Bahía Blanca | Viernes, 03 de mayo

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Costa Biondi y la chance de otro Juego Olímpico con Las Leonas: "El sueño está intacto"

A menos de cien días de París 2024, la bahiense se encuentra en su cuarto mes de recuperación tras una lesión ligamentaria en la rodilla.

Día ganado: Valentina durante uno de sus ejercicios de recuperación. Foto: Randomsport

(Nota ampliada de la publicada en la edición impresa)

 

"Creo que en otro momento, o en otra etapa de mi vida, me hubiese puesto muy muy mal y no hubiese dado lo mejor de mí", reconoce Valentina Costa Biondi a poco más de cuatro meses de haber sufrido la ruptura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha jugando para Las Leonas.

Por estos días, la bahiense realiza trabajos en campo y reconoce: "Me siento bastante orgullosa de mí misma, por cómo llevo la recuperación y los profesionales que tengo al lado. Toco madera, pero la siento súper bien a la rodilla".

El objetivo está claro: volver a vestir la camiseta de Argentina en los Juegos Olímpicos, como en 2021 lo hizo en Tokio, pero esta vez en París, próxima sede en poco menos de 100 días.

"Mi energía está toda puesta ahí, en ese objetivo y en la recuperación de la rodilla", admite.

Mientras espera para entrar a una nueva sesión de kinesiología, algo ya habitual en su actual rutina, la medallista de plata en Tokio 2020, subcampeona mundial y doble medallista dorada en Juegos Panamericanos dialogó con La Nueva. y contó cómo vive esta etapa de su vida.

"Va todo bastante bien, va todo encaminado. Estoy mucho más tranquila; así que nada, paciencia. Por más que me quiera curar ya, la rodilla lleva su tiempo", explica Valen.

Ya con el palo y la bocha, Valentina en plena recuperación. Foto: Randomsport

¡Todo Ok! Valentina tras la operación de la rodilla en diciembre.

—¿Cómo te vas sintiendo?

—Este último mes ya empecé a estar con las chicas, pude correr... todo eso me da un envión anímico muy grande. Me siento bastante orgullosa de mí misma, por cómo llevo la recuperación y los profesionales que tengo al lado y que me acompañan. Toco madera, pero la siento súper bien a la rodilla. No es miedo, pero por ahora le tengo cierto respeto a algunos movimientos que debo practicar un par de veces para que me salgan bien.

—Decís que estás más tranquila ahora, ¿cómo fueron los primeros momentos cuando se confirmó la lesión?

—Al principio estaba muy enojada. Después, cuando lo digerí y lloré un poquito, entendí que son cosas a las que estamos expuestos los deportistas. Si pasó es porque tenía que pasar y punto. Miré para adelante y listo, no había otra cosa. Por más que yo patalee o me enoje, a la que le iba a restar eso era a mí misma. Por eso me convencí que tenía que mirar para adelante y meterle, no me quedaba otra. Fue un poquito de duelo y después mirar para adelante. La verdad que fue todo muy rápido, a los pocos días me operé y enseguida ya estaba haciendo el posoperatorio con kinesiólogas (Patricia Fioroni y Catalina Maschwitz) y los doctores que me operaron (Juan Ignacio Paunovich y Pablo Freijo). Tampoco tuve tanto tiempo como para asimilarlo, un poco que estoy cayendo ahora de lo que me pasó.

—También es válido el duelo y es parte del proceso. Imagino que las preguntas son las típicas de "¿por qué a mí, por qué en este momento...?".

