Bahía Blanca | Miércoles, 16 de julio

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Super T cumpliría hoy 14 años: "El ángel más lindo logró su misión de dar amor"

Su mamá, Florencia Mazzuchelli, lo recordó en esta fecha tan especial. Thiago Cornago partió el pasado 16 de marzo tras una feroz lucha contra el cáncer, pero dejó una consigna viva: "El amor todo lo puede". Hoy sigue presente en forma de corazones.

Hay situaciones en las que la empatía, eso de "ponerse en los zapatos de otro", parece una utopía.

En el caso de Florencia Mazzuchelli, mamá de Thiago Cornago, probablemente lo sea.

Ella, junto a su esposo Sebastián y su hijo Juanse, acompañaron a Super T en una batalla contra el cáncer que se extendió por siete años y llegó a parecer de otro planeta. Tras darlo todo, Thiago partió el 16 de marzo pasado y su ausencia se intensifica en una fecha tan especial.

"Hoy Thiago hubiera cumplido 14 años, será un día muy triste y lo vienen siendo estos días de pensar que no podemos celebrarlo juntos, ni darle un beso, un abrazo", dijo Florencia.

"Duele muchísimo, pero no queda otra que pensar que fue, es y será el ángel más lindo que logró su misión de dar amor y enseñar a todos a no bajar los brazos, a lograr que todos lo recuerden con una sonrisa hermosa. Va a estar en el corazón de muchos por siempre", expresó.

Para mantener viva su memoria y con la certeza de que somos lo que compartimos, Florencia armó un libro con anécdotas de Thiago que fueron escribiendo amigos y familiares que vivieron momentos juntos, en el cual agregaron fotos.

"Quedó hermosísimo. Ahora está pasando de casa en casa para que lo vayan leyendo y siguen escribiendo mensajes hermosos. La idea es poder recordar con amor a alguien que ya no está físicamente con uno", explicó.

Otra manera en que la familia y amigos tienen de recordarlo es a través de corazones que van apareciendo en momentos inesperados.

"El tema de los corazones surgió porque cuando Thiago estaba en el hospital sus últimos días, donde ya no tenía plaquetas y se le formaban petequias (que son manchas rojas en la piel), le descubrí un corazón y más tarde le apareció una J como la inicial del nombre de su hermano Juanse", contó.

"Mientras estaba sedado, le hablábamos mucho con su papá y en un momento yo le pedí que por favor me mandara señales de que estaba bien con formas de corazones, lo que sea. A los poquitos días de que él ya no estaba físicamente con nosotros, empecé a ver corazones en todos lados: piedras, hojas, en la comida, espuma del baño, trapos, etc.", confió.

Entonces decidió mostrar las imágenes de esos corazones que iban llegando.

"Me gusta compartir en las redes con la gente para que todos sientan su mensaje y cómo uno lo puede sentir siempre. Entonces empezaron a mandarme fotos de cuando ellos veían corazones", contó.

"Los corazones se aparecen como señales y cada día alguien me manda fotos y se acuerda de él. Y eso a mí me llena el alma", dijo.

Otro legado de este gran ángel es una fundación que hoy lleva su nombre @fundacionsupert y que llevan adelante Germán y Juli.

Inspirados por la historia de Thiago y su familia, la Fundación Kelluafen nació en 2019 para ayudar a familias con necesidades.

"En ese momento, no sabíamos por dónde empezar, pero teníamos algo claro: queríamos hacer algo por ellos. Thiago sonreía ante la adversidad. Se ponía de pie ante cada noticia. Contemplar ese milagro fue un privilegio: no se rindió jamás. Y siempre, puertas adentro, pensamos lo mismo: si él tiene ese espíritu de lucha... ¿Por qué no lo podemos tener nosotros? Por él. Por su familia. Y por nosotros", comentaron en el muro de la fundación.

Con Germán, de la Fundación Super T.

"Kelluafen fue el nombre con el que nació nuestra fundación. La identidad, sin embargo, se transita, se moldea y se construye. Hoy tenemos la chance de elegir. Tenemos la oportunidad de gritar por Super T. De hacer valer su historia, de continuar sus sueños, de alimentar nuevas esperanzas. Solo muere quien es olvidado. Y nosotros no podemos, no debemos ni queremos olvidar. En definitiva, el amor ❤️todo lo puede. Ayer, hoy y siempre", expresaron.

Su transformadora historia de amor y coraje

Cuando a sus seis años le diagnosticaron un neuroblastoma retroperitoneal, lo llamó "la Maldita Papa", porque su doctor le había explicado que el tumor era una papa que había que sacar.

Desde entonces se asumió un superhéroe para combatir contra ese villano, con la complicidad de su tía, quien diseñó su alter ego con los colores de River. Thiago era tan fan de los superhérores que tenía un montón de ellos en su habitación.

Su historia -publicada por primera vez en 2017 en La Nueva.- llegó a ser difundida en varios países, ya que ni bien lo operaron la primera vez, decidió compartir con otros pequeños un diario personal con sus vivencias. Ese libro fue un regalo para muchos niños que transitaban momentos difíciles, ya que se distribuyó -convertido en revista- de forma gratuita en los hospitales del país.

Hizo su tratamiento en Buenos Aires durante años pero no fue suficiente. El tumor volvía a aparecer. Hasta pasó por un autotrasplante de médula.

Para llevar adelante una nueva experiencia de tratamiento su familia se radicó por un año y dos meses en España para que Thiago pudiera atenderse con especialistas.

En Barcelona, atravesó ciclos de quimioterapia y de inmunoterapia, un ensayo clínico con el que se pretendió lograr que su organismo no permita el retorno de esta enfermedad.

Durante siete años, los bahienses siguieron la historia del pequeño Thiago, que junto a su familia jamás bajó los brazos. 

El año pasado, Súper T regresó a la ciudad junto a su familia para comenzar la secundaria en el Colegio La Salle.

Más allá del insoportable dolor de la pérdida, Florencia Mazzuchelli abraza cada momento compartido con la certeza de que la lucha de Thiago contra el cáncer valió cada minuto, no solo para su propia experiencia humana, sino para ayudar a tantas personas que lo tomaron como ejemplo y a las que sigue inspirando.

Su mensaje motivacional  llegó a miles con su lema "El amor todo lo puede".

Un guerrero sin espada: con capa y un corazón enorme que todavía se deja ver en este misterioso y finito camino que es la vida.