Bahía Blanca | Sabado, 04 de mayo

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Emanuel Núñez: “Una vez hice 350 kilómetros en taxi para jugar un torneo, una locura”

El puntero de Almafuerte está atravesando un gran momento en el certamen de Parejas. "Es un grupo hermoso", dijo.

Fotos: Emmanuel Briane-La Nueva.

 

Cuando abre los ojos en señal de aprobación, es porque la bocha fue derecho al chico y el tanto está asegurado.

El “Ema” Núñez (Emanuel) no para de recibir elogios por el crecimiento que tuvo en los últimos años hasta instalarse como jugador clave en un plantel de primera. Su vocación, sus ganas y el apoyo de sus compañeros le permiten hoy ser pieza importante del club Almafuerte, uno de los protagonistas del torneo de Parejas.

“Estoy feliz, disfrutando del juego. Recientemente ganamos un torneo abierto en Dublin con Enzo Salvi. Estar en Almafuerte, con toda la historia que tiene el club, es maravilloso", dijo Núñez.

 

Emanuel arrancó en las bochas cuando tenía 4 años, acompañando a su padre, Rafael, a cada partido que jugaba Villa Delfina.

“Me decían mascota, porque era diminuto. El club era muy familiar, estaban mis tíos Eduardo ‘Coco’ Funk y mi tía Gladys. Tuve tanto apego que a los 8 o 9 años ya jugaba en segunda y tercera; eran tiempos donde el club estaba obligado a presentar un menor”, señaló Núñez.

 

“Mi viejo era el guía, me enseñó a jugar. Me entusiasmé y a los 13 o 14 años me pasaba 5 o 6 horas por día dentro de una cancha de bochas. Vivía a pocas cuadras y me iba de mi casa hasta el club tirando bochazos por la calle”, remarcó.

-¿Qué pasó con la cancha de Villa Delfina?

-La cancha está, pero es un abandono total. Se me cae un lagrimón, sería bueno recuperarla.

La pérdida de su padre y razones laborales, cuando tenía 17 años, le restó algo de entusiasmo a Emanuel, que decidió dejar de jugar a las bochas, hasta que un día, después de 8 años, apareció Carlos Tomaselli en su vida.

“Me convenció de ir a Talleres, en Villa Serra, en 2015. Había amigos de la infancia, como Emilio Mariani, y se hizo un lindo grupo con la familia casco: Kevin, Ramiro y Sergio. Jugué en segundas y terceras, llegamos a las finales de tríos, aunque no pudimos ganar”, sostuvo.

Luego vino un breve paso por Kilómetro Cinco –jugó en tercera con Julio Martínez y Julio Ascencio- en 2016, cayendo otra vez en la final de tercetos ante Barrio Hospital (David Tello, Marcelo Osores y Darío Fernández).

“Fue un buen año para el club porque salió campeón de Primera con Dante Núñez, Luciano Bardelli, Fabián Tolosa y Matías Bozich”, aseguró.

 

Precisamente, Barrio Hospital fue el club que lo cobijó en 2017, donde formó un equipo letal con Sergio y Kevin Casco.

“Fui campeón individual de segunda y tercera ante 9 de Julio (Sebastián Bevilacqua) por 15 a 14. Me dirigió el Dani Vitozzi, una excelente persona. En tríos volvimos a perder la final ante La Armonía, jajaja. La tercera no fue la vencida”, subrayó.

-¿El año donde aprendiste a tirar bochazos?

-Jajaja. En La Falda tiré un bochazo a los siete metros, el elemento picó en el filo de la baranda y cayó en la otra cancha. Menos mal que no había nadie. En realidad se me escapó la bocha por el costado de la mano, tiré horrible. En ese momento tiraba a media mano, pero después el ‘Torta’ Núñez me dijo que me convenía tirar mano arriba. En eso ‘Chiche’ era un especialista, me enseñó cómo hacerlo”, apuntó Núñez.

“Soy puntero, mi fuerte es el arrime, pero por ahí me queda una bocha para tirarle y lo tengo que hacer de la mejor manera”.

 

En 2018 jugó en Villa Mitre con el Coco Natali y Carlos Tomaselli.

"Con el Coco, después de ganar un selectivo, fuimos a jugar un Provincial de Tercera a Chacabuco. Fue algo loco, porque me había ido con mi esposa a Puerto Iguazú y a la vuelta me bajé en el medio de una ruta que ni recuerdo e hice 350 kilómetros en taxi para llegar al torneo.

-Tu señora, contenta...

-Jajaja. estaba todo hablado con Silvia. Pagué una fortuna, ya me había reservado ese dinero (5 mil pesos en 2017) cuando salimos de Bahía. Llegué a Chacabuco, pasamos el primer día y en el segundo perdimos con Zárate. Todavía recuerdo las palabras de Natali: "No te tenía mucha fe...".

-¿Cómo lo remediaste?

-Noo. A Siliva le gustan las bochas es jugadora. Me apoya y entiende.

 

-Y desde 2019 estás en Almafuerte.

-Sí. Empecé a jugar con Bruno Rodríguez y la otra pareja del club era Rafa Randazzo-Pablo Spurio. Habíamos arrancado bárbaro, pero llegó la pandemia y se paró todo. Cuando retomamos, en 2021, se hizo un torneo de parejas y Almafuerte salió campeón en Primera.

 

"Jugaba Rafa, Pablo y yo. La final se la ganamos al 'Flaco' y el 'Titi' Escobar. Después seguí con Spurio en Primera y el reemplazante de Rafa fue Kevin Albornoz. En 2023 llegamos a la final de parejas y entramos al cuadrangular en tercetos. Se armó un lindo grupo, similar al que tenemos ahora donde estamos muy ilusionados", subrayó.