Bahía Blanca | Miércoles, 16 de julio

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Los egresados de la UNS que hicieron del reciclado un furor

A partir de una idea para cuidar el medio ambiente, desarrollaron una startup de economía circular, con una valuación de 6 millones de dólares, que ya se expandió a Europa.

Fotos: Emmanuel Briane-La Nueva.

Cuatro egresados de la Universidad Nacional del Sur se asociaron para crear una plataforma que fomenta el reciclado mediante un sistema de recompensa y monitoreo utilizando blockchain e inteligencia artificial, lo que les garantiza a sus clientes que cada envase recuperado se rastree de principio a fin.

Se trata de Reaquila, la empresa que en cuatro años pasó de acumular residuos en un baldío a escalar su negocio a España y México y alcanzar una valoración de 6 millones de dólares.

Los ingenieros Martín Parra, Facundo Roque y Maximiliano Fuchs y el analista en sistemas Maximiliano Rodríguez Intrevado son los cofundadores de esta empresa que nació en nuestra ciudad con el nombre de QReciclas en medio de la crisis mundial sanitaria y económica por la pandemia de Covid y que tomó un impulso sorprendente en muy poco tiempo. 

Es una startup con raíces bahienses que busca transformar la forma de reciclar. Básicamente, a través de una plataforma digital, la empresa se propone recuperar empaques post consumo e impulsar la economía circular mientras educa a la sociedad sobre la correcta separación de residuos.

Su nombre, derivado de "reciclada" y "aquila" (águila en latín), refleja su misión: ser "guardianes del medioambiente". 

Reaquila comenzó a expandir su modelo fuera de la Argentina. En 2023, empezó a operar en España, donde ya trabaja con cadenas de distribución y supermercados que implementan sistemas de reciclaje en sus establecimientos.

Además, está explorando el mercado de México, un país con una gran demanda de soluciones para el reciclaje de empaques.

"Queremos llevar este modelo a toda América Latina y luego expandirlo a Europa. Lo que aprendimos es que la tecnología es clave para garantizar la trazabilidad, pero también es necesario trabajar con gobiernos, empresas y comunidades para crear conciencia sobre la importancia de reciclar", explicó Maximiliano Rodríguez, uno de los fundadores de la startup.

La startup transformó una idea sencilla en una solución tecnológica que ya está escalando.

Para 2025, Reaquila proyecta generar US$ 1,5 millones en ingresos, con planes de seguir desarrollando su plataforma, mejorar sus algoritmos de inteligencia artificial y ampliar su red de socios.

La empresa planea continuar expandiendo su alcance, optimizando la recolección de residuos y contribuyendo al objetivo global de reducir la huella de carbono.

Con un equipo joven y comprometido, y un modelo de negocio que combina tecnología avanzada con un fuerte enfoque social y ambiental, Reaquila se posiciona como un actor clave en la transición hacia una economía circular más eficiente, no solo en la Argentina, sino también en el ámbito internacional.

Los comienzos

Reaquila comenzó de manera humilde en un terreno baldío cedido por Facundo Roque, uno de sus cofundadores y actual CCO, en Aguado 631 de nuestra ciudad.

“Allí se colocó un "punto limpio", donde los vecinos podían dejar sus residuos secos, clasificados correctamente”.

Para motivar la participación, la plataforma ofrecía un sistema de recompensas: los usuarios acumulaban puntos canjeables por descuentos en comercios locales.

"En solo dos semanas, se armó un basural a cielo abierto de 6 metros de altura. Ahí nos dimos cuenta de la necesidad que estábamos cubriendo", comentó Parra, al recordar el inicio de su aventura.

En ese momento, los fundadores notaron una importante falta de conciencia sobre el reciclaje en muchos sectores.

Entonces, lo que comenzó como una pequeña iniciativa local pronto se convirtió en una plataforma capaz de conectar a miles de personas con empresas y actores del reciclaje.

La inversión inicial de Reaquila fue de US$ 10.000, que provinieron de aportes personales de sus fundadores. Al principio, enfrentaron desafíos, desde la falta de infraestructura hasta la resistencia a la idea de separar los residuos.

Sin embargo, lo que Reaquila tenía a su favor era el compromiso y la innovación de su equipo.

En 2022, la empresa captó US$ 53.000 en su primera ronda de inversión, liderada por Sancor Seguros. Esta inyección le permitió expandir su modelo a otras ciudades y validar su negocio, lo que atrajo a clientes de alto perfil, como Coca-Cola y CCU.

También participaron en aceleradoras internacionales, como Lanzadera (España) y Silicon Valley Draper (EE.UU.), lo que les permitió mejorar sus procesos y afianzar su enfoque global. Con un cierre aproximado cercano a los US$ 450.000 a fines de 2024 y una valoración de US$ 6 millones, la startup espera alcanzar un modelo de negocios valuado en US$ 120 millones en los próximos cinco años.

La trazabilidad como valor agregado

El modelo de negocios de Reaquila se basa en la venta de datos sobre la trazabilidad de los empaques recuperados y los materiales reciclados.

A través de su plataforma, monitorean el ciclo completo de los envases, desde su consumo hasta su reciclaje, brindando a las empresas informes que les permiten cumplir con regulaciones ambientales y medir su impacto en la huella de carbono.

Utilizando blockchain e inteligencia artificial, Reaquila proporciona a sus clientes una trazabilidad precisa, lo que no solo genera confianza, sino que también optimiza el proceso logístico del reciclaje.

"Hoy, podemos garantizar que cada envase recuperado se rastree de principio a fin, lo que mejora la eficiencia y transparencia del proceso", explicaron.

Reaquila no posee infraestructura propia de reciclaje, sino que utiliza la logística existente en cada región, lo que le permite escalar rápidamente. Su plataforma conecta a consumidores, recicladores y empresas de tratamiento de residuos, facilitando la recolección y el proceso de reciclaje.

Pero más allá de su modelo de negocios, la startup tiene un fuerte compromiso social y ambiental. La empresa no solo se dedica al reciclaje, sino también a educar a la sociedad sobre la importancia de separar los residuos correctamente. Su plataforma incluye recursos educativos sobre cómo separar los residuos y el impacto que esto tiene en la reducción de la huella de carbono.

"Reaquila no solo tiene un modelo de negocio rentable, sino que está construyendo una cultura de reciclaje en un país que, históricamente, tuvo problemas con la separación de residuos. Esto es lo que más nos entusiasma: ver cómo cada vez más personas se suman al cambio", señaló Parra.

Hasta la fecha, Reaquila logró reducir toneladas de residuos que, de otro modo, habrían terminado en vertederos. Además, participa activamente en programas de economía circular en Buenos Aires y, recientemente, amplió su operación a España y México, lo que le da una proyección internacional.