Bahía Blanca | Sabado, 05 de julio

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El hockey de Pacífico no para de crecer y va por más: “Sentimos que ningún sueño nos queda grande”

Debido a la gran cantidad de jugadoras y jugadores, el Verde comenzó el proyecto para sumar otra cancha, apoyado en su gran comunidad. Leonella Donghi y Milagros Agesta contaron los detalles de la idea.

Una tarde cualquiera en Pacífico, con cancha llena y mucha actividad: Fotos: Emmanuel Briane y archivo-La Nueva.

(Nota publicada en la edición impresa)

 

“Esto se hizo con el granito de arena de cada papá. Todo se hizo de corazón. Veo a las abuelas, a las madres que cruzan el puente de Terrada y vienen a la cancha, y eso es lo que quería: que fuéramos locales. Hoy nace otro Pacífico”.

Con esas palabras y algo emocionado, Carlos Agesta –colaborador de la institución- resumía sus sentimientos el 14 de octubre de 2018, cuando el Verde inauguró su cancha de hockey de césped sintético.

El tiempo pasó y aquella semilla plantada en forma de alfombra germinó y dio muchísimos frutos.

Es que desde sus comienzos en 1997 el hockey de Pacífico nunca dejó de crecer, pero a partir de aquel 2018 refundacional sumó jugadoras y jugadores en forma exponencial, consiguió logros deportivos muy significativos y también mejoras de infraestructura.

De todos modos, para seguir proyectándose debe (y quiere) ir por más, porque gracias al trabajo de mucha gente la demanda no cesa y el espacio no alcanza.

Por eso, de un tiempo a esta parte surgió la idea de construir –paso a paso- otra cancha.

“La propuesta viene desde el año pasado y se dio debido a la cantidad de jugadoras, tuvimos un crecimiento muy explosivo. En 2018, cuando inauguramos la cancha de sintético, teníamos 200 chicos entre jugadoras y jugadores y en 2023 éramos 380”, contó Leonella Donghi, coordinadora del club y parte fundamental de este buen presente.

Hoy ya son aproximadamente 420 los que participan día a día de la actividad en las instalaciones ubicadas en avenida Buenos Aires y 17 de Mayo (entre Terrada y Castelli)

“Decidimos que necesitábamos otro espacio, porque tenemos un montón de categorías. Siempre decimos que levantamos el sintético y nos salen nenas. Después de la pandemia tuvimos una repercusión muy grande. Realmente nos beneficia mucho dónde estamos ubicados”, agregó Leo.

“El rendimiento de la primera división también fue clave”, agregó Milagros Agesta, hoy capitana del equipo superior e hija de Carlos, antes mencionado.

“En el 2021 llegamos a la final –agregó- y eso tuvo mucho repercusión. También es estratégico el lugar de la cancha, con fácil acceso de distintas formas y reunimos una gran comunidad del barrio”.

Leonella Donghi junto a Carlos Agesta y una pequeña Sofía Montangie, en el estreno del 2018.

En ese sentido, en primera división de Damas el Verde logró meterse definitivamente en la conversación entre los equipos históricos de la Asociación Bahiense de Hockey. 

De hecho, sumó tres subcampeonatos (ayer venció a Universitario "A" y se metió en la final del actual Torneo Clausura) y fue la única institución que logró romper con la hegemonía de finalistas impuesta por Atlético Monte Hermoso, Universitario y Sociedad Sportiva.

También consiguió logros en categorías formativas y en 2022 debutó en la rama masculina de la ABH.

Además, en 2020 Pacífico comenzó a trabajar junto a “Deportes y Valores”, una escuela para chicos con discapacidades cognitivas.

“Las profes son las mismas que en las categorías formativas, están haciendo un laburo bárbaro. Transmiten todo el amor por el club y por el hockey”, explicó Mila.

Todo este avance se dio de la mano de distintas mejoras, que fueron fundamental para el desarrollo de la actividad.

En ese punto, se encuentran en etapa de finalización de los vestuarios, sumaron un gimnasio (“El Establo”), tablero de partido y otros cambios en el predio.

El gimnasio cerrado, clave para el desarrollo y crecimiento de la actividad.

El Establo, otro de los símbolos del crecimiento del hockey del Verde.

El proyecto

Puntualmente, la idea de este grupo encabezado por Leo y Mila, y empujado por una comunidad con el sentido de pertenencia a flor de piel, consiste en construir una nueva cancha al costado de la actual.

“Necesitábamos otro espacio, lo planteamos a la subcomisión y nos hicieron un playón. Que empezó con ese objetivo: la idea es hacer 12 playones de 23x20, de hormigón, que nos serviría a futuro y mientras tanto podemos seguir entrenando ahí arriba”, explicó Leonella.

