Saint Exupéry por la Patagonia
El piloto y escritor francés vivió dos años en la Argentina.
Es periodista, ingeniero civil y docente de la Universidad Nacional del Sud en materias relacionadas con el Patrimonio arquitectónico y el planeamiento urbano. Ha publicado notas en revistas Vivienda, Todo es Historia, Obras & Protagonistas y Summa +. Participa en varios micros radiales referidos a la historia de Bahía Blanca. En dos ocasiones recibió primera mención por parte de ADEPA en el rubro Cultura e Historia.
Hace 94 años, en julio de 1930, llegó a nuestra ciudad Antoine de Saint Exupéry, con el fin de supervisar el funcionamiento del servicio de la Aeroposta Argentina, la primera línea aerocomercial de cabotaje del país.
Inaugurado en noviembre de 1929, el servicio tenía punto de partida en nuestra ciudad, con el aeropuerto en Villa Harding Green, y llegaba hasta Río Gallegos, con varias escalas intermedias. Saint Exupéry tenía 30 años de edad, era empleado de la empresa y había sido trasladado desde su puesto en Cap Juby, en Marruecos, a Buenos Aires como máxima autoridad en el país.
Aquel mes de 1930 llegó piloteando su avión Potez con el objeto de “inspeccionar y verificar el transporte aéreo de correspondencia y pasajeros.
Proveniente de General Pacheco, la nave aterrizó a las 8.40 en Villa Harding Green. Fue puesto en conocimiento de unos aterrizajes forzosos, “mostrándose satisfecho de la conducta de los pilotos y las medidas tomadas por Rufino Luro Cambaceres, jefe local.
Saint Exupéry siguió luego viaje a San Antonio Oeste y a Puerto Lobos, donde estaba el avión Laté 25 número 643 que por un desperfecto mecánico había aterrizado de emergencia en esa localidad. Luego continuó hasta Comodoro Rivadavia.
Volvió un día a Harding Green, trayendo correspondencia y cuatro pasajeros. A las 9,50 emprendió el regreso a la Capital Federal, donde aterrizó a las 12.40.
El piloto, pocos lo sabían entonces, había publicado en Francia un par de libros El Aviador (1926) y Correo del Sur (1928). Durante su estada en nuestro país redactó Vuelo Nocturno, publicado en 1931.
En 1943, residiendo en Nueva York, publicó El Principito, uno de los libros más editados y traducidos de la historia de la literatura. Saint Exupéry nunca supo de ese éxito. Desapareció meses después, en julio de 1944, volando sobre el mar Mediterráneo.