—Sí, tal cual. Pero bueno, una siempre trata de sacar lo positivo. Yo muy pocas veces he tenido lesiones importantes. Pero sí, obvio que esas son las preguntas, ¿por qué me pasa esto?, ¿por qué ahora? Al principio decía 'ojalá no sea nada', pensaba en que sea una distensión, pero conociéndome sabía que algo más había pasado. Pero sí, me parece que es válido atravesar por ese duelo. Rescato lo positivo y en este caso en que fue todo muy rápido, los docs (sic) se movieron súper rápido para que yo pueda arrancar la recuperación lo más pronto posible. Después de todo esto, más allá cuál sea el resultado final, algo positivo voy a sacar, algún crecimiento desde algún aspecto voy a tener y eso hoy mentalmente lo estoy viendo.

—¿Dónde se busca el sostén en esos momentos difíciles?

—Un apoyo súper súper grande para mí es mi pareja (María José Macalú). Mi familia y mis amigas también, obviamente. Pero es como te digo, ya pasó y más que decirte 'metele a la recuperación', no te pueden decir. Yo me pondría del otro lado y más que eso no podés decir. Pero también a las que ya pasaron por esto les preguntaba qué sintieron, cómo les reaccionó la rodilla después y otras cosas. Hay varias chicas en el Seleccionado que les ha pasado, entre ellas Bianca (Donati) y Barbi (Dichiara), así que les fui consultado. También hablé con Charo Luchetti, que ella todos sabemos que se recuperó muy rápido para ir a los Juegos. Así que le pedí un poco su opinión de cómo trabajar con los profesionales.

—Cuando no llegaba la citación a Las Leonas me contaste que a partir de un momento decidiste empezar a tomártelo con soda y llegó...¿está vez cómo decidiste atravesar el momento?

—Elijo atravesarlo de la mejor manera. Y esto es un poco del sostén que me preguntabas, mi pareja me ayuda constantemente y mis compañeras también, me motiva tenerlas cerca y estar viéndolas. Fue un poco eso, apoyarme en mi pareja, tener una mirada positiva. Sabiendo que no todo es color de rosas, que si quiero tener un bajón lo puedo tener, pero me marca que vengo haciendo las cosas bien. Con mi familia no lo hablo tanto, no porque no me pregunten o no les interese, sino porque intentan cambiar un poco de tema porque sino es de lo que hablo todo el día. Trato de encararlo por ahí, no me lo tomo con soda como te dije aquella vez porque es algo que requiere mucho de mí, entreno más ahora de lo que entrenaba antes, pero sí con paciencia y tranquilidad, sin relajarme y tratando de hacer todo al pie de la letra para que salga bien.

—¿Por dónde pasa ese orgullo que me decías que sentís de vos misma?

—Creo que más que los avances y por cómo vengo, el orgullo pasa por la forma en la que me estoy tomando todo esto. Creo que en otro momento, o en otra etapa de mi vida, me hubiese puesto muy mal y no hubiese dado lo mejor de mí. Creo que me agarra en un momento en el que tengo mucho apoyo y mucha contención de mi pareja y por eso me lo puedo tomar de esa forma. Ella sabe lo que significa para mí, porque compartimos deporte y lo vivimos de tal forma que pasa a ser nuestro estilo de vida. Creo que más que nada por eso es el orgullo, por la persona que elijo que esté a mí lado y que me acompaña a transitar este período.

—¿Ese acompañamiento pasa por una charla, un gesto o qué?

—De todo. De charlas, porque una por ahí es muy autoexigente y no se da cuenta y está bueno que del otro lado te den otra perspectiva y que tengan la confianza de decirtelo así en crudo, para que realmente te des cuenta de todo lo que estamos haciendo. Pasa bastante por charlas y también por gestos, miradas y pequeños detalles.

Valen junto a Majo, su compañera y gran sostén durante la lesión.

En 2021 Valentina escribió historia de la grande, al transformarse en la primera jugadora de la Asociación Bahiense de Hockey en disputar los Juegos Olímpicos, la cita máxima del deporte.

