Fiscalía: "La selectividad del sistema penal es inevitable"

Redacción de La Nueva.

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En el marco de la reciente reorganización estructural en el Ministerio Público Fiscal de esta ciudad, el jefe de los fiscales bahienses Juan Pablo Fernández resaltó la necesidad de seleccionar las causas a procesar para continuar las investigaciones de "la mejor manera posible", pese a la carencia de recursos en el organismo.

Las 30.000 denuncias que en promedio ingresan en fiscalía por año, sumadas a las vacantes de funcionarios desde hace varios años, tornan "inevitable la selectividad del sistema penal en función de determinados parámetros", según opinó el fiscal general Fernández.

El entrevistado indicó que la demanda supera la capacidad de respuesta por parte de los acusadores, incluso -dijo- si el órgano a su cargo contara con mayor cantidad de recursos humanos.

Pese a que ese cúmulo de expedientes eventualmente se pudiera procesar, no se los podría elevar a juicio, de acuerdo con el análisis de la fuente consultada.

"Por eso la selectividad del sistema penal es inevitable. Necesitamos extremar esos cuidados para poder investigar y llevar a los imputados a juicio", expresó el doctor Fernández.

En este sentido se refirió a la necesidad de "establecer prioridades" para determinar qué hechos configuran un delito y cuáles no, siempre en relación con las fiscalías genéricas y no las especializadas, que tratan temáticas complejas como homicidios, abusos sexuales y robos con armas.

"En ningún país del mundo, ni siquiera en aquellos con más recursos que nosotros, se procesa ni se lleva a juicio todo lo que se denuncia, por limitaciones de los seres humanos y de la operatividad", sostuvo.

"Esta reorganización no afecta la investigación de hechos más graves que están especializados. Todas esas UFIJ tienen sus recursos completos, dentro de la escasez propia del sistema y de las deficiencias en materia de recursos humanos y materiales que la administración de justicia ha tenido históricamente", aclaró.

Tareas por duplicado

El total anual de Investigaciones Penales Preparatorias se tramita en 20 Unidades Funcionales de Instrucción y Juicio, es decir aproximadamente 1.300 causas por fiscal al año.

Ese trabajo se duplica para los fiscales que, además de sus respectivas unidades, cubren las seis fiscalías vacantes en el Departamento Judicial Bahía Blanca.

"Llevamos varios años sin nombramientos de agentes fiscales y esto obligó a modificar la organización para poder continuar trabajando eficientemente, teniendo en cuenta nuestra escasez de recursos", remarcó Fernández.

"Esto implicó que dos fiscalías genéricas cesen en la tramitación de causas y una de ellas se reconvierta en una unidad de atención primaria, para dar una salida temprana a casos que no constituyen delito, se ignoran sus autores o hay una solución alternativa al proceso penal y al juicio oral, a través de la mediación o la conciliación", acotó.

"Así se posibilita que otras UFIJ se aboquen a causas con mayor daño social, en especial aquellas en las que hubo violencia física contra las personas".

Consecuencias físicas

La insuficiencia de personal y el trabajo excesivo en el MPF local afectan la "salud física" de los operadores del sistema.

"Esto es inabordable para cualquier ser humano y más cuando se prolonga en el tiempo. Hay agotamiento psicofísico, de la capacidad de concentración en las tareas por la gran cantidad de causas", enfatizó el profesional del Derecho.

Sobre las dilaciones en la designación de fiscales, Fernández consideró que "evidentemente no hubo acuerdo político en las distintas etapas del procedimiento" para concretar los nombramientos.

Al respecto añadió que el proceso de selección de candidatos estuvo "paralizado" durante la pandemia, circunstancia que también demoró las designaciones.