Bahía Blanca | Sabado, 18 de mayo

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El bahiense que se propuso llegar a dedo a México ya está en Ecuador

Bautista Bonacci partió de su casa en el barrio Universitario hace 4 meses y llegó a Montañita. Compartió sus experiencias en el camino y en voluntariados.

En el lago Titi-caca en la frontera entre Bolivia y Perú.

Bautista Bonacci, el bahiense que en marzo pasado anunció que partía de la puerta de su casa en el barrio Universitario para llegar a México a dedo está cada vez más cerca de su objetivo con mucho aprendizaje en el camino.

La primera reflexión es que este viaje es una confirmación de que el tiempo vuela.

"Da miedo lo rápido que pasa, cuando pienso en que lo estaba planeando en mi casa y charlándolo con mi familia, no puedo creer que hayan pasado ya cuatro meses en ruta y mas de 10 mil km recorridos, es impensado", contó.

Vida en la selva boliviana.

"El viaje tuvo sus momentos difíciles, momentos de sentirme perdido y no encontrarle sentido a seguir, ahí es cuando hay que poner en práctica todo lo aprendido en viajes anteriores, parar la pelota, respirar y acordarte que te trajo hasta donde estás hoy", compartió.

Bautista es piloto de aviones, tiene 28 años y dejó todo para emprender esta aventura tras haber recorrido gran parte de Europa, Asia, Oceanía y algunos sitios de África y América para inspirar a más personas a seguir sus sueños y demostrar que se puede viajar por nuestro continente con poco presupuesto. Así fue generando contenido de su experiencia en las redes y desde hace un tiempo lo acompañan seguidores de todo el mundo.

"Me siento entero, he conseguido empezar a generar ingresos a través de mis redes, lo cual me ha permitido moverme con soltura. Mi forma de solventar mis viajes es esa, generar ingresos a través de publicidad en mi Instagram y códigos de descuento de varias apps con las que trabajo, y además de eso hacer voluntariados con @Worldpackers, por medio de esta app consigo hosteles donde trabajo a cambio de alojamiento y comidas, así el gasto se reduce casi un 60 por ciento", contó.

Salar de Uyuni. Bolivia.

El bahiense confió que tuvo momentos difíciles, pero nunca pensó en regresar sin cumplir su objetivo.

-¿Qué encontraste en el camino? ¿Qué aprendizajes? ¿Qué gente?

-Wow, por dónde empezar ¿no? Ha sido increíble, siempre viajar termina siendo mejor de lo que imaginábamos. Cada día abres los ojos y es una nueva aventura, no hay dos días ni parecidos. Siempre alguien nuevo aparece en tu vida, lo ves como un desconocido y luego tal vez termines viajando por semanas con esa persona. Viajar es un mundo de oportunidades. 

Y la mayor enseñanza que este viaje me está dejando es que todo llega si uno trabaja por ello, hay una frase que dice ``la suerte es amiga de la acción´´ y eso es muy real, si uno busca y busca y busca incesantemente, en algún momento el universo te premia con una pizca de suerte, y ahi sucede la magia, lo que alguna vez habías pensado como imposible, hoy te sucede. Es increíble.

Machu Picchu desde arriba.

-¿Cuál fue el sitio que más te asombró, conmovió o impactó hasta el momento?

-Hasta el momento he recorrido el sur y norte argentinos. Sur, selva y capital de Bolivia. Y la ciudad imperial del Cusco más el norte de Perú. Siempre digo que Perú es mi país favorito de Latinoamérica, eso lo reconfirmé este viaje. El lugar que más me impactó fue Cusco, la capital del imperio Inca. ¡Qué lugar! Qué historia, qué gente, recomiendo visitar Perú y Cusco, lugares accesibles para argentinos e increíbles de ver.

-¿Qué diferencias encontraste entre recorrer Europa y viajar por América Latina?

-Europa tiene la gran facilidad que es muy sencillo y accesible el transporte, si bien el precio es más alto, obviamente, todo está demasiado organizado, Todo sale a la hora que te dicen que va a salir y desde dónde te lo dicen. Tanto en Perú, pero sobre todo en Bolivia, nadie te sabe dar data exacta en cuanto a transporte, nadie sabe bien cuánto sale, entonces recomiendo siempre pelear el precio, y te dicen que vas a viajar en auto, terminás viajando en bus, te dicen que sale a las 23, sale 2 am. Te dicen que es coche cama y es un bus de calle -se ríe- Son países que te curten mucho como viajero, los recomiendo.

