Presupuestos más ajustados y menor volumen de compra marcan el consumo del segundo semestre
Estudios privados describen un escenario de salarios estancados, caída en la frecuencia de compra y un consumo cada vez más concentrado en productos esenciales.
El consumo de los hogares mostró una desaceleración en la segunda mitad del año, luego del repunte registrado en el primer semestre, una tendencia que ya se refleja en las decisiones de compra en los puntos de venta, según relevamientos privados.
De acuerdo con el informe Consumer Insights Q3.25, elaborado por Worldpanel by Numerator, el consumo masivo detuvo su proceso de recuperación durante el tercer trimestre y moderó su crecimiento interanual. Entre enero y septiembre, el avance acumulado fue de 1,5 %, aunque el último trimestre registró una caída del 0,7 %, lo que frenó la mejora observada en los primeros meses del año.
El estudio señala que los hogares redujeron tanto la frecuencia de compra como el volumen adquirido. Las visitas a los puntos de venta descendieron 2,2 % interanual y el volumen comprado cayó 2,1 %, una combinación que explica el retroceso del consumo en casi todo el país, con excepción de la región centro. En paralelo, el precio medio pagado entre julio y septiembre aumentó 23,9 % interanual, con una desaceleración respecto de períodos previos, en un contexto de reordenamiento de precios y canastas más selectivas.
La presión sobre los presupuestos familiares se intensificó durante el año. El 43 % de los compradores declaró llegar ajustado a fin de mes, frente al 29 % registrado en el primer trimestre. En cuanto al clima de expectativas, la esperanza se mantiene como el sentimiento predominante (38 %), mientras que el optimismo retrocedió al 42 % y un 22 % de los encuestados anticipa estar en una situación peor dentro de un año.
Este escenario se tradujo en un consumo más selectivo, con prioridad en productos esenciales. Durante el tercer trimestre crecieron categorías como alimentos secos (+0,8 %), lácteos (+0,5 %) y cuidado personal (+1,9 %), que junto con los alimentos refrigerados lideraron el desempeño entre enero y septiembre. En contraste, categorías más prescindibles y con mayores aumentos de precio, como las bebidas con alcohol, registraron una caída del 4,8 %.
La búsqueda de alternativas más económicas también se profundizó. En el tercer trimestre, las marcas del segmento más accesible incrementaron su volumen de compra en 2,3 %, mientras que las marcas propias de los comercios crecieron 6,8 %. Según Worldpanel, el 39 % del gasto actual se realiza a través de promociones, en un contexto en el que los consumidores demandan una propuesta de valor clara para convalidar precios más altos.
En cuanto a los canales de compra, la omnicanalidad continúa consolidándose, con hogares que combinan cuatro o más canales por mes. Los comercios de cercanía ganaron participación: entre enero y septiembre, los autoservicios ampliaron su base de compradores en 4,6 %, los almacenes y kioscos en 3,1 %, las farmacias en 2,4 % y las perfumerías en 5,7 %, frente a un crecimiento de 1,8 % en el canal moderno. No obstante, en volumen, supermercados e hipermercados mostraron una contracción más marcada en el tercer trimestre, con una caída del 3,4 % interanual.
Un análisis complementario de NielsenIQ Argentina coincide en que la recuperación del consumo en 2025 es frágil. Si bien el consumo masivo creció 2 % en el primer semestre, la desaceleración se acentuó desde mitad de año, influida por la incertidumbre electoral del tercer trimestre. La consultora advierte que, pese a la desaceleración de la inflación, el ingreso disponible tuvo solo una recuperación parcial y luego se estancó, especialmente en los hogares de ingresos medios y bajos.
Según NielsenIQ, los bajos salarios y la falta de empleo continúan siendo los principales problemas señalados por las familias. En 2025, el consumo creció apenas 2 % respecto de 2024, luego de una caída histórica del 16 % el año anterior.
Para 2026, las proyecciones apuntan a una recuperación moderada, apoyada en una mayor estabilidad inflacionaria, una mejora gradual de los ingresos y estrategias más eficientes de precios y surtido, en un contexto de consumidores cada vez más racionales y sensibles al precio. (NA)