Bahía Blanca | Jueves, 09 de mayo

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“Los locos del río Colorado” vuelven a las andadas 50 años después

Alfredo Barragán, Rubén Tablar, José Luis Godoy y Jorge Iriberri, los primeros en recorrer todo el curso de agua en 1973, regresaron al lugar donde se hicieron famosos.

Fotos: Archivo La Nueva.
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Audionota: Natalia Marinelli

No son los mismos. Ya no tienen 23 o 24 años; ni un estudio universitario a medio terminar; las entradas fueron ganando sus cabezas, las canas hace rato que ganaron la batalla, y sus ojos se fueron haciendo más sabios.

No son los mismos, no; pero sí mantienen la locura propia de aquellos tiempos, y también las ganas. Las ganas no las pierden nunca.

Ahora, esas locuras que los demás les ven pensar, soñar, proyectar y llevar a cabo son una más, otras de las tantas. Ya no los miran raro; lo hacen con admiración, respetando los kilómetros recorridos. Sus nombres tienen ese peso propio que les dieron la aventura y la experiencia de enfrentar problemas estudiados y previstos, pero también peligros inesperados.

Esta vez, otra vez, la preparación que 50 años atrás les llevó unos diez meses, se cumple rigurosa y metódicamente. A esta altura de sus vidas, para ellos es una suerte de paseo por el río: horas y kilómetros de kayaks, globos, balsas, escalada y quién sabe qué más, los han más que preparado para esto.

Frente a ellos, rodeándolos, el río Colorado tampoco es el mismo. Ya no baja impetuoso desde sus nacientes en la cordillera de los Andes, arrastrando todo a su paso como en ese enero de 1973; su caudal dista mucho de ser el de aquel entonces. Pero el respeto siempre está, desde ambas partes.

Se conocen mucho entre sí: ellos y el río. Hace medio siglo vivieron una historia que a los cuatro los catapultó a los primeros planos de cuanto medio se cruzara y los hizo noticia nacional. En su seno, en su curso y en sus orillas, el Colorado los fue cobijando y los forjó a fuego lento y correntadas fuertes, viento en contra.

Fue en esos 1.100 kilómetros, en esos 27 días de recorrido entre la cordillera y el mar Argentino, en esos días de remo y en las noches de quietud bajo las mismas estrellas que hoy los vuelven a observar, en las que Alfredo Barragán, Rubén Tablar, José Luis Godoy y Jorge Iriberri quedarían marcados en la historia como “Los locos del río”.

Aquella travesía es la que hace un par de días están reeditando los cuatro, siguiendo el mismo recorrido que años atrás, aunque en un tramo más corto, entre Río Colorado y Fortín Mercedes, pasando por La Adela: tres provincias en apenas unos pocos kilómetros. La fecha no es casual: se está cumpliendo el medio siglo de aquella hazaña. Hasta ese momento, nunca nadie había recorrido el curso de agua desde sus nacientes; debieron aparecer cuatro desconocidos estudiantes universitarios para que esto ocurriera.

“En ese momento, al enterarnos que el río nunca había sido navegado, dijimos ‘no puede ser; es uno de los ríos más importantes de Latinoamérica’. Para nosotros esa fue una razón más que suficiente para que lo hiciéramos”, cuenta hoy Barragán. Esa travesía fue la que, con el tiempo, les terminó abriendo las puertas a un mundo que incluyó ascensos al Aconcagua, al Kilimanjaro o al Mont Blanc; cruzar la cordillera en globo; bucear bajo el hielo en bases antárticas, atravesar el mar de las Antillas en kayak, sin apoyo externo y, por supuesto, la famosísima Expedición Atlantis.

 

Fueron más de 1.100 kilómetros los que recorrieron en unos 27 días de travesía. La mayoría los remaron viento en contra.

 

 

Pero antes de esas 30 experiencias extremas, el río Colorado se presentaba como una incógnita ante ellos. Casi un año debió pasar para que pudieran recolectar información, porque no había ninguna.

“Nada. Ni en la Armada, ni en Prefectura ni en el servicio de Educación Naval. Al final, navegamos con una carta aeronáutica, porque no había cartas náuticas del río, y con el apoyo de la Armada, que nos dio en préstamo dos botes inflables a remo”, cuenta. A esto se sumó la Fuerza Aérea, que les facilitó un  equipo de radio para comunicarse.

Así fue como el 16 de enero de 1973, en cercanías de Butacó, en la confluencia de los ríos Grande y Barrancas, se largaron hacia la corriente, con Fortín Mercedes como objetivo, con 1.100 kilómetros desconocidos por delante.

Una captura del documental que se exhibirá hoy en Pedro Luro.

“Era cuestión de subirse a los botes y encarar cada curva para ver qué había del otro lado y superarlo como fuese. Fueron 27 días de descubrimiento: era escuchar por las noches un ruido fuerte y un murmullo aguas abajo, que indicaba que el río no era tranquilo, sino que había pequeños saltos o correderas”, recuerda.

Al principio encontraban gente en su camino, que los miraban atónitos: cuatro personas en dos botes de goma negros, sin motor y solo con remos, bajando por el curso de agua absolutamente embravecido; no entendían qué pasaba.

“Al principio había una suerte de incredulidad, sobre todo cuando encontrábamos algún puestero o alguien que vivía la vera del río; pero era muy de vez en cuando, cada cuatro o cinco días. Con el tiempo, y a medida que fue circulando la noticia, nos dimos cuenta de que muchos ya estaban enterados”, cuenta.

Así fue como nacieron “los locos del río”.

“Los medios de Bahía Blanca le habían dado difusión: a mitad de recorrido nos mostraron un artículo de “La Nueva Provincia” en el que hablaban de lo que estábamos haciendo. Entonces, al asombro de la gente se sumaba el nuestro, por la relevancia que estaba tomando todo eso”, recuerda.

La llegada a Fortín Mercedes, señala, fue “un sueño” para ellos.

“Éramos unos chicos y había una multitud, con autoridades locales, provinciales y la Banda de Música de la Armada esperándonos. No lo podíamos creer, porque lo que para nosotros era importante, era mucho más importante para los lugareños que dependen del río Colorado”, destaca.

 

Hoy, la llegada se producirá en horas de la mañana. Luego de un almuerzo, se emitirá un documental sobre la travesía.

 

De allí la relevancia que esta nueva travesía, mucho más corta, vienen haciendo desde hace un par de días. El punto de partida fue Río Colorado y, otra vez, será el mangrullo del fortín el que indique que su viaje está terminado.

“La idea es estar tres días en el río, con sus dos noches, reencontrándonos con los recuerdos. Somos cuatro viejos con 74 y 75 años de edad que, felizmente, estamos todos juntos. Para nosotros, el río Colorado nos abrió las puertas del mundo de la exploración. Entonces, vamos a reencontrarnