Raúl Piangatelli: “Me corrieron de muchos lados, pero en Cabildo me la tenían jurada”
El wing izquierdo, que la rompió en la menores de Villa Mitre, debutó a los 17 años y jugó hasta los 23. Tiempo después vistió la casaca de Libertad en diez partidos. Fue campeón con Liniers y también con la casaca de Agrario de Felipe Solá.
Subjefe de la Sección Deportes con especialización en temas deportivos. Más de 30 años comentando fútbol y otro tipo de actividades; además de haber realizado coberturas en todo el país con la incursión de los elencos bahienses en la elite del fútbol nacional. También coberturas del seleccionado Argentino en acontecimientos como Copa América y amistosos internacionales.
A lo largo de la historia, hubo varias promesas que pintaban para cracks, pero por un motivo u otro sus carreras tomaron un destino diferente. Algo así le sucedió a Raúl Omar Piangatelli, quien fue considerado uno de los mejores jugadores de las inferiores de Villa Mitre, pero tuvo que dejar el fútbol siendo muy joven.
Sobresalió por ser un wing izquierdo con mucha llegada al área. Tal es así que a los 17 años tuvo el privilegio de debutar en Primera, saltando desde la quinta división.
“Fue en 1968, con Eduardo Villar como DT. Villa Mitre tenía un plantel muy cotizado con jugadores como el ‘Bocha’ Alonso, Víctor Sánchez, Juan Rodríguez y el ‘Titi’ Santanafessa, entre otros. Ese año los rivales a vencer eran Huracán y Olimpo, equipazos”, contó.
Debutó oficialmente ante Pacífico de Bahía Blanca.
“Fue goleada 7 a 1. Salió un recorte en La Nueva Provincia con el gol que hice. En la siguiente fecha vencimos 6 a 1 a Tiro Federal y volví a anotar. Se jugaba con un wing derecho (‘Cachito’ Cela), un 9 (Víctor Sánchez) y yo”, dijo.
Villa Mitre era protagonista de los torneos, como en 1974, cuando fue subcampeón en un final cabeza a cabeza con Sporting. El rojinegro llevaba dos puntos de ventaja y en el último partido empataron 1-1 en cancha de Rosario.
"No llegué a jugar ese partido. Arranqué el campeonato haciendo goles. En las primeras fechas la tabla de goleadores la encabezaba Cornachini, con 4 y luego seguíamos Zapata y yo con 3.
"Tato" terminó siendo gran figura y goleador y creo que yo hice 4 en total. Por razones laborales jugué un año más y tuve que dejar. Manejaba un colectivo, los horarios no eran compatibles con el entrenamiento nocturno.
--¿Recuerda algún partido clásico?
--Un 4 a 3 ante Olimpo en el Carminatti. Fue en 1973; ese día Villa Mitre jugó un partidazo.
--¿En 1971 vas a Liniers?
--Sí. Había una amistad con el “Pato” Perciavalle, quien me había visto jugar en la quinta de Villa Mitre y cuando se hizo cargo de Liniers llevó a Arens y a mí. La delantera era Carlos Rivada, Horacio Giordano, Norberto Arens, yo y Horacio Giglioli. En la final le ganamos a Pacífico de Cabildo de visitante.
--¿Es cierto que un compañero tuyo intervino para salvarte?
--Uff. El “Gringo” Giuliani. Los hinchas de Pacífico me querían matar, estuve hasta las 22 vestido de jugador. Todo por festejar el gol de Arens en la tribuna equivocada. Es que en el calentamiento previo me tiraron una ametralladora de petardos que me quemó la espalda, estaba recaliente. Ya me conocían porque había jugado en la Liga Independiente de Cabildo, para el equipo Amor y Voluntad, y se ve que había cuentas pendientes.
--Al final saliste ileso…
--Tenía un susto. Liniers empieza a dar la vuelta olímpica y le digo al Gringo: “Acá me matan...”. Me pegó un grito: “Dispará para el otro lado…”. Como era grandote se metió a parar la bronca, me dio tiempo para pasar por abajo del alambrado y resguardarme entre los hinchas. Imaginate, se venían todos y uno de ellos era el ‘Toro’ Angelini, que estaba sacado. Después me esperaron afuera, se escuchaban insultos y amenazas. Familiares míos, luego de varias horas, me tiraron de cabeza en el piso de una camioneta Chevrolet, a lo largo del asiento, y pusieron los pies encima para esconderme. Así escapé, jajaja”, afirmó.
--Nunca más volviste a Cabildo.
--Después de tres años fui a una fiesta del pueblo, ya me había olvidado de ese partido. Me salvé de casualidad, porque me corrieron y me rompieron el auto. Cuando vi el clima, empezaron los insultos y piqué como loco, jajaja. Me la tenían jurada.
