Bahía Blanca | Martes, 19 de marzo

Bahía Blanca | Martes, 19 de marzo

Bahía Blanca | Martes, 19 de marzo

¿Por qué la oferta académica bahiense se proyecta más allá de las distinciones?

La reciente nominación de la Fundación Konex del investigador Marcelo Avena, a quien consideran entre las 100 personalidades más destacadas de la ciencia y la tecnología argentinas de la década, es sólo la punta del iceberg de un proceso virtuoso.

Campus del Palihue de la UNS. / Fotos: Rodrigo García y Pablo Presti-La Nueva.

“Una universidad sólo puede ser buena en la medida en que los hombres y mujeres que la integran son buenos”.

El concepto corresponde al Dr. Daniel Vega, rector de la Universidad Nacional del Sur, a propósito de las numerosas distinciones que recibieron —en estos meses— varios investigadores de nuestro medio, que tiene su punto culminante con la nominación de la Fundación Konex al Dr. Marcelo Avena como una las 100 personalidades más destacadas de la ciencia y de la tecnología argentinas de la última década.

“A nivel internacional, las instituciones universitarias de más relevancia y de mayor calidad privilegian como eje de su misión la investigación; es decir, la producción de conocimientos”, añadió.

“Tal prioridad cobra particular vigencia en la llamada sociedad del conocimiento, en la que la capacidad de generarlos en la ciencia y la tecnología es crucial para la supervivencia de un país”, sostuvo.

El Dr. Vega comentó que sólo una universidad que investiga puede, también, ofrecer a sus alumnos de grado y posgrado una docencia de calidad, crítica, actualizada y, además, transmitir los conocimientos producidos por su propia comunidad académica e incorporar aquellos desarrollados por el ámbito mundial.

Por el Konex de Platino

“¿La verdad? No me lo esperaba. Creía que alguien te debía postular, pero no tenía información ni nadie me lo había preguntado. Además, en mi disciplina hay gente de muy buen nivel que puede estar normalmente en estas consideraciones”, admitió el Dr. Marcelo Avena.

Se refiere a la nominación de la Fundación Konex, en la categoría Fisicoquímica y Química Inorgánica. Junto a Raúl Carbonio, Fabio Doctorovich, Ezequiel Leiva y Marta Litter se disputarán el Konex de Platino en la ceremonia de entrega de diplomas, a desarrollarse el venidero martes 12 de septiembre.

En caso de ser elegido, el Dr. Avena pasará a competir con los ganadores de las 20 disciplinas restantes de la última década, entre quienes saldrá el ganador del Konex de Brillante.

La distinción no es menor en nuestro país y sólo dos bahienses han logrado la máxima distinción: el científico César Milstein, en 1993, y el basquetbolista Emanuel Ginóbili, en 2010.

“A los nominados los conozco muy bien, ya que con frecuencia nos cruzamos en los congresos y en las comisiones del Conicet. Son colegas y, en algunos casos, amigos”, añadió.

“¿Si tengo expectativas? No creo que gane. Bueno, en realidad tampoco pensaba que me iban a incluir en este grupo de cinco”, sonrió.

El Dr. Avena —cordobés de General Cabrera— también hizo un poco de historia porque, aseguró, se relaciona con este presente.

“La ciencia que hacemos es reconocida, el equipo con el que trabajo también lo es, incluso internacionalmente, pero lo que hace una diferenciación es haber salido de mi zona de confort. Podría haberme quedado en Córdoba y apostado al desarrollo de otro grupo de trabajo con nuevas temáticas. Pero no. Y siempre me lo dicen; por eso lo comento”, afirmó.

El Dr. Marcelo Avena, en la redacción de La Nueva. Es docente de Química de la UNS e investigador del Conicet y del Inquisur.

El investigador había sido incluido por la plataforma research.com, en este noviembre, en el Top 1.000 de las ciencias químicas a nivel mundial, donde aparecieron sólo 24 argentinos en base al impacto de los trabajos que publican en revistas especializadas. Entre ellos, están los doctores Jorge Marcovecchio, Gerardo Perillo y Rubén Lara, pertenecientes al IADO (Instituto Argentino de Oceanografía, UNS-Conicet).

