevó a ver una clase de físico-química, pero no era en el aula, sino en el taller. Los chicos estaban trabajando con la profesora, elaborando una tabla periódica de 1,60 metros de altura, que luego iba a pasar por todas las aulas”, describió.

   Mencionó que los funcionarios también visitaron Puan, Pigüé y Guaminí, donde “se quedaron sorprendidos por proyectos y propuestas áulicas como las de la Escuela Primaria Nº 29, de jornada completa rural”.

   En todas las experiencias se advierte un elemento enriquecedor: la creatividad.

   Sonia Galán, de Puan, dijo que este es un elemento vital para captar el interés de los chicos.

   “Nosotros tenemos una docente que está haciendo una huerta —describió—. En vez de estar en el aula estudiando con un libro, llevan a los chicos al patio y hacen la práctica con observación directa. Han sembrado lentejas, porotos, zanahoria, varios almácigos, y los padres vinieron a ayudar con herramientas. Ese proyecto va a ir a la Feria de Ciencias”.

   Galán enfatizó que “los alumnos captan la vocación que tiene el docente por enseñarles”.

   “Este contacto con el experimento, con la observación, hace que el alumno muestre mas interés que si estuviera trabajando sobre el papel”, comentó.

   El contacto con la naturaleza y la innovación —añadió— también son elementos que los animan a “no estar todo el día con la computadora o los jueguitos” y a tener una mente “más creativa”.

   Sandra Negreiro, docente de reconocida trayectoria y directora de la Escuela Nº 7 de Tres Arroyos, señaló que la labor del docente y su estilo pedagógico son factores decisivos.

   “Yo creo que está todo en la forma de enseñanza del docente; en no hacer diferencias si un alumno proviene de una zona más o menos vulnerable. Todos los chicos deben tener la misma posibilidad de aprendizaje y, a partir de ahí, con esa mentalidad en el docente, se logran estos buenos resultados”, remarcó.

   “Tenemos un diseño curricular que nos indica lo que cada chico debe aprender. Sin embargo, está en el tipo de enseñanza que se le dé a los alumnos la capacidad de aprender en cualquier ámbito en que se encuentren. En nuestro caso, tenemos formas de trabajar que apelan al razonamiento, a pensar”, añadió. 

Aprender de los errores

   Otro aspecto que todos los entrevistados consideraron clave es la capacitación de los docentes y directivos, así como el aprendizaje de los errores y aciertos.

   La directora de la Escuela de Educación Técnica Nº 1 de Coronel Pringles, Verónica Bettiga, refirió que en su establecimiento no sólo no se subestimaron los resultados de las pruebas Aprender 2016, sino que se tomaron como base para implementar cambios en la enseñanza “de cuarto a sexto año”.

   “Aplicamos una hora de la semana para trabajos diferentes, con ejercicios de lógica matemática y razonamiento. Esto permite cambiar la forma de pensar, razonar, y lo hicimos en base a los ejercicios de la evaluación Aprender del año anterior”, describió el profesor de Matemática de la escuela, Kevin Segurola.

   El inspector regional Fabián Palma destacó que el interés por mejorar llevó a tender puentes con las universidades.

   “En un hecho histórico para la región. Hace poco, docentes de la Universidad Nacional del Sur vinieron a trabajar con los profesores de matemática de 4º, 5º y 6º año de todos los distritos, hicieron observaciones y señalaron qué sería bueno para los chicos que busquen llegar a la universidad. Y hace unos días también vinieron profesores de la UTN para trabajar sobre matemática aplicada a la física”, recordó.

Atención “más personalizada”

    Una de las explicaciones más frecuentes a la hora de interpretar los resultados de las pruebas Aprender es que en las localidades chicas los alumnos por aula son pocos y, por ello, reciben una atención “más personalizada” por parte de los docentes.

   Los especialistas consultados confirmaron este dato, aunque aclararon que no se puede generalizar.

   "Los mejores resultados que obtienen los alumnos del distrito respecto a otros pueden deberse a que los grupos son más reducidos, lo cual permite un trabajo más personalizado por parte de los docentes”, reconoció Gisela Federici, directora de la Escuela de Educación Secundaria Nº 3 de Tornquist.

   Verónica Bettiga, de Pringles, dijo también que la cercanía cotidiana entre docentes y alumnos, incluso afuera de los límites del edificio escolar, suele genera un mayor “compromiso y responsabilidad” y, por ende, “mejores resultados”.

   “Al conocernos más porque somos una comunidad pequeña, cuando un alumno falta sabemos cuál es la problemática y las docentes pueden preparar distintas tareas, como trabajos prácticos u otras actividades para que el alumno lo haga en su casa y tenga continuidad educativa”, sostuvo Betina Rodríguez, directora de la Escuela Primaria Nº 5, General San Martín, de Guaminí. 

   El diagnóstico se repitió con el testimonio de la directora de la Escuela Primaria Nº 1 Paula Albarracín de Sarmiento, Graciela Ramírez.

   “Conocemos a los alumnos desde que van al jardín y así vamos siguiendo su trayectoria. Además, si un alumno falta uno o dos días rápidamente vamos a la casa a ver qué sucede. Siempre buscamos estrategias para que ese chico no falte o implementamos planes de profundización de aprendizaje para que no queden desfasados”, resaltó Ramírez.

   “En Sociales y Naturales hay mucha indagación y creo que nuestros chicos, por estar en contacto con el ambiente, están más en convivencia con la realidad. El docente aprovecha esto y eso es una ventaja respecto de la ciudad”, agregó. 

   Las directivas también destacaron la constante formación docente y las nuevas estrategias educativas dispuestas.

   “Desde temprano concurrimos  a trabajar en educación. También sobre el diseño actualizado y la facilidad para acceder constantemente a cursos de capacitación para adaptarnos a esos nuevos diseños”, explicó Rodríguez. 

   “Tanto el equipo, como el director y el bibliotecario están en las aulas viendo cómo ayudar a los alumnos a aprender. Por otro lado, los diseños nos pautan muy bien cómo enseñar y los docentes se capacitan constantemente para estar preparados para llevar adelante esos diseños”, sostuvo Ramírez.

Sobre un mito

   Sin embargo, Patricia Castillo, de Daireaux, aclaró que la idea de que en todos los distritos pequeños los cursos tienen pocos chicos es un mito.

   “En nuestro caso, una de las escuelas que tuvo mejores resultados tiene muchos chicos. Son 30, 32 y hasta 34 alumnos por curso. En las secundarias urbanas, todos los grupos son grandes”, dejó en claro.

   Otro mito —aclaró— es que en las comunidades del interior la infraestructura no está tan deteriorada como en las grandes ciudades.

   “Hay necesidades como en cualquier lado y no se pueden negar. Nosotros, en Daireaux, también necesitamos hacer obras, ampliaciones. Hay instituciones que han tenido que convertir una biblioteca en un aula por falta de espacio”, detalló.

   Mencionó Castillo, por último, que la ausencia total de conflictividad gremial tampoco es real.

   “No es verdad que los docentes no hagan paro en los distritos chicos. De hecho, el sector está muy dividido. Los primeros paros no fueron acompañados, pero luego la adhesión empezó a subir”, indicó.