La industria petroquímica, frente a una gran oportunidad
El principal desafío es el referido a las inversiones necesarias para la exploración de hidrocarburos y posterior producción.
Una muy interesante ventana de oportunidades en el sector petroquímico está disponible para la Argentina y que se puede definir por dos situaciones independientes: por una parte la posibilidad de mantener un margen de competitividad a nivel regional respecto de las nuevas producciones previstas en EE.UU. con puesta en marcha a partir del año 2017 y que están basadas en el desarrollo del shale gas y shale oil en ese país; por la otra parte, la existencia de una clara ventaja con respecto al tiempo, tecnologías e inversiones necesarias para el desarrollo del shale gas y shale oil en nuestro país, respecto a similares necesidades para el desarrollo en Brasil.
El nivel del desarrollo de la demanda, sustentado en el crecimiento general de la economía, sería suficiente para justificar expansiones en nuevas plantas de escala internacional no sólo en la gran mayoría de las producciones existentes, sino también para poder iniciar producciones de óxido de etileno, etilenglicol y aminas, hoy no producidas en nuestro país.
Así la producción total de la industria petroquímica argentina en el 2025 alcanzaría los 14 millones de toneladas con un crecimiento de más del 160% con respecto al año 2010, lo que permitiría alcanzar un saldo de balanza comercial petroquímico positivo en US$ 2.225 millones anuales, compensando en modo casi completo el déficit de nuestra balanza comercial química.
La magnitud del desafío
El principal desafío es el referido a las inversiones necesarias, tanto para realizar exploración de hidrocarburos, confirmación de reservas y posterior producción, como la necesaria para realizar las inversiones en plantas petroquímicas.
Para el primer caso se estima supere ampliamente los US$ 80.000 millones. Las inversiones que serían requeridas por la industria petroquímica para aumentar capacidades, alcanzaría los US$ 15.000 millones, cantidad que no toma en consideración las inversiones necesarias para gasoductos, plantas separadoras de gas y demás infraestructura requerida.
La necesidad de recursos humanos altamente calificados superará los 6.000 nuevos puestos de trabajo en forma directa, lo cual presupone la necesidad de unos 42.000 puestos adicionales en forma indirecta.
Actualmente, la Industria Química y Petroquímica de Argentina produce más del 4,2% del Producto Bruto Industrial (PBI), representa el 12% de la Industria Manufacturera Local, emplea 70.000 personas en forma directa y más de 280.000 empleos indirectos en toda la cadena de valor y una inversión en activos de más de 18.000 millones de dólares.
En este sentido, el sector químico y petroquímico de la Argentina se encuentra en el “TOP 2” de los más grandes de Sudamérica, después de Brasil.