“Estoy como nene con juguete nuevo, volver a Tiro es estar en casa otra vez”
A los 37 años, Santiago Fernández va a cumplir su tercer ciclo como jugador aurivioleta. “No regresé para retirarme, todavía puedo rendir al máximo nivel dentro de una cancha de fútbol”, indicó el defensor central que apunta a jugar, a soñar y, por qué no, a ascender.
El año pasado sufrió la fractura de la clavícula cuando mejor estaba y en este 2025 arrancó sin club y entrenando por su cuenta, con la preocupación lógica de que las propuestas que recibía no se cerraban y apuntando con insistencia hacia algún equipo de la zona mientras el receso de verano llegaba a su fin y los clubes iban completando sus plantillas.
“Tenía todo acordado con un club de la Liga de La Pampa, pero se pinchó cuando sucedió lo de la inundación y, en cierta medida, no me quedó otra que empezar de cero otra vez”, deslizó Santiago Fernández en el programa El Diario Deportivo, que se emite de lunes a viernes, de 14 a 15, por La Nueva Play.
“Un día hablé con Martín Botta (vice presidente de Tiro) y la posibilidad de volver a la entidad donde me formé y salí campeón dos veces en Primera (2007 y 2016) me empezó a ilusionar. Acto seguido fue charlar con el DT (Octavio Araneta), quien dio el ok para que me sumé al plantel”, señaló el “Muñeco” --como le suelen decir en el ambiente futbolístico de la Liga del Sur-- minutos después de bajarse del colectivo (es chofer de la línea 502, de la empresa San Gabriel) que todos los días maneja durante 7 horas y 40 minutos.
Este central de 37 años debutó en la Primera de Tiro --donde hizo infantiles y menores-- en 2005, cuando Luis Alberto Díaz era el orientador. Después pasó por Huracán (2013), Olimpo (2014), Pacífico (2015), otra vez Tiro (de 2016 a 2021), Comercial (2022-2023) y su segundo ciclo en el Verde de calle Terrada en 2024.
“Este es mi tercer regreso al aurivioleta, pero no volví para retirarme, sé que estando pleno puedo aportar mi experiencia dentro y fuera de la cancha. Ganas no me faltan, motivación tampoco, ¿por qué no ilusionarse con el ascenso”, preguntó en voz alta, feliz por estar en el lugar donde siempre quiso volver.
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