Pablo Apez rompió en llanto: "Es para quienes siempre estuvieron conmigo, un regalo del cielo"
El jugador de Sacanta, que juega para Sinsacate, se quedó con la tercera edición del "Juan José Rosso" al vencer en la final a Carlos Maldonado por 15 a 6.
Subjefe de la Sección Deportes con especialización en temas deportivos. Más de 30 años comentando fútbol y otro tipo de actividades; además de haber realizado coberturas en todo el país con la incursión de los elencos bahienses en la elite del fútbol nacional. También coberturas del seleccionado Argentino en acontecimientos como Copa América y amistosos internacionales.
Ni bien se escuchó el bochazo estallando contra el piso sintético del club La Armonía, Pablo Apez elevó los brazos al cielo, caminó hacia la mitad de la cancha y mostró su rostro desfigurado por la emoción.
En su mente, seguramente, ese final apareció en múltiples ocasiones, pero ayer, por primera vez, se hizo realidad. El jugador de Sacanta, que juega para el club Sinsacate, giró para retomar el saludo de caballeros que aguardaba su contrincante, Carlos Maldonado (Barrio Hospital).
"Este triunfo es para quienes estuvieron conmigo y me acompañaron en los buenos y malos momentos. Cuando todavía no era nadie, me apoyaron mucho, hicieron el camino conmigo. Abuelos, amigos que ya no están; es un regalo del cielo", dijo Apez, emocionado hasta las lágrimas.
La primera en cruzarse en su camino fue su hijita, con un abrazo interminable como el premio más valioso, luego lo hizo el juez Fabián Delgado y más tarde sí, el contrincante de una final que nadie esperaba.
"Carlos (Maldonado) jugó muy bien, me obligó a dar lo mejor de mi. Me mantuve con calma durante todo el partido, sabía que iba a ser durísimo porque lo enfrenté en varias ocasiones y me ha ganado. Por suerte una chanta tres me despegó del tablero en un momento oportuno y luego pude mantener el ritmo y aprovechar el desconcierto de mi rival", contó Apez.
-En unos días tu rostro será un dibujo más en esta histórica pared de La Catedral.
-El viernes practicábamos con Ale Bouvé y me dijo: "Esa sombra negra parece tu rostro hecho a medida". Lo miré, nos reímos juntos y en el fondo pensaba que no era tan loco pensarlo. Mi sueño se cumplió gracias a mi familia, que me acompañó y me hizo sentir bien", resaltó.
-Tu señora, antes del partido, entró un segundo a la cancha y se retiró de inmediato. Dijo que era para darte la bendición, pero no podía soportar mirar...
-Sí, porque somos muy creyentes. ¿Si la fe mueve montañas? Qué te parece. Estoy feliz, agradecido al club La Armonía y al público, porque fue muy respetuoso. Mi señora sufre con los partidos, no es necesario que esté presente.
-¿Qué te llevás de Bahía Blanca?
-Jugué el año pasado el especial y también el Argentino representando a Córdoba. El bahiense es muy eufórico, exigente con sus propios jugadores. Está buenísimo que así sea porque uno necesita de ese aliento.
"En Bahía me han tratado muy bien, la gente se porta muy bien, entiende el juego y tiene excelentes representantes en las bochas. Me llevo un reconocimiento hermoso en mi corazón", aseveró Apez.
Un hasta pronto
Diego López hizo la clausura del torneo; agradeció el esmero de un club que trabaja con ahinco y se despidió hasta 2026.
Antes hubo una coronación para el campeón y subcampeón con trofeo incluido (lo donó la familia Francani), y un agradecimiento a Nicolás Franco, de Bochas Mar del Plata, quien le obsequió un tablero electrónico -otro fue adquirido por La Armonía- para la nueva modalidad de juego.
"Es el primer club de Bahía Blanca que lo tiene y seguramente será muy útil para los torneos zonales, provinciales y argentinos. Es sponsors del club y las bochas que utilizó Basualdo se las prestamos nosotros", señaló Fernando Servera, uno de los integrantes de la subcomisión de bochas que más se movilizó.
También estuvo presente, durante el partido, el presidente del Instituto del Deporte, Sebastián Barisone, y el presidente del club velezano, Daniel Nóbile.
También hubo un reconocimiento para Aldo López (campeón 1998), Rubén Trellini, la prensa bahiense y los juces: Fabián Delgado, Fabián Robert y Alberto Borel.
La escuelita de bochas -a cargo de Dardo Labastié- y el trabajo en la cantina -Vanina, Sabrina y Ariel- y el esfuerzo de la subcomisión de bochas sirvieron para atender con esmero a cada uno de los visitantes.