Bahía Blanca | Miércoles, 27 de agosto

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¿Cómo evitar que la ropa pierda el color al ser lavada?

Mantener la intensidad y la viveza de los colores es fundamental no sólo para prolongar la vida útil de la ropa sino también para que cada vez que te vistas puedas sentir esa satisfacción de lucir impecable y bien cuidado.

Foto: Antonio Gravante (yayimages.com)

La ropa es mucho más que una necesidad básica, es una expresión personal que refleja estilo, gustos y, muchas veces, recuerdos valiosos. Por ello, cuando las prendas favoritas comienzan a perder su color después de unos pocos lavados, la decepción es inevitable. Mantener la intensidad y la viveza de los colores es fundamental no sólo para prolongar la vida útil de la ropa sino también para que cada vez que te vistas puedas sentir esa satisfacción de lucir impecable y bien cuidado.

¿Por qué la ropa pierde color?

Comprender las razones detrás de la pérdida de color es el primer paso para prevenirla. En las prendas, el color proviene de tintes que se fijan a las fibras durante la fabricación. Sin embargo, la intensidad de estos tintes puede variar según la calidad y el tipo de materiales. Cuando lavamos la ropa, las fibras se exponen a agua, detergentes, fricción y cambios de temperatura, y es en estos procesos donde el tinte tiende a desprenderse en pequeñas partículas que se pierden en el agua, esto genera que la prenda se vea opaca o “lavada”.

Además, el roce entre las fibras y el tambor de la lavadora, junto con el uso de detergentes agresivos o el agua caliente, acelera la liberación del tinte. El proceso no solo afecta el color sino también la textura, provocando que la ropa se vea más vieja y desgastada antes de tiempo. Otro factor a considerar es la exposición directa y prolongada a la luz solar durante el secado, ya que la radiación ultravioleta es capaz de descomponer los pigmentos responsables del color.

La importancia del secado en la conservación del color

El proceso de secado es crucial y muchas veces subestimado. Tradicionalmente en Argentina, sobre todo en zonas con climas templados y soleados, es común colgar la ropa al aire libre para que se seque rápidamente. Sin embargo, cuando la prenda permanece expuesta al sol directo por largos períodos, la radiación solar degrada los pigmentos responsables del color y provoca que las prendas se vean deslucidas con el tiempo.

Por eso, lo ideal es secar la ropa en lugares sombreados, con buena circulación de aire, evitando el sol directo. En casas con poco espacio o en épocas de alta humedad, esta tarea puede resultar difícil y lenta. Ahí es cuando electrodomésticos como el secarropas Drean cobran protagonismo. Los secarropas ofrecen un sistema de secado eficiente, no agresivo y que cuida las fibras evitando la acción directa del sol y el calor excesivo. 

Consejos para evitar que la ropa pierda color al lavarla

Una de las mejores estrategias para proteger la ropa es prestar atención a la forma en que organizamos las prendas antes de lavarlas. Es fundamental separar la ropa blanca, las prendas de colores claros y aquellas con tonalidades más oscuras. Esta separación evita que los tintes más intensos o mal fijados se trasladen a prendas más claras, lo que puede provocar manchas difíciles de remover así como una pérdida innecesaria de color. Por ejemplo, nunca se debe lavar un jean azul con una remera blanca, porque la indumentaria oscura puede desteñir y manchar la prenda clara.

Otro aspecto imprescindible es la temperatura del agua. El uso de agua caliente, además de acelerar el desgaste de las fibras, facilita que el tinte se desprenda. Por este motivo, lo más recomendable es lavar la ropa con agua fría o tibia. Este consejo tiene un doble beneficio en Argentina, no solo ayuda a preservar el color, sino que además contribuye al ahorro energético doméstico, un aspecto a considerar dado el costo de la electricidad y el gas en diversas regiones del país.

El detergente también juega un papel fundamental. Algunos productos más agresivos, especialmente aquellos con blanqueadores o agentes químicos fuertes, resultan muy dañinos para los colores. Por eso, se aconseja utilizardetergentes específicos para ropa de color. Este tipo de detergentes están formulados para proteger las fibras y evitar que el tinte se libere durante el lavado. En el mercado argentino existen muchas opciones que combinan esta función con la reducción de impacto ambiental, algo que muchas personas comienzan a valorar cada vez más.

En cuanto a la carga de ropa en la lavadora, un error común es llenar el tambor hasta el tope. Esto dificulta la circulación del agua y genera mayor roce entre las prendas, lo que acelera el desgaste y la pérdida de color. Al dejar suficiente espacio, la ropa se lava de manera más uniforme y con menos fricción, lo que contribuye a que se mantenga en buen estado por más tiempo.

La costumbre de dejar la ropa en remojo puede ser válida para eliminar manchas, pero prolongar este proceso con prendas coloridas no es aconsejable. El tinte puede empezar a desprenderse con el contacto prolongado con el agua y esto se traduce en pérdida de intensidad y posibles manchas.

Otros consejos para mantener el color de la ropa

A la hora de poner la ropa en la lavadora, un consejo simple pero efectivo es lavarla del revés. Esto reduce el roce en la parte visible de la prenda y evita que la superficie expuesta a la luz y al detergente sufra daños prematuros. El lavado del revés puede hacer una diferencia notable, especialmente en prendas estampadas o con colores intensos.

También se pueden utilizar fijadores de color caseros como el vinagre blanco y la sal. Estos ingredientes naturales ayudan a preservar el tinte ya que actúan como agentes estabilizadores durante el ciclo final de lavado. Agregar una taza de vinagre blanco o media taza de sal al último enjuague puede ayudar no sólo a fijar los colores sino también a suavizar las fibras, sin generar daños. Esta práctica es especialmente valorada por quienes buscan alternativas sustentables y económicas.

En cuanto al suavizante, aunque ayuda a que la ropa quede más suave y agradable al tacto, su uso excesivo puede dañar ciertas fibras y contribuir indirectamente a la pérdida de color. Por eso, se recomienda utilizarlo con moderación, siempre atendiendo a los consejos del fabricante.

Por último, no hay que olvidar que el planchado también puede influir en la conservación del color. El calor elevado puede deteriorar el tinte de algunas prendas, por lo que siempre es conveniente ajustar la temperatura según la etiqueta de cuidado y, en lo posible, planchar del revés o con un paño protector para evitar daños visibles.