Bahía Blanca | Martes, 23 de abril

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¿Cuáles son las producciones del campo argentino que crecieron en 2022?

La cadena láctea se incrementó un 24 %; las carnes el 17 % y los granos el 9 %. La contracara: las economías regionales cayeron un 5%. El monitor de la FADA.

Durante todo el último año, la Argentina exportó un total de 88.466 millones de dólares. En el mismo período, las cadenas agroindustriales (CAI) generaron un total de U$S 59.519 millones en concepto de exportaciones, lo que representa un 8,4 % más respecto de 2021.

De este modo se concluye (o se ratifica, en realidad) que de 7 de cada 10 dólares originados por la exportación provienen de las cadenas agro, considerando el 67 % de las exportaciones argentinas.

De acuerdo con el último informe de la Fundación Argentina para el Desarrollo de la Argentina (FADA), del total de exportaciones de las CAI se generaron:

—73,4 % en las cadenas granarias.

—11,1 % en las economías regionales.

—8,1 % en carnes.

—2,4 % en lácteos.

—5 % en otros.

Entre los grandes rubros ya mencionados, los lácteos son los que incrementaron —en mayor volumen de divisas— sus exportaciones (24 %); seguido por las carnes (17 %) y los granos (9 %).

Las economías regionales, que explican una buena proporción de las exportaciones de las CAI, cayeron en términos globales al comparar 2022 vs. 2021, en un 5 %. Esta es una de las razones por las cuales las CAI incrementaron sus exportaciones en 8,4 % mientras que el total del país creció un 13,5 %.

En materia de Derechos de Exportación, para 2022, la AFIP recaudó un total de U$S 10.945 millones en concepto de DEX, de los cuales el 97 % lo explican las cadenas agroindustriales.

Fuente y elaboración: FADA.

Si se agrupan por cadenas, los cereales y oleaginosas explicaron el 91 %, seguido por las economías regionales 1,8 %, cadenas cárnicas con un 3,6 %, lácteos 1 % y el resto un 2,6 %.

En base a los 20 complejos seleccionados, que explican el 92 % de las exportaciones agroindustriales, se puede destacar la concentración de origen durante los seis primeros meses de 2022:

—Región Pampeana: cobran relevancia los complejos de granos, carnes y lácteos, con el 97 % de las exportaciones agro-pampeanas, en conjunto.

—NEA y NOA: se encuentran principalmente economías regionales como limón, poroto (del complejo legumbres), forestal, té y yerba.

—Región Cuyo: el complejo de la uva representa el 44 % de las exportaciones que provienen de la región.

—Región Patagónica: se encuentran actividades como peras y manzanas y el complejo pesquero. Representan el 93 % de las exportaciones agropatagónicas.

Durante el año 2022, la Argentina exportó a más de 155 países y regiones, los diferentes productos de las CAI seleccionadas.

—La concentración de destinos (el acumulado en los principales cinco países de destino de cada complejo) fue —en promedio— del 63 %.

—Por encima del promedio se encuentran los complejos regionales de yerba, té, peras y manzanas, limón y arroz, a los que se le suman las carnes (avícola, bovino y ovino) y complejo lácteo, los complejos del girasol y cebada.

—Por debajo del promedio se encuentran el complejo porcino (aunque tiene una gran concentración en la categoría confidencial), complejo pesquero, legumbres, uva y forestal, maní, maíz, soja y trigo.

“En el informe también resaltamos los productos donde somos los primeros exportadores mundiales y ocupamos el primer puesto: harina y aceite de soja; aceite y jugo de limón; porotos y maní”, sostuvo David Miazzo, economista jefe de la FADA.

En el trabajo se agrega cuáles son los complejos que aumentaron más sus exportaciones en dólares. Son los casos de la cebada, con el 71 %; girasol, 42 %; trigo, 35 %; avícola, 24 %; lácteo, 24 %; yerba, 19 % y carne de vaca, 19 %.

Como una suerte de prólogo, Miazzo recordó que las exportaciones generan miles de puestos de trabajo y los dólares para pagar lo que se necesita importar, así como dólares que ayudan a estabilizar una economía donde sobran pesos.

“El saldo, o balanza comercial de un país, es el resultado entre los dólares que entran por las exportaciones y los que se van por importaciones”, añadió.

“En 2022 la Argentina registró un superávit de U$S 7.000 M, un 53 % menos que en 2021, principalmente por el incremento de las importaciones”, dijo Miazzo.

“Muchas ramas de la actividad presentan un balance deficitario, mientras que sólo tres muestran superávit: agroindustria, minería y transporte”, describió.

“Lo curioso es que, si vemos los saldos, en el caso de minería es de 1.040 millones de dólares y en el transporte de U$S 373 M. En el caso de la agroindustria se trata de un total de U$S.000 millones, gana por goleada”, agregó Nicolle Pisani Claro, también economista de la FADA.

Del resultado de lo producido por las cadenas agroindustriales, el 54 % —en promedio, de acuerdo con los datos de la FADA— abastece nuestro consumo interno y el otro 46 % se exporta.

En el Monitor Agroindustrial es posible descubrir que, de las carnes que se producen en el país, el 99 % del cerdo queda para el consumo interno y sólo el 1 % va al resto del mundo.

