"Lo de Lautaro cambió el fútbol formativo de Bahía; cada vez hay más chicos y con más compromiso"
Alberto "Pichu" Desideri fue entrenador del Toro en las menores de Liniers y, también, fue quien lo hizo debutar en Primera.
Alberto "Pichu" Desideri es un histórico entrenador y, sobre todo, formador de Liniers y es quien tuvo la chance de dirigir a Lautaro Martínez en la etapa formativa y, además, fue quien lo hizo debutar en la Primera del Chivo.
"Ya no me sorprende nada de Lautaro, pero todavía tiene mucho más para dar, no tiene techo. Porque en estos momentos de tanta presión, en el máximo nivel como es la Selección, seguir definiendo como lo está haciendo, demuestra que no tiene techo todavía", reconoce Pichu en diálogo con "El Diario Deportivo", el día después de que el Toro marcara el gol para que la Selección sea bicampeona de América.
"Estuvo espectacular -agregó-, me hizo acordar un poco al remate en la final contra Francia".
Con el de ayer, Lautaro llegó a cinco goles (en 221 minutos) en la competencia y se quedó con el botín de oro del certamen.
"Es un jugador que tiene el arco entre ceja y ceja y siempre encuentra el movimiento o la técnica para que la pelota vaya al arco", resumió Pichu, quien hizo saltar a la cancha a Lautaro el 16 de mayo de 2013, con apenas 15 años y 8 meses. Ah, hizo un gol, obvio.
"Lo que siempre me llama a atención es el carácter que tiene, como que siempre anda enojado como que no cumplió los objetivos. Es muy competitivo, para pelearle el puesto hay que esta muy preparado porque él está siempre con ganas de superarse y quiere estar siempre", señaló Desideri.
Pichu, hoy coordinar en Liniers, analizó -entre otras cosas- cómo repercutió en el fútbol de nuestra ciudad la dimensión de los logros conseguidos por el Toro.
"Lo de Lautaro cambió muchísimo la situación del fútbol de Bahía en menores y juveniles, lo cambió por completo. Lo de Lautaro y lo de Pezzella también y algunos otro chicos que están jugando en AFA, nosotros vemos mucha más cantidad de chicos y mucho más compromiso. Vos sabes que Liniers es un club donde los chicos son bastante responsables, ya tienen esa estructura de rigidez disciplinaria y de trabajo en la semana pero yo eso lo veo cada vez mejor. Eso ha pegado fuerte acá. Uno de los ejemplos es que antes un buscador de talentos venía una vez cada tanto y ahora vienen cada 20 días", ejemplificó.
Durante unos cuantos días, en el Zibecchi y en cada rincón de Liniers volverán a vivirse horas especiales: el último hijo pródigo lo hizo de nuevo.
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