Falleció Dora Lhande, recordada colaboradora del rugby en el club Argentino
En un deporte de hombres, Dora cumplió un rol destacado como colaboradora décadas atrás.
Periodista de La Nueva desde 1995, especializado en rugby y básquetbol; con colaboraciones en casi todas las secciones de la redacción (locales, policiales, regionales, Ritmo Joven, revista Nueva, Espectáculos)
"Una mujer es muy importante en el rugby. Los hombres no notan ciertas cosas que vemos las mujeres. Es el ojo de madre; a veces pecamos de gallinas, pero no importa".
Estas palabras reflejan lo que Dora Lhande significó para el rugby y en especial para el club Argentino, institución en la que trabajó como colaboradora desde el día en que sus hijos comenzaron a practicar la actividad.
Carmen Dora Kury de Lhande falleció ayer, al anochecer. Tenía 85 años. Sus restos serán velados este domingo de 8 a 12 en Bonacorsi.
Dora era madre de Patricia, Luis, "Sebita" y "Nacho", pero en cierto modo también la de cientos de chicos que animaban la actividad del Chancho cada fin de semana. Su preocupación iba más allá de la planilla de juego, de verificar el tema seguros médicos y otros detalles que hoy se gestionan a través de un teléfono o computadora.
Se vinculó al rugby cuando sus hijos Sebastián e Ignacio comenzaron a jugarlo a mediados de los '80. Otra época de este deporte, en la que todo era bastante rudimentario y allí Dora fue una mamá distinta, como también lo fue Anahí Menna de Vila, otra recordada mamá y colaboradora del Azul.
"Empecé a darme cuenta que íbamos a clubes y, por ejemplo, no contábamos con hielo para aplicarle a un chico golpeado. Entonces empezamos llevando hielo. En otros lugares no había botiquín elemental y bueno, lo llevamos. Y fui así, caminando, caminando... Mi rol siempre fue estar con la gente de la subcomisión ayudando en todo. Yo solamente trabajo, no me gusta figurar. No necesito que mi nombre figure arriba", dijo en una entrevista con este diario en 2006.
No era común ver a una mujer en la mesa de control de un partido de rugby.
"Tenía que ir a la cancha. Había que encargarse que fuera el médico y no cualquier médico, que las canchas estuviesen marcadas con cal, o la caldera prendida. Por ahí no salía agua de la canilla. Pavadas... Pero alguien tenía que dedicarse. Y es el día de hoy que estoy en la cancha de turista", dijo en una entrevista que concedió a este diario en 2006.
Sus familiares informaron que sus restos serán cremados y esparcidos en una de las canchas del club Argentino, tal como lo pidió Dora.