Hoy, el Dr. Avena es docente de Química de la UNS e investigador del Conicet y del Instituto de Química del Sur (Inquisur).

“Llegué a Bahía Blanca a través de un concurso. ¿Si podría haber ido a otro lado? Sí, pero para rendir por el cargo de profesor acá estaba la oportunidad. Había venido a un congreso en 2001 y me gustaron la ciudad y la universidad. Y concluí que era un lindo sitio para desarrollarme porque, además, había un dato clave: la UNS y el Conicet tenían infraestructura suficientemente importante como para trabajar”, contó.

“Si hacés ciencia y no tenés el apoyo e infraestructura de una universidad o de los institutos de investigación, porque es lo que se necesita para hacer química experimental, no podés avanzar”, agregó.

“Además, nosotros trabajamos con instrumental caro, como microscopios electrónicos y equipos de rayos X, que tienen un valor de hasta un millón de dólares. Esa infraestructura básica estaba acá; es decir, en 2002 sabía a dónde venía”, expresó.

Ese mismo año, su esposa Graciela Zanini, quien también es cordobesa —de Río Cuarto— y profesora del departamento de Química e investigadora del Conicet, se fue a perfeccionar a España. Luego, se reunieron en Bahía Blanca.

El investigador ponderó que aquella línea de trabajo continúe hasta estos días. “Siempre hemos crecido, aunque no hay que desconocer que todo se hace al ritmo del país. Los presupuestos para ciencia no son muy altos, pero se llega a un punto en que nos acostumbramos”, aseveró.

“Bahía Blanca nunca ha estado detrás de otras universidades importantes, como Buenos Aires, La Plata, Córdoba o Rosario. Todos los años, una buena parte del presupuesto se destina a nuevos equipos, algo que no siempre sucede en otras instituciones, cuyos fondos están destinados principalmente a la masa salarial”, describió.

“También siempre hay dinero para eventuales reparaciones de equipos. Es algo habitual que suceda y los nuevos elementos no bajan de los 10.000, 20.000 o 30.000 dólares”, añadió.

“¿Qué hago yo? Trabajo sobre sistemas naturales. Si tuviera que aplicar mis conocimientos tienen más que ver con la remediación ambiental, algo que no implica mucho ingreso de dinero a la UNS, salvo que el Estado quiera remediar un lago, un río o una laguna”, sostuvo el Dr. Avena.

“A un investigador básico como yo, que me agrada la ciencia básica, le gusta aprender sobre los diferentes sistemas. Es decir, esto (hace un recuadro con sus manos) trabaja así, lo hace bien y lo hace mal, pero a mí me interesan los dos porque quiero saber qué les pasa a las moléculas que están allí. Eso, quizá, un tecnólogo no lo haga, ya que sólo seguirá investigando con lo que funciona bien”, explicó.

Una pausa en el ámbito de trabajo.

“Puntualmente, trabajo con la materia inorgánica de suelos y sedimentos, como arcillas, polvos y tierra fina. Es una mezcla de arcillas y óxidos de diferentes metales, como de hierro o de aluminio, y las partículas, cuando están en contacto con el agua, las superficies reaccionan con esas moléculas. Si la interacción es fuerte, las moléculas quedan pegadas a la superficie y no se movilizan por el ambiente”, dijo.

“Si la interacción es débil, no sucede lo mismo. El agua que se mueve en los ríos y suelos y en los sedimentos se las lleva sin ningún problema, porque esas sustancias tienen mayor capacidad para moverse en el ambiente. Las reacciones que estudio ahí están pensadas para ver qué sistema se moviliza mucho y cuál poco, y siempre pensando en los contaminantes”, afirmó.

El ranking de la UNS

“Es frecuente que nuestra universidad sea ubicada en los primeros lugares de distintos tipos de rankings, lo que refleja su calidad global en el impacto científico, o en la alta tasa de empleabilidad de nuestros graduados”, amplió el Dr. Vega sobre el tema.

