Bahía Blanca | Jueves, 02 de mayo

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Un gesto, una voluntaria y una caricia para los pacientes del Penna

La bahiense Valentina Bucca realizó un mural en la sala de diálisis para adultos del Hospital por iniciativa e invitación de la Asociación para la Prevención del Síndrome Urémico Hemolítico.

Valentina Bucca, la muralista que donó su arte y su tiempo.

Por iniciativa de la Asociación para la Prevención del Síndrome Urémico Hemolítico en Bahía Blanca y mediante el trabajo voluntario de la artista bahiense Valentina Bucca la sala de diálisis para adultos del Hospital José C.Penna cuenta con un nuevo mural.

"Desde Apresuh se pusieron en contacto conmigo y me pareció una muy buena idea", dijo la ilustradora y estudiante del último año de Comunicación en Capital.

"Fui un día a conocer la pared y allí estaban los pacientes que van con más frecuencia y fue buenísimo poder ponerles cara a quienes iban a estar viendo ese mural, a quién iba a estar destinado", comentó.

Apresuh gestionó el diálogo con el hospital, consiguió los materiales y coordinó los horarios.

"Me dieron libertad de pintar lo que yo quisiera. Se me ocurrió algo que les permitiera salir de esa situación que atraviesan, imaginar otra cosa", contó.

Pintó una figura con estrellas en su interior y también en el exterior.

"Esas estrellas que están en expansión son una búsqueda de trascender la situación presente. Sin embargo, la jefa del servicio me contó que le encontraron un montón de sentidos más y eso es genial porque termina de completar el sentido", añadió Valentina.

"Lo disfruté mucho sobre todo por saber que puede ayudar y acompañar a cualquiera que vaya ", expresó.

El trabajo lo realizó un domingo mientras su hermana le cebaba mate.

"Siempre me gustó pintar, doy talleres y cada vez que sale un mural hago diseños. Me gusta mucho", confió.

Quien quiera conocer más sobre su trabajo en ilustración su IG es valuka.dibus

Silvia Lescano contó que desde Apresuh construyeron la sala de diálisis infantil que antes no existía.

"Un día mi marido vio a una nenita dializando junto a personas mayores. Ya de por sí es traumático hacer diálisis. Verse en ese entorno con gente mayor que está desgastada y a veces se descompensa no mejoraba la situación. El cuadro no era agradable para los niños", dijo.

"Fueron muchos años de esfuerzo pero se logró una sala de diálisis infantil exclusiva. En su momento, el año pasado, un grupo desinteresado también donó los murales para esta sala", contó.

Quienes hacen diálisis pasan períodos de tres o cuatro horas dos veces por semana o más, en el hospital.

"Una voluntaria lo sugirió y nos pareció bueno dar un poco de color a esas paredes blancas y dar vida al lugar para que los pacientes puedan dejar volar su imaginación y se olviden de lo que les está pasando o por lo menos que esas horas sean más amenas por obra del arte", añadió.

Una iniciativa para replicar y una muestra de cómo algunos gestos marcan la diferencia en la vida de las personas que atraviesan dificultades.