Bahía Blanca | Viernes, 04 de julio

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Valentín Carrizo, el bahiense que se dio más de un gusto con el básquetbol

Surgido de El Nacional, lleva tres años afuera de la ciudad, pasando por el torneo Federal y saltando a Italia, primero, y después España. Está participando por segunda temporada en la Liga EBA, aunque llegó a debutar en la LEB Oro.

Valentín, con la camiseta de Basket Xiria.

 

Twitter: @rodriguezefe

Instagram: ferodriguez_


Valentín Carrizo fue uno de los tantos jóvenes que creció jugando en la ciudad, inclusive hasta integrando algunas selecciones, y que de repente salió del radar del ámbito local, manteniéndose, de todos modos, bajo la órbita del básquetbol.

Surgido de El Nacional, con paso durante dos años por Olimpo y regreso al celeste, emigró a fines de 2021 a jugar el Federal, por BH Gualeguay. Fue su primera parada.

“Desde chico quería ser jugador profesional. Una vez que terminé el colegio me puse cien por cien con el básquet. Mis padres me dieron esa posibilidad también y, afortunadamente, me pude ir a jugar el torneo Federal a Entre Ríos. Fue lo que me permitió decidirme por intentar ser un jugador profesional, aunque todavía me queda mucho trabajo y recorrido para concretarlo”, le contó Valentín a “La Nueva”, ahora, desde España, su lugar de residencia.

Después de la experiencia en el equipo entrerriano, voló a Italia para jugar la C Gold (cuarta división) por Sunshine Vieste.

“Un poco lo que me llevó a emigrar a Europa fue que tenía el pasaporte español y era una buena oportunidad, de lo contrario sería muy complicado. Mientras jugaba el Federal me llamó un representante italiano y me dio la posibilidad de ir a la C Gold, que me pareció una buena liga teniendo 19 o 20 años, en la que podía desarrollarme bien. Fue un gran paso para empezar mi carrera acá en Europa”, reconoce Valentín.

Para este base natural, que con 1m84 se ha desempeñado mucho como escolta, no fue sencillo el salto.

“Mi primera experiencia en Italia fue muy buena, muy positiva, difícil al principio, porque no sabía el idioma y era la primera vez que salía del país”, admite.

“En cuanto al nivel –comparó- los jugadores en general son de físicos grandes y altos en Europa a diferencia del Federal o el torneo de Bahía. Es muy distinto el ritmo. Lo bueno que siguiendo con el ritmo del Federal pude darle un poco de dinámica a mi juego, algo que falta en Italia, porque al ser jugadores de físicos grandes la velocidad es menor, por lo tanto eso me dio la ventaja en el juego”.

Una vez instalado en el Viejo Mundo y logrando un anhelo personal, le surgió la posibilidad de ser jugador “vinculado” en España entre Leyma Coruña, que participaba en la LEB Oro (segunda división) y Basket Xiria (Liga EBA, cuarta división).

“No dudé cuando surgió, porque era muy importante para el desarrollo. Y la verdad que fue una decisión muy acertada”, reconoce.

El ritmo de trabajo y oposición le fue permitiendo crecer.

“Fue tremendo, porque entrenaba con los dos equipos todo el tiempo, sumando minutos con importancia en la Liga EBA y entrenando con la LEB, donde veía a los profesionales todos los días, con lo cual aprendí permanentemente de esos jugadorazos”, resaltó.

Todo esto fue coronado, además, con el ascenso a la ACB, la elite del básquetbol español. Y hasta se dio el gusto de sumar una presencia, curiosamente ante Betis, donde jugaba por entonces otro bahiense.

“Debutar en LEB Oro significó una locura, de local, en nuestra cancha y con nuestra gente”, cuenta Valentín.

Ingresó restando 39 segundos, tomó un lanzamiento de tres puntos y bajó un rebote, en la victoria, por 92 a 78.

“El entrenador me dio la posibilidad y me hizo cumplir un sueño, por eso le estoy muy agradecido. Y haber enfrentado a Lucas Faggiano fue importante, porque me gusta mucho como juega y lo veía de chico en Estudiantes”, destacó.

Valentín trazó las diferencias entre la C Gold y la Liga EBA, en las que tuvo mayor participación. 

“En Italia hay gente un poco más grande y experimentada jugando, y en la Liga EBA hay jugadores más jóvenes, con ganas de desarrollarse. También hay muchos equipos de ACB que tienen su cantera en Liga EBA, como el Real Madrid y Barcelona. Es una liga que está muy buena para desarrollarse”, consideró.

El ascenso a la ACB naturalmente potenció al equipo. Eso, sumado a que el límite de edad se corrió a 22 años y Valentín cumple 23, lo llevó a integrar únicamente el plantel de Basket Xiria, en la Liga EBA, siendo, de todas formas, una buena alternativa para continuar en busca de su objetivo.

“Estoy contento de haber vuelto a este equipo, porque renovaron muchos, me llevo muy bien con ellos y la verdad que tenía ganas de establecerme en un mismo lugar, ya que venía de varios años cambiando de ciudad o país. Además, en España se trabaja muy bien, por eso quiero quedarme, porque hay muy buen desarrollo de jugadores”, destacó.

En Basket Xiria había jugado el bahiense Bruno Pallotti.

“Tuvo un año muy bueno acá y el entrenador (Héctor Méndez) quedó encantado con los jugadores argentinos, por lo que significó una ventaja para mí”, admitió Valentín.

“Además –agregó- al entrenador le encanta tener argentinos en el equipo, porque saben que somos aguerridos y siempre tenemos deseos de ganar”.

A propósito, consultado por "La Nueva", el propio entrenador confirmó lo expresado por Carrizo: "Como buen argentino, Valentín es un competidor nato, compite en cada tarea y en cada entreno".

Más allá de estas cualidades, el entrenador lo definió como un base que puede jugar de dos, muy vertical a nivel ofensivo, muy rápido, muy buen tirador y con capacidad para anotar fácil.

"Cuando juega de base es capaz de hacer correr mucho al equipo, porque tiene mucha energía. Y eso mismo lo aporta atrás", detalló Méndez.

"Aunque no es muy grande ni muy fuerte, está siempre muy activo, puede presionar mucho la bola, robar balones y hacer rotaciones", agregó.

Al margen de sus características técnicas, Méndez resaltó de él algunas cuestiones que no aparecen en las estadísticas.

"Sobre todo, estamos muy contentos con él a nivel humano, por eso quisimos que estuviera por segundo año con nosotros. Es muy fácil de entrenar, porque le encanta el baloncesto y siempre está dispuesto a hacer una sesión más; es un enamorado de esto y creo que se transmite en el campo", destacó.

Por el momento, con récord de una victoria y dos derrotas, el equipo, como Valentín, se van amoldando a la competencia.

“Mis expectativas pasan por tener un buen año y que el equipo logre estar lo más arriba posible. Después, tratar de continuar en Europa, si es en España lo ideal sería escalar una categoría. No descarto, de todos modos, volver al país en caso que se presente la oportunidad, por ejemplo, de Liga Argentina”, contó Carrizo.

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