“Ubicarnos en lugares altos de estos rankings muestra que la calidad de la UNS es global, y no sólo de un área en particular”, dijo.

También comentó que algunas de las particularidades que se suelen destacar desde diferentes ámbitos, cuando se refieren a la UNS, son su modelo organizacional transparente y el estándar científico y académico junto a la excelencia y capacidad de liderazgo de sus graduados.

“Muestra de eso es que, sólo en el período 2022 y lo que va de este año, nuestros estudiantes universitarios y preuniversitarios, docentes y no docentes han sido reconocidos y destacados en diversos ámbitos, desde deportivos y culturales hasta científico-académicos”, sostuvo.

Dr. Daniel Vega, rector de la Universidad Nacional del Sur.

“Por citar algunos: Premio Academia Nacional de Ingeniería a los mejores promedios del país; Premio L´Oreal Unesco a una graduada; Premio Consagración Academia de Ingeniería de la Provincia de Buenos Aires; Premios BP Innova; Premios Lindau a una graduada; una nominación al Martín Fierro Federal; Premios de investigación de Google para América Latina; Premios en los Juegos Panamericanos; torneo provincial de robótica; medalla de oro a la calidad en gestión académica; incorporación de investigadores a la Academia Nacional de Ciencias; representación en el Consejo de la Magistratura por parte de los académicos; premio Konex; Premio Balseiro y 4 de nuestros investigadores en el top 1.000 mundial de sus disciplinas”, enumeró el rector.

“Desde su fundación, y a pesar de las crisis recurrentes de nuestro país, gracias al compromiso sostenido de nuestra comunidad en la UNS se ha logrado construir un camino lleno de logros y aprendizajes. Y estoy seguro de que seguiremos avanzando hacia un futuro mejor en la búsqueda irrenunciable hacia una sociedad más justa y equitativa”, aseguró.

Staffa: “Hay una trayectoria detrás”

“Esto no se produce de un día para otro. Tiene que ver con una trayectoria de la ciudad y de la región para instalar universidades y centros científicos y, alrededor de eso, ir creciendo en aportes a la ciencia y a la tecnología”, dijo el Ing. Mec. Alejandro Staffa, decano de la Facultad Regional Bahía Blanca de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN FRBB).

“Aquí trabajan la UNS, la UTN, la UPSO, el Conicet y diferentes grupos en la Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia de Buenos Aires (CIC). Está claro que a mayor desarrollo habrá más continuidad en los procesos”, amplió.

Ing. Mec. Alejandro Staffa, decano de la UTN FRBB.

Sobre la nominación del Dr. Marcelo Avena, destacó que se trata de un reconocimiento especial porque lo eligen sus pares. “Es decir, la comunidad científica reconoce a una persona del medio y, de alguna manera, se pone en valor a la ciencia y a la tecnología, algo que no es muy frecuente”, sostuvo.

“Otra mirada es respecto de los jóvenes estudiantes que, entiendo, también estimula alguna vocación científica”, añadió.

El Ing. Staffa comentó, asimismo, que las últimas distinciones a investigadores de la ciudad ponen en valor la importancia de la educación pública y de la inversión en ciencia y tecnología.

“Es muy importe la movilidad internacional de científicos, porque si uno evalúa la trayectoria de Marcelo Avena y comprueba que se graduó en la universidad e hizo su doctorado aquí, también importa que realizó un intercambio en el exterior (NdR: Países Bajos y Suiza), lo que le permite tener una visión global de este mundo cada vez más integrado”, indicó.

“Eso, en el transcurso del tiempo, implica que determinadas industrias y actividades de la ciencia tengan lugar en la ciudad. Contar con esta capacidad permite que alrededor de ellos se formen nuevos tesistas que, luego, van a trabajar a las industrias y a sumar un valor agregado”, aseguró.

También señaló que el mundo está cada vez más competitivo y que, como se desarrolla por regiones, tener esta capacidad en una ciudad representa un atractivo para grandes proyectos.
El Ing. Staffa aludió, por otro lado, a la infraestructura instalada.