“Ese paño implica un doceavo –siguió Milagros-, la idea es ir construyendo los 11 que faltan y el día de mañana, cuando juntemos el dinero, poder comprar la alfombra y ponerla arriba. Ya tener el suelo de hormigón nos va a dar una superficie de mejor calidad”, señaló Mila, también jugadora del seleccionado Mayor de la ABH.

De fondo, El Establo y el primero de los 12 bloques de la futura cancha.

“Hoy tenemos un paño y antes de fin de año queremos hacer dos más. Y el año que viene, completar los que quedan”, se ilusionó Leo.
Una vez que la base esté completa, será tiempo -otra vez- de ir por más.

“La alfombra puede ser de agua o arena, obvio que el sueño de agua lo tienen todos los clubes de Bahía, pero empezamos de a poco y con los pies sobre la tierra: por el hormigón. Somos una comunidad muy grande, con 420 jugadoras y jugadores. Es todo a pulmón, como se hizo la otra cancha: a pulmón y con la ayuda de todos los padres”, agregó Donghi.

Aquel ejemplo de esos soñadores sirve como guía para proyectar esta nueva idea que, tarde o temprano, también será una realidad.

“Hubo padres que se pusieron de garantes para la alfombra y ofrecieron las escrituras de sus casas para poder tener la alfombra. Eso habla del compromiso que hay. Un abuelo en ese momento nos ayudó sacando un préstamo… Hay una comunidad atrás muy grande, lo que nos hace creer que ese sueño de la segunda cancha puede ser una realidad”, insistió Leo

Milagros vivió en su propia casa el trabajo que hubo entonces y que hoy lo asume con mucho más protagonismo y en otra etapa de su vida.

“Mi papá, junto con otros locos (sic), proyectaron la otra cancha y el sueño se cumplió en 2018. En ese momento el proyecto se vio como algo ambicioso o loco, y eso es lo que queremos transmitirles hoy en día a las familias: si en ese momento éramos 70 familias, de las cuales no eran 70 porque somos muchas hermanas, hoy que somos 420 jugadoras vamos a poder, con esto y con mucho más”, avisó Agesta.

“El nivel de compromiso y de identidad –continuó- que tiene la comunidad de hockey de Pacífico nos emociona; es como que sentimos que ningún sueño nos queda grande, eso es lo que nos impulsa a dar este paso, porque creemos que lo podemos lograr. Además, no implica el hecho de los resultados, sino todo lo que genera el deporte, los chicos de Deportes y Valores... Es un espacio que va más allá del deporte, es formar parte de un equipo, formarse con valores, hábitos...”.

Todos aquellos que quieran colaborar con la causa pueden acercarse a la cancha y comprar su metro cuadrado simbólico, a un precio de 20 mil pesos.

También pueden sumarse al proyecto distintas empresas o entidades, que recibirán toda la información del mismo a través de Leonella y Milagros. 

El objetivo será el mismo: ayudar a la concreción de la cancha inclusiva con la que sueña todo Pacífico y que, en definitiva, será un aporte para toda la sociedad.

“Le pusimos inclusiva porque realmente es algo para todos, tenemos una franja etaria de 4 hasta 55 años y le prestamos atención a la inclusión. Trabajamos mucho con los chicos de Deportes y Valores y su coordinadora (Adriana) y por más que ellos se sumaron en 2020 nos dieron mucho aprendizaje”, cerró Mila.

Otro sueño del hockey de Pacífico está en marcha, seguramente pronto se hará realidad.


El recorrido en fotos

A través de algunas imágenes del archivo de La Nueva., un repaso por la transformación y el crecimiento del predio y del hockey de Pacífico.

Un incipiente grupo celebrando los 10 de la actividad.

Un cartel y una postal para el recuerdo: "Estamos construyendo la cancha de hockey. Club A. Pacífico. Colabore manteniendo limpio este lugar".

El mantenimiento de la antigua cancha de tierra.

Las formativas del club durante un encuentro, con las protagonistas de la nota presentes: Leonella (primera arriba a la derecha) y Milagros (arriba, novena).

Los trabajos antes de la histórica colocación de la alfombra que marcó un antes y un después para la disciplina en el club.

El día de la inauguración se vivió una gran fiesta de toda la comunidad del club.

Así comenzaba la construcción de los vestuarios, que hoy ya son una realidad.

Entre muchísimos momentos que Pacífico disfrutó en su cancha, uno de los más simbólicos se dio el año pasado cuando disputó la final de los playoffs del Torneo Clausura ante Sociedad Sportiva.