Días después, además, consiguió ser la primera mujer de la ciudad en obtener una medalla olímpica y la sexta deportista en la historia de Bahía Blanca

"Ni bien me lesioné lo primero que se me cruzó por la cabeza fueron los Juegos Olímpicos, lo demás es decorado. Porque con el club (San Fernando) hoy no tengo pendiente muchas cosas, ya salí dos veces campeona que no es nada fácil (NdR: el año pasado fue la figura de una final para el recuerdo), no me preocupaba en ese sentido. Lo primero que se me vino fue eso y empezar a sacar cuentas", admite.

Información día a día rumbo a los Juegos Olímpicos París 2024

Valen festeja junto a Luli Sanguinetti, después de jugar una soberbia final para ganar el Metro.

—¿Y dan esas cuentas? Sin que se convierta en una presión, debe ser la mayor motivación que tenés para recuperarte...

—Trato de enfocarme de pleno en la rodilla y de no sacar tantas cuentas. La verdad que al principio sí lo hacía pero este mes fue de puro crecimiento en lo que es rehabilitación, hice un montón de cosas: agarré el palo, la bocha, empecé a correr, estaba a la par del equipo haciendo todas las cosas. Fue muchísimo. Trato de estar más enfocada en eso y no tachando los días para ver si llego. Inevitablemente a veces lo pensás, pero estoy tratando de poner toda mi energía en que la rodilla esté lo mejor posible. Después son decisiones del cuerpo técnico, sé que tengo las mismas oportunidades que las demás, tendrá una desventaja por esto o no, pero tengo que tratar de usarlo a mi favor como te decía al principio, tratar de sacar todo lo positivo. Yo voy a darlo todo como siempre para obtener lo que quiero.

—Si bien toda lesión es inoportuna, me parece que te agarró justo en un momento que eras una pieza clave para el equipo. ¿Eso también te generó cierta bronca y, al mismo tiempo, algo de tranquilidad pensando en la vuelta?

—Sí, la verdad que sí. No es para hacer la plancha ni nada de eso, pero creo que una se conoce y va palpando las situaciones y no es que crea que tengo un lugar indispensable en el equipo pero sí me había ganado mi lugar, como cualquier otra jugadora. Tampoco es que me agarro de eso, al contrario. Más allá que de a poco me fui ganando un lugar, siendo protagonista en mi club y demás, siempre agradezco que eso lo tengo gracias a las chicas o los equipos donde estoy. Yo soy la jugadora que soy por las compañeras que tengo. Las chicas vienen entrenando muy bien pero nadie tiene el lugar asegurado, las decisiones las toman los cuerpos técnicos, podés estar o no de acuerdo pero no sabés lo que puede llegar a pasar.

Valentina en Tokio, con la medalla que la medalla olímpica.

¡En la casa! Valen con la medalla de Tokio en Bahía, durante una clínica en la cancha de la ABH.

—¿Volver a vivir una experiencia como la de Tokio es la gran motivación?

—¡Obvio! Aparte fue un Juego Olímpico atípico (NdR: por la pandemia). Una lo quiere ver como la fiesta del deporte que realmente es y sacarle el provecho a full, para crecer deportiva y personalmente. Creo que va a ser otro Juego Olímpico totalmente distinto, porque se va a vivir de otra forma. Además creo que cada proceso es particular.

—Soñás con París todos los días...

—Sí, la verdad que sí. Mi energía está toda puesta ahí, en ese objetivo y en la recuperación de la rodilla. En la Selección ninguna tiene el puesto ganado y ninguna tiene el puesto perdido, depende mucho del trabajo y el esfuerzo que hagas más allá de la clase de jugadora que seas. Es todo un complemento, no es una sola cosa. Obviamente que sueño y anhelo estar en París, pero primero está la rodilla y vamos pasito a pasito. Pero creo que el sueño está intacto y hoy toda mi energía está puesta en la recuperación de la rodilla.

Rodeada de afecto y apoyo, y con la constancia que la caracterizó siempre, Valen se sigue recuperando de una inoportuna lesión que quizá se transforme en el inicio de otro camino olímpico.