Bahía Blanca | Miércoles, 24 de septiembre

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Milei reivindicó ante la ONU su alianza con Trump y pidió la liberación del gendarme secuestrado en Venezuela

El mandatario habló en el organismo multilateral ante la presencia del resto de los jefes de Estado. En du discurso, cuestionó el la expansion estatal y las prácticas de la política tradicional
 

El presidente Javier Milei disertó ante la Asamblea General de la ONU para reafirmar la nueva dirección de la política exterior argentina, centrada en la defensa de la libertad y la cooperación internacional basada en el respeto a los derechos individuales.

“En esta misma asamblea presenté una nueva orientación en política exterior para la Argentina. Sostuvimos que era imperativo un retorno a las ideas de la libertad, a los principios importantes que sostienen la dignidad de la vida, la libertad, la propiedad de todos los individuos bajo la ley”, afirmó Milei ante la Asamblea de la ONU.

El jefe de Estado argentino criticó la evolución reciente del organismo internacional, señalando que “el exitoso modelo de Naciones Unidas que hablaba de la necesidad de paz y victoria y que se fundaba en la cooperación de los estados nación, se vio reemplazado por un modelo de gobierno supranacional de burócratas internacionales que buscan imponerle a los ciudadanos del mundo un modo de vivir determinado”.

Al profundizar en su diagnóstico, el presidente advirtió sobre el cambio de rol de la organización: “Así es como pasamos de una organización que pretendía mediar la paz entre pares a una organización que pretende decidir no solo qué debe hacer cada nación, sino también cada uno de los individuos en las distintas latitudes del planeta”.

No obstante, el mandatario subrayó su adhesión al espíritu fundacional de la ONU, aunque con reservas frente a lo que considera excesos regulatorios: “Nosotros creemos en el fin original de este organismo. Creemos que existen problemas globales que requieren del diálogo y la cooperación internacional para ser resueltos. Pero para eso debemos rechazar estas extralimitaciones que a menudo acompañan a las agendas nobles”, manifestó Milei en la sede de las Naciones Unidas.

 

En su intervención ante la Asamblea de la ONU, Milei reiteró su crítica al papel del Estado y el comportamiento de la clase política, advirtiendo sobre los riesgos de sacrificar el futuro en pos de beneficios inmediatos. Según el mandatario argentino, “el interés individual del político es respetar estos principios, porque es precisamente en el agrandamiento del Estado a costa de las libertades de ciudadanos donde el político gana poder”.

Al analizar las motivaciones detrás de las políticas de expansión estatal, Milei sostuvo: “Para el político siempre será ridículo sacrificar el futuro en el altar del presente, porque consumir el capital acumulado genera bienestar momentáneo y ese bienestar momentáneo genera votos”. Sin embargo, advirtió que este mecanismo implica un costo a largo plazo: “A cambio, está sacrificando un futuro de mayor crecimiento, haciendo que la riqueza acumulada sea cada vez menor en el tiempo”.

El presidente argentino identificó el aumento del gasto público como el reflejo más claro de este fenómeno. “La mayor manifestación de eso es aquellos países que muestran una orgía de aumento de gasto público, ya que el Estado no crea riqueza sino que la roba, sino que la destruye”. En su análisis, consideró que “en este esquema, el político gana poder por vía doble: se legitima democráticamente y obtiene más recursos para gastar”.

Luego recurrió a una metáfora: “Si un hombre grande es aquel que siembra árboles cuyas sombras sabe que nunca disfrutará, aquel que tala los árboles que otros sembraron para así construir su silla de poder, es un hombre miserable, en definitiva, es un hombre despreciable”.

Milei alertó que este proceso está afectando a la mayoría de los países: “Este es el gran mal y la gran trampa a la que casi todas las naciones están de a poco sucumbiendo”. Cuando el crecimiento económico se detiene, explicó, “la demanda de redistribución se recrudece. Entonces el político populista grita con más fuerza, apelando a la envidia y al resentimiento”. El desenlace de este ciclo, según el mandatario, es “ver jóvenes desamparados, sofocados por el despojo de un Estado que saben que sólo está allí para explotarlos”.

El presidente argentino identificó un patrón que, a su juicio, se repite en el mundo occidental: “Las medidas de expansión fiscal, la expansión monetaria y la expansión del poder estatal por sobre de los individuos, conforman un patrón que se está repitiendo en todos los países, sobre todo en aquellos que componen el mundo libre”.

“El problema no es sólo de política económica. También cuando se viola la igualdad ante la ley o se abren las puertas de forma indiscriminada a la inmigración por razones políticas”, apuntó el jefe de Estado.