-¿Pudiste concretar varios tramos a dedo? ¿Cómo fue la experiencia?

-Hice a dedo mi primer tramo, Bahía-Mardel. fue una experiencia increíble, luego hice Mardel-Capital. Luego, mi idea era hacer Salta-La Quiaca, pero el auto que me levantó iba para Tartagal entonces decidí seguir viaje hasta esa ciudad. Y luego hice un tramo largo dentro de Bolivia.

¿Qué pasó con la idea del dedo? Tuve bastantes inconvenientes en Bolivia y Perú porque el hecho de hacer dedo se confunde, mucha gente para, pero muchos te quieren cobrar. El concepto de hacer la gamba a los viajeros que hacemos dedo es confuso una vez que se sale de Argentina, así que ya hace algunas semanas que no lo hago, la idea es volver a hacer donde me sienta seguro.

-¿Podrías decir una frase por cada país que estuviste que resuma su esencia?

-Argentina: mí país, cada minuto que paso afuera me siento más orgulloso de ser argentino. No veo la hora de que vuelva a ser un país con unidad, igualdad y trabajo. Tierra donde nací, donde viven mis amigos y mi familia. Por más vueltas al mundo que haga, siempre, siempre, siempre Argentina va a ser mi lugar en el mundo. Eso nunca va a cambiar. 

Voluntariado con @reforestarg en el sur argentino.

Bolivia: te sorprende cómo un país que limita con el nuestro es tan distinto. Muchas veces miraba dónde estaba, luego miraba el mapa en mi celular y decía: ¿cómo puede ser que esté a menos de mil km de mi país y todo sea tan distinto? La gente, la comida, las costumbres, es una locura. 

Perú: una maravilla, no hay más. Visiten este país. Cultural y gastronómicamente muy avanzados. Y los paisajes te emocionan a cada paso.

Al momento de contestar estas preguntas, Bautista estaba en Máncora, al norte de Perú, muy cerca de la frontera con Ecuador. Ahora se mudó a Montañita, un famoso destino de Ecuador con playa y elegido por los amantes del kitesurf.

-¿Cómo fue tu experiencia con el voluntariado? ¿Cuál fue la de mayor impacto?

-El voluntariado que más me impactó fue sin dudas el que hice en Cusco. Fui voluntario para una ONG que da refugio y educación a madres jóvenes de entre 12 y 16 años, y a sus hijos, que han sido víctimas de abuso, la mayoría por parte de familiares. Eso fue muy duro y hermoso a la vez, poder conocer y tratar con esas realidades durante dos semanas fue la experiencia más enriquecedora de mi vida. Pero al mismo tiempo la más difícil. ¿Cómo entender que una niña puede ser madre, cómo eso sucede? Ver a una chica de 14 años con un hijo de 3 en brazos es algo que la cabeza simplemente no puede asociar. Me fui con más dudas de las que llegué, pero feliz de haber podido aportar mi granito de arena, y eso me abrió a querer ayudar a más gente una vez que regrese a mi casa. Es un hecho que algún día tendré mi ONG donde pueda ayudar a gente que lo necesita.

Voluntariado en Cusco con madres e hijos.

-A nivel profesional ¿obtuviste los resultados esperados? ¿Aparecieron nuevos desafíos o metas?

-Sin dudas que sí, al día de hoy ya he duplicado los seguidores en mis redes a comparación con el comienzo del viaje, eso me da más visibilidad, más llegada y, por ende, más trabajos. Estoy logrando lo que siempre soñé que es poder vivir y viajar al mismo tiempo, sin tener que parar a trabajar durante varios meses en el mismo lugar. Al día de hoy mi meta es seguir así, sentirme cómodo viajando, generando ingresos y sobre todo conociendo tanta gente hermosa como lo vengo haciendo. Mi próxima meta es llegar a la latitud cero en Ecuador, espero que cuando estén leyendo esto ya puedan verlo en mis redes @baubonacci.

Y así lo hizo. Bautista no sabe cuánto tiempo le llevará llegar hasta México porque así es como eligió vivir esta aventura de conocer personas, paisajes costumbres y culturas tan cercanas en kilómetros y a la vez tan distantes en su propia cosmovisión del mundo.

Justamente allí, en la diferencia, en la diversidad, reside la riqueza de viajar, en saber que vayas adonde vayas, lo que encuentres te va a interpelar, te va a preguntar ¿seguís pensando lo mismo? ¿Seguís siendo el mismo?

Continuará.