“Para formular un proyecto como el del Conicet, en un momento fue necesario tener una visión política de que se iba a instalar un polo petroquímico y gente que supiera, de alguna manera, con quién trabajar, qué equipos utilizar y qué instalaciones eran necesarias. De eso se trata cuando uno alude a las capacidades científicas y tecnológicas; lo que viene después es el crecimiento”, explicó.

Respecto de la oferta académica a futuro, el decano sostuvo que la ciudad se encuentra en un punto estratégico como nodo energético y que todas las capacidades humanas son importantes a la hora de decidir inversiones trascendentes en los anunciados procesos por vivenciar.

Algunas distinciones

El Dr. Avena se suma a otros distinguidos como Gerardo Perillo, Jorge Marcovecchio y Rubén José Lara, quienes también integran integran el Top 1.000 de este año del ranking research.com para los mejores científicos del mundo.

La posición en la clasificación se basa en el índice D de un científico (índice H de disciplina), que sólo incluye artículos y valores de cita para una disciplina examinada.

Los Dres. Rubén Lara (izq.), Daniel Vega y Marcelo Avena. / Conicet 

En el caso de la especialidad del Dr. Avena, el ranking de mejores científicos es una lista confiable de líderes del área de química. Se basa en un examen minucioso de 166.880 científicos en Microsoft Academic Graph y, para la disciplina de química, se examinaron más de 35.760 perfiles.

Lo más reciente se produjo con las incorporaciones a la Academia Nacional de Ciencias (ANC) de Marcovecchio, el último 31 de marzo, con el acto y conferencia El océano global como regulador de la homeostasis del planeta, y de Perillo, con el acto y conferencia De todos los humedales las planicies de marea, que se concretó el 12 del corriente mes.

Dr. Gerardo Perillo.

Perillo es licenciado en Ciencias Geológicas, investigador superior (Conicet) en el IADO y profesor extraordinario consultor en la UNS. Sus áreas de investigación son la geomorfología y la dinámica de los ambientes costeros y continentales (estuarios, humedales, playas, ríos y lagos) y dinámica del transporte de sedimentos.

Dr. Jorge Marcovecchio.

Como licenciado en Ciencias Biológicas con Orientación Marina de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad Nacional de Mar del Plata, Marcovecchio —elegido en representación de Mar del Plata, donde mayormente reside— obtuvo el doctorado en Ciencias Biológicas en la misma institución. Luego realizó el posdoctorado de Química Ambiental en la Universidad Ehime, en Japón. Actualmente, es director del Instituto Argentino de Oceanografía (IADO), que interactúa con el Conicet y la UNS.

Dra. Noelia D’Elía. / laopinionaustral.com.ar

También en este tiempo fueron destacadas la Dra. en Ciencia y Tecnología de los Materiales, Noelia D’Elía, con el reconocimiento Beca del Premio Nacional L’Oréal-UNESCO Por las Mujeres en la Ciencia. La ceremonia se realizó en el Centro Cultural de la Ciencia, en CABA, en noviembre último.

D’Elía, quien nació en Río Gallegos (Santa Cruz), es investigadora en el Instituto de Química del Sur (Inquisur, que depende de la Universidad Nacional del Sur y el Conicet), docente del Departamento de Química de la UNS y su carrera se extendió a una mejor formación en Canadá y Suecia. La propuesta reconocida fue para la utilización de un hongo que logra la regeneración de huesos.

Ing. Quím. Ana Paula Loperena. / Conicet

Por otro lado, la ingeniera química Ana Paula Loperena —que está concluyendo el doctorado en Ciencia y Tecnología de los Materiales en la UNS, bajo la dirección de las doctoras Silvana Saidman e Ivana Lehr— fue elegida, este mes, entre 600 seleccionadas de todo el mundo para participar de la próxima Reunión de Premios Nobel que se realizará en la ciudad alemana de Lindau, del 26 de junio al 1 de julio venideros.

Es un mitin donde jóvenes científicos participan de mesas redondas, charlas y conversaciones con galardonados por la Real Academia de las Ciencias de Suecia. En esta ocasión, entre 30 y 40 galardonados por la Academia Sueca de Ciencias se encontrarán para conocer a la próxima generación de científicos.