En el caso de la carne de pollo, el 90 % queda en el mercado interno y el 10 % se exporta.

El 71 % de la carne vacuna es para los argentinos y el 29 % se vende en el exterior.

En el caso de la carne ovina, el 63 % permanece en el mercado interno, mientras que el 37 % se exporta.

“Los productos agroindustriales salen desde cada rincón del país, ya que se trata de una actividad totalmente federal”, dijo Miazzo.

“Cada rincón de la Argentina tiene miles de trabajadores que se especializan en las producciones de esa región. Así, podemos ver que en la Patagonia lo que más se exporta son los rubros pesqueros, peras y manzanas”, aseguró.

“En la región pampeana son mayoría soja, maní, girasol, maíz, trigo, cebada, carne de vaca, lácteos y carne aviar. En cuyo prevalece la cadena vitivinícola. En el NEA lo que más se exporta es el complejo forestal, té, yerba y arroz y, por último, en el NOA se especializan en limón, porotos, y garbanzos”, detalló.

“Si descubrimos que el 46 % de lo que producimos lo exportamos, es imposible no pensar en los miles hogares que se sustentan gracias a eso y en la cantidad de mesas del mundo en las que estamos”, aseveró el economista.

“En 95 países se disfrutan nuestros vinos y mostos. Con el maíz llegamos a 84 países y con la carne de vaca estamos en la mesa de 51 países”, manifestó.

“En total, con nuestros productos llegamos a 155 países; es decir, más del 80 % de los países del mundo”, aseguró.

En el Monitor de Exportaciones de FADA es posible conocer quiénes son nuestros principales compradores:

—Brasil, con arroz, leche, legumbres, peras y manzanas y trigo.

—China, con carne aviar y de vaca y cebada.

—India, con girasol y soja.

—Los Estados Unidos, con limón, vino, té, forestal.

—Vietnam, con maíz.

—Países Bajos, con maní.

—Siria, con yerba.

—España, con recursos pesqueros.

—Costa de Marfil, con carne de cerdo.

—Alemania, con lanas.

Respecto de la concentración de destinos, que es otro indicador que mide el estudio de FADA, ahí se concluye que —en promedio— el 63 % de las exportaciones agroindustriales se vende a los primeros cinco países compradores.

“Es un dato relevante, ya que las cadenas con menor concentración de destinos tienen una menor dependencia para la colocación de sus productos en el mercado internacional”, añadió —por su parte— Pisani Claro.

El caso del trigo

—En 2022 el complejo triguero generó divisas equivalentes a U$S 4.711 M, el 8 % del total de las exportaciones agroindustriales. Se convirtió en el tercer complejo en importancia.

—En toneladas, el complejo exportó 14,8 M entre sus diferentes productos. En comparación a 2021, el complejo exportó un 13 % más en toneladas y 35 % más en dólares.

—El complejo pasó de explicar el 6 % de las exportaciones de las CAI durante todo 2021 al 8 % en 2022.

—Al igual que el complejo maicero, el principal producto exportado es el grano de trigo: 91,6 % de las exportaciones en dólares del complejo.

—Un 4,2 % lo explica la harina de trigo, mientras que las pastas y panificados tienen una participación del 2,3 % en conjunto y un 1,8 % explicado por otros productos, tales como almidones, salvados, trigo burgol. Los precios de estos productos alcanzaron U$S 308 por tonelada para el caso del trigo; U$S 466 en harina y U$S 393 en el caso de la pasta. Los dos primeros productos, comparativamente con 2021, presentaron un crecimiento en sus valores FOB por tonelada del orden del 20 % y del 41 %, respectivamente.

—El complejo aportó unos U$S 541,8 M en concepto de Derechos de Exportación. Si se consideran las tres cadenas granarias (soja, maíz, y trigo), que explican el 66 % de las exportaciones agroindustriales, medidas en dólares, llegaron también a explicar el 88 % de los DEX de las cadenas agroindustriales.

¿Qué se espera para el corriente año?

De acuerdo con los diferentes análisis de la FADA, en términos de demanda internacional las perspectivas para 2023 son negativas; en competitividad cambiaria, neutras; en oferta exportable, negativas y, en precios, negativas.

Se aguarda un año con menor nivel de exportaciones respecto del año 2022, principalmente por la sequía, y no sólo en granos, sino también en otros productos como la carne y la leche.

¿En cifras? Con estas perspectivas, para 2023 se podrían estimar exportaciones de las cadenas agroindustriales cercanas a los 47.000 millones de dólares; es decir, unos U$S 13.000 M menos respecto de 2022.

“Menos exportaciones implican menos ingreso de dólares y menor recaudación en concepto de Derechos de Exportaciones (DEX)”, explicó Pisano Claro.

“Si analizamos el aporte a la recaudación de AFIP por Derechos de Exportación, vemos que el 97 % del total que se recauda por ese concepto lo aportan las cadenas agroindustriales”, añadió.

“Las cadenas aportaron U$S 10.591 millones sobre un total de U$S 10.945 M. Los cereales y oleaginosas aportaron el 91 %, seguido por las cadenas cárnicas con un 3,6 %; las economías regionales, con un 1,8 %; los lácteos, un 1 % y el resto con un 2,6 %”, precisó.