Bahía Blanca | Domingo, 19 de mayo

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Manejo para la Vida: un programa busca reducir accidentes a través de la educación

“Es un proyecto holístico de distintos profesionales para trasmitir las técnicas esenciales para tener una conducción segura y preventiva; es decir, un manejo defensivo”, dijo el ex piloto internacional bahiense Enrique Benamo.

Enrique Benamo es responsable de una academia de conductores. / Fotos: Pablo Presti-La Nueva.

Con la experiencia de 50.000 horas de manejo; una historia como corredor de automóviles en nuestro país y en Europa y responsable de una academia de conductores, Enrique Benamo lidera el proyecto Manejo para la Vida.

Junto con otros profesionales busca concientizar y educar sobre cómo mejorar la calidad del manejo vehicular para minimizar los accidentes en un país que, menciona, tienen el más alto índice de siniestralidad del planeta.

“Manejo para la vida nace con la finalidad de contrarrestar ese flagelo”, indica Benamo.

“Es un proyecto holístico a cargo de distintos profesionales que apunta a trasmitir las técnicas esenciales para tener una conducción segura y preventiva; es decir, un manejo defensivo”, agrega.

Para abarcar todas las circunstancias que pueden afectar a un conductor, en el grupo trabajan especialistas en técnicas de conducir pero, también, profesionales de la salud que explican cómo las situaciones emocionales influyen a la hora de conducir todo tipo de vehículo, y cuyas consecuencias se han agravado a partir de una pandemia que generó un aumento en la cantidad de siniestros.

El curso incluye charlas teóricas y clases prácticas adecuadas a cada requerimiento.

Se ha firmado —además— un convenio con la comuna de Bahía Blanca, que declaró el programa de interés municipal, para llegar con el mismo a los establecimientos educativos de nuestra ciudad.

De qué se trata

“La idea es trasmitir, tanto a los conductores novatos como a los más veteranos, técnicas esenciales de conducción que, en muchos casos, se desconocen o no se cumplen para así tener un control adecuado del auto ante todo tipo de circunstancias, en distintas superficie o en condiciones climáticas”, asegura.

Para Benamo, el cambio de conducta deriva de una mejor capacitación y concientización, tanto sobre las normas de tránsito como el de no conducir con determinados estados de ánimo.

“Es importante conocer cómo influyen las emociones, el estrés y la ansiedad en el sistema nervioso, cardiovascular y mental a la hora de manejar”, detalla.

Poco más del 90 % de los accidentes de tránsito es atribuible a errores humanos, distracciones, malas maniobras o desconcentración.

Esto —señala Benamo— se mejora también con controles. Por ejemplo, no exceder la velocidad permitida, atento a que las estadísticas indican que hacerlo desencadena un gran porcentaje de los incidentes.

“También es importante cumplir con premisas básicas, como respetar la distancia entre vehículos, utilizar la luz de giro, mantener la derecha y tener todo el conocimiento posible sobre que significa manejar”, comenta.

A eso es lo que se llama “un manejo defensivo”, el cual se genera al respetar las normas, anticipando las maniobras, usando en tiempo y forma los espejos, atendiendo las situaciones que se generan a determinadas calles y en ciertos horarios.

“Todo lo que se puede anticipar significa reducir el riesgo; eso es un manejo preventivo”, sostiene.

Efecto prisa

Uno de los males habituales que señala Benamo como causante de accidentes viales es el apuro: el llamado efecto prisa.

Hoy, el alto tráfico hace que uno demore más tiempo del que piensa; por eso, es importante no salir con el tiempo ajustado.

“Esa situación lleva a violentar las reglas de tránsito; a apurarse más de lo debido”, dice.

“Es un factor que lleva a tomar malas determinaciones, a no respetar la mano y a pasar las esquinas acelerando”, amplía.

“Ahí entran en juego las emociones. Quien tiene un estado de estrés excesivo no se va a concentrar en el manejo, sino en lo que tiene que hacer; se sale de la focalización”, afirma.
“Eso es tanto para conductores de vehículos, como de motos, bicicletas o peatones”, agrega.

Manejo para la Vida, finaliza Benamo, trabaja con el objetivo de llegar a brindar un servicio al público en general, a cumplir un rol social y empezar a erradicar este mal que tantas vidas cuesta.

Experiencia de vida

Quique Benamo no puede evitar emocionarse al explicar que, cuando se maneja en condiciones inadecuadas, se está completamente expuesto a cometer errores que ponen en riesgo la propia vida y la de terceros, más las consecuencias que eso genera en el entorno familiar.

“Puedo dar testimonio de esto”, asegura.

“Una de las razones por las cuales empecé este proyecto fue la pérdida, en un accidente vial, de la madre de mis hijos”, recuerda.

“Sé muy bien las secuelas que deja un siniestro de este tipo en una familia. Por eso este deseo y esta obligación de aportar desde mi lugar algo que ayude a evitar los accidentes”, admite.

Argentina: 5 muertes por día en accidentes viales

No es simple disponer de datos certeros en nuestro país sobre la cantidad de víctimas fatales que se registran por accidentes viales.

Por un lado, la ONG Luchemos por la vida señala que, en el año 2022, hubo 6.184 fallecidos por esta causa, de los cuales 1.881 corresponden al territorio bonaerense.

Por otro lado, la Dirección Nacional de Observatorio Vial habla de 3.828 muertes para el mismo año, una disparidad importante.

Finalmente, la Dirección provincial de Estadísticas indica que en 2018 —último dato publicado— hubo 1.344 muertos en territorio bonaerense, con lo cual los datos de la ONG podrían tomarse como certeros.

En el país, cada día cinco personas mueren en un accidente vial, mientras que otras 20 resultan con heridas y secuelas.

Por último, un informe de un pool de aseguradoras británicas ubica a la Argentina entre los seis peores países para manejar, superado por Tailandia, Perú, Líbano, India y Malasia.

Esto es consecuencia —se menciona— de un límite de velocidad laxo, de tener el tercer peor nivel de infraestructura vial y contar con uno de los peores índices de tráfico.