Bahía Blanca | Miércoles, 10 de septiembre

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Una foto y el recuerdo del “Hueso” Gil: “Un club me pagó con un perro y 100 monedas de un peso”

Gonzalo, retirado del fútbol oficial hace siete años, disputó 205 partidos y marcó 84 goles en cuatro equipos de la Liga del Sur: Olimpo, Rosario, Bella Vista y Comercial. Lo que contó, con lujos de detalles, sucedió en 2002.

Ordenando una cajonera con agendas de otros tiempos y libretas con formaciones de equipos que siempre ayudan a  la memoria a la hora de buscar algún dato estadístico, encontré una foto muy especial de un ex delantero del fútbol de la Liga del Sur que prácticamente vi nacer y que durante muchos años vivió frente a mi casa en el barrio Noroeste.

La imagen, de 2002 o 2003, hace foco en un escuálido Gonzalo Gil, formado en Olimpo desde la Escuelita, junto a su perro rottweiler, Homero, que tenía cara de malo pero era más bueno que el pan.

“En ese momento jugaba en Rosario y la mascota es parte de una anécdota que alguna vez conté pero no con lujos de detalles como me estás pidiendo vos”, sostuvo el “Hueso”, que en el aurinegro pasó por todas las categorías (hasta Nacional B) y solo le quedó un objetivo pendiente: “jugar en Primera división de AFA”.

“Después de no tener lugar en Olimpo, me fui a préstamo a Rosario, donde un dirigente, en el primer día de pretemporada y delante de todo el plantel, me dijo que no me tenía fe para los goles, y que por eso asumía el desafío de pagarme 50 pesos por cada uno que convirtiera”, rememoró quien dejó el fútbol oficial en 2015 y hoy vive en Ingeniero White junto a su esposa Estefanía Cardone y sus dos hijos: Alejo (20 años) y Santino (18).

“Había arreglado un sueldo de 350 pesos por mes, pero llegamos al final de la temporada sin que me paguen un centavo y con 17 goles convertidos. Ante mi reclamo, recibí un perro por parte de pago y dos bolsas con 100 monedas de un peso”, señaló quien lleva 21 años como empleado de la empresa Unipar.

“Fue todo lo que me dieron, y ya no puedo reclamar porque la deuda prescribió… (risas). Al otro torneo cambió la dirigencia y me vinieron a ver a mi casa, pero quisieron hacer borrón y cuenta nueva y no me pareció correcto. Igual, Rosario es un club donde te dan ganas de estar, con gente maravillosa y buena onda”, describió el actual colaborador de la subcomisión de mantenimiento de canchas en Puerto Comercial.

“¿El fútbol actual? El torneo de la Liga siempre es exigente, hoy se corre mucho, aunque mejoraron los campos de juego y se pueden ver buenos partidos”, argumentó quien después del tricolor puntaltense pasó por Bella Vista, Comercial, Sportivo y Cultural de General San Martín, Ferroviario de Coronel Dorrego, Unión de Tornquist, Puan FC y Sarmiento de Pigüé. 

 Tras un tiempo largo de rehabilitación por una grave lesión, su hijo Alejo volvió al ruedo en el verdiamarillo: “Juega bien, aunque nada que ver conmigo, es más enganche que delantero”, definió el hijo de Ester Quiroga y Raúl Gil, autor de 201 tantos en su carrera: 84 en la LDS, 97 en la Liga de Suárez y 20 en la Cultural.