93 partidos. Los oficiales de Raúl Piangatelli entre 1968 y 1979. Jugó en Villa Mitre, Liniers y Libertad. Hizo 23 goles en la LdS y vio 4 rojas. Raúl nació el 15 de enero de 1951. Datos: Eduardo López.
--En el ’78 fuiste refuerzo de Libertad.
--Estaba jugando en la Liga de las Sierras y entrenaba en Libertad. Me preguntaron si no quería jugar y mi respuesta era que no estaba para jugar de delantero. Me ofrecieron jugar de “3” y agarré. Estaban Valpardo, Lomba, Guzmán, Gerardi, ‘Beto’ Correa, ‘Colo’ Durán y ‘Lolo’ Ostachini, entre otros.
--¿Jugaste cuatro años en la Liga de las Sierras?
--Sí. Anteriormente habían ido Santanafessa, Capelletti y “Tito” Andreocci. Los acompañé una vez, me vieron con ellos y me dicen: ‘Usted también juega, ¿no?’. Le respondo: ‘Si, pero vine a pasear’. Entonces insisten: ‘¿No quiere jugar? Y..., me consiguieron botines. En la Liga Rivadeo debuté en La Himalaya y luego en Agrario de Felipe Solá. También jugamos en la Liga de las Sierras, donde dimos una vuelta olímpica.
--El rival a vencer era 9 de Julio, el clásico.
--Exacto. Ahí jugaban el “Ruso” García y el “Foro” Arribas. 9 de Julio venía de ser campeón, pero en 1979 nos tocó a nosotros. Llegamos a la final palmo a palmo, pero con el empate festejábamos. Faltando pocos minutos una pelota de aire, lo muevo al ‘Ruso’ García, me sale el arquero Biancucci y se la tiro por arriba. Fue 1-1.
--¿Usted no tenía permitido jugar?
--Me estaba recuperado de una operación del cuadricpes y le digo a mi señora (Graciela) acompañame a Saavedra que juegan los muchachos. Entré al vestuario, mi señora se va a la camioneta y empieza al partido. Casi en el final ella escucha que me están insultando y sale en mi defensa: “¿Insultan a mi marido, que no está jugando?”. Y la respuesta: "Señora, el que hizo el gol es su marido".
--¿Fue así, Graciela?
--Tenía una cicatriz enorme, la pierna no estaba en condiciones porque faltaba rehabilitación, pero igual jugó. Había viento y tierra, la gente se ponía contra el alambrado. Estaba embarazada de Paula, y siento que lo insultaban a él. Cuando me dicen que hizo el gol me quería morir.
--¿Qué pasó en la previa de ese partido?
--Llegaron unos muchachos a Bahía y me quisieron tentar con dinero para ir para atrás. No querían que pateara tiros libres, que era mi fuerte (Ndr: había convertido goles 14 de 19 ejecuciones). No acepté. El día del partido hablé: ‘Si me entero que alguno de ustedes va para atrás lo rompo todo. Estoy con la pierna colgando, no iba a jugar, pero ahora quiero jugar y ganar. Por me secrifiqué e hice el gol, jajaja”, finalizó Piangatelli.
"Mi familia está integrada por mi esposa Graciela, mis hijos Paula, Diego y Lucas y mis ietos Julia, Luisa y Vito", remarcó Piangatelli.
--¿En un partido terminó de arquero?
--Si. Contra un equipo de San Germán. El "9" rival lo lesionó al ‘Titi’ Santanafessa y nadie quería ir al arco. En la última jugada hubo un córner para mi equipo, salí del arco, fui a patear e hice un gol olímpico. Ganamos 1-0, fue una cosa de locos.
Las menores
"Fuimos campeones en quinta y en sexta división. El 'Chin' Bermejo era especial para trabajar con los chicos, se armaban grupos muy lindos y del barrio siempre surgían buenos jugadores. Villa Mitre siempre apostó por los chicos del club", dijo Piangatelli.
Juventud Unida
“Me llevó el ‘Cholo’ Tunessi, una extraordinaria persona, que era el DT. Jugué para Juventud Unida y luego fue técnico de Social Teniente Origone; me llamaron porque los había enfrentado en Origone. Salimos campeones del preparación y subcampeones del oficial. Muy buena gente”.
La fiesta
“Me prestaron un colectivo de la empresa donde trabajaba, armamos un grupo de 50 personas y salimos para asistier a una fiesta en Felipe Solá. Llovió tanto que nos encajamos antes de llegar. Vinieron con los tractores a buscarons, llegamos a las 3 de la mañana. Igual se festejó, al otro día se hicieron los corderos con lluvia y todo, aunque los nuestros estaban bajo techo y los del rival, que también hizo la fiesta ese día, quedaron pasados por agua. La gente de Felipe Solá siempre nos trató con grandeza, tienen mucha humildad”, aseguró Piangatelli.