La inflación local cerró en 1.012 % tras el gobierno de Alberto: qué pasó con las presidencias anteriores

Maximiliano Allica

mallica@lanueva.com

Jefe de Noticias de La Nueva. Analista político y conductor del programa de actualidad "Allica y Prieta a las 12" que se emite por La Nueva Play. Ha hecho coberturas políticas en el país y en el extranjero. 

La inflación descontrolada es un drama nacional que existe desde hace décadas. Mientras gran parte del mundo, en especial en Occidente, el problema ya está resuelto, Argentina sigue batiendo récords negativos.

De hecho, en 2023 nuestro país lideró el triste ránking internacional de mayor evolución de precios durante el año. Según el Indec, el período terminó con 211,4 %, con lo cual quedó por encima del 211 % que midió Líbano y del 193 % de Venezuela.

A nivel mundial, tan en el olvido quedaron las catástrofes inflacionarias que en América Latina solo dos países siguen padeciéndola: Argentina y Venezuela. El resto de las naciones tienen índices de un dígito anual desde hace mucho tiempo.

Sin ir más lejos, en 2023 el ránking regional quedó así: Colombia 9,2 % para todo el año; Uruguay 5,1 %; México y Brasil, ambos con 4,6 %; Chile 3,9 %; Paraguay 3,7 %; Perú 3,2 %; Bolivia 2,1 %; y Ecuador 1,3 %.

Los expertos señalan que una economía estable no garantiza prosperidad, pero sí advierten que todos los países prósperos tienen inflaciones de un dígito anual sin excepción. Es decir, no se trata de una condición suficiente pero sí necesaria.

En nuestro país, tras la salida de la Convertibilidad que mantuvo casi inmóvil a la inflación entre 1991 y 2001, los precios volvieron a tomar un ritmo de subas descontrolado respecto de lo que pasa en las economías occidentales. ¿Con cuánta inflación acumulada concluyó cada presidencia desde entonces?

Debido a que el Indec estuvo intervenido durante las presidencias de Cristina Kirchner (2007-2015), en este artículo se toma como referencia la medición de precios del Centro Regional de Estudios Económicos Bahía Blanca-Argentina (CREEBBA), que estudia la evolución de los precios a nivel local desde 1996.

El interregno de Eduardo Duhalde (gobernó desde enero de 2002 hasta mayo de 2003), tras la crisis post Convertibilidad con devaluación incluida, acumuló una inflación del 45,5 %.

En tanto, la administración de Néstor Kirchner, desde junio de 2003 hasta diciembre de 2007, sumó un 50,4 %. Si bien registró un promedio anual más bajo que su antecesor, las cifras son altas en comparación con los países estables.

Luego, el primer mandato de Cristina Fernández de Kirchner (2007-2011) finalizó con un aumento del Indice de Precios al Consumidor (IPC) del 113,8 %, de acuerdo con los datos del CREEBBA. Más del doble que su marido y predecesor.

A su vez, en el segundo período de CFK (2011-2015) el IPC trepó al 186,5 %. De punta a punta en esos 8 años, el número del organismo estadístico bahiense arroja un 502,1 %.

Mauricio Macri (2015-2019) siguió acelerando el proceso inflacionario para dejar un acumulado del 297,6 % en 4 años.

Y, con Alberto Fernández (2019-2023), Argentina volvió a las cuatro cifras de inflación acumulada tras haber dejado atrás la hiper alfonsinista de fines de los años 80. La presidencia de Fernández culminó con una aceleración general de precios del 1.012 % para todo el período.

Claro que en el 26,1 % de diciembre informado días atrás por el CREEBBA, que coronó el 1.012 % cuatrianual, hay un componente vinculado a las primeras decisiones del flamante mandatario Javier Milei. Pero resulta evidente que la tendencia al crecimiento exponencial del IPC ya venía en curso antes de su asunción el 10 de diciembre.

¿Podrá Milei domar al gran mal de los argentinos? Es historia por escribirse.