En este contexto, diferenció la inmigración de la invasión y cuestionó: “Los organismos de cooperación internacional, de los cuales esta organización forma parte, tampoco son ajenos a este problema. Con el correr de los años esta organización ha ido adquiriendo funciones ajenas a su espíritu fundacional, ha ido creando capas sobre capas de organismos, agencias y programas hasta alcanzar una hipertrofia de administraciones que son poco efectivas a la hora de resolver los problemas para los cuales fueron creados”, remató el mandatario.

En su intervención, Milei reafirmó su alineamiento con la agenda de Donald Trump y defendió la adopción de políticas consideradas impopulares pero, a su juicio, necesarias para el futuro de la nación. “Ellos quieren que apliquemos lo que hicieron mil veces y nos trajo hasta aquí, pero quiero dejarles en claro que Argentina hoy tiene un gobierno que decidió emprender el camino correcto aunque sea el más difícil, porque la prosperidad y el progreso de nuestro pueblo no pueden postergarse más”.

El mandatario argentino subrayó que su país no es el único que enfrenta decisiones complejas en el actual contexto internacional. “El presidente Trump en Estados Unidos también entiende que es el momento de revertir una dinámica que estaba llevando a Estados Unidos a una catástrofe, y sabemos que una catástrofe en Estados Unidos es una catástrofe global”, sostuvo Milei ante la asamblea, estableciendo un paralelismo entre su gestión y la del exmandatario estadounidense.

Al referirse a las políticas migratorias del líder republicano, Milei elogió su enfoque restrictivo: “Su ferra y exitosa política en términos de ponerle un freno a la inmigración ilegal lo deja más que claro. Entiende que debe hacerlo necesario, aunque a muchos no les guste, antes de que sea demasiado tarde. En otros países, por ejemplo, ya es demasiado tarde para esta decisión”.

El mandatario también destacó la reconfiguración del comercio internacional impulsada por Trump. “No sólo eso, sino que también está llevando adelante una reestructuración sin precedentes de los términos del comercio internacional, una tarea de magnitudes titánicas que hacen al corazón del sistema económico global, porque este sistema estaba depredando el corazón industrial de su país y sumiéndolo en una crisis de deuda sin parangón”.

Asimismo, el jefe de Estado argentino extendió su llamado a la comunidad internacional y a los organismos multilaterales: “Este tipo de desafíos que tanto el presidente Trump como yo estamos abordando tienen un denominador común que todos los países del mundo e incluso las organizaciones supernacionales deben enfrentar. Deben encontrar la manera de recuperar un interés por el futuro y no sucumbir a la tentación de solo atender el presente”.

“Quiero recordar cuatro cuestiones sensibles y de vital importancia para la República Argentina”, sorprendió Milei en el tramo final de su discurso.

El primer eje de su mensaje estuvo centrado en la histórica disputa de soberanía con el Reino Unido: “Quiero reiterar nuestro reclamo legítimo e irrenunciable sobre la soberanía de las Islas Malvinas, Georgia del Sur, San Luis del Sur y los espacios marítimos circundantes que permanecen ocupados ilegalmente”.

El mandatario argentino remarcó la persistencia de situaciones coloniales no resueltas, incluso tras ocho décadas de existencia de la ONU: “Invitamos al Reino Unido a reanudar las negociaciones bilaterales, de conformidad con la resolución 2065 de esta misma Asamblea General, junto con todas las resoluciones posteriores que la acompañan”.

El segundo postulado abordó la condena a la violencia fundamentalista, recordando los atentados sufridos en territorio argentino. “Quiero manifestar nuevamente mi repudio a las expresiones de violencia fundamentalista que aún existen y se propagan por el mundo”.

Al evocar los ataques contra la Embajada de Israel y la AMIA en 1992 y 1994, instó a la comunidad internacional a reforzar la cooperación jurídica: “Instamos a la comunidad internacional a fortalecer la cooperación jurídica para garantizar que las circulares rojas de Interpol sean respetadas y que los responsables de dichas atrocidades puedan comparecer ante la justicia, ayudándonos a terminar de cicatrizar esta dolorosa herida en la historia de nuestro país”.

En tercer lugar, Milei denunció el aumento de la violencia política atribuida a sectores de izquierda a nivel global. “Estamos asistiendo a una escalada inadmisible en la violencia política por parte de la izquierda a nivel global, violencia que en Argentina conocemos muy bien”.

Rechazó el uso de la fuerza como sustituto del debate racional y enfatizó: “Es inadmisible recurrir a la fuerza allí donde las razones fallan. Por eso repudiamos enfáticamente estos procedimientos que atentan contra las normas básicas de convivencia democrática”.

El cuarto y último punto estuvo dedicado a la situación de Nahuel Gallo, ciudadano argentino secuestrado en Venezuela. Al respecto, Milei destacó el caso como “una desaparición forzosa”, y reclamó: “Exigimos al gobierno de Venezuela su inmediata liberación y hacemos un llamado a la comunidad internacional para que acompañe este reclamo legítimo en defensa de los principios más básicos del derecho internacional y de la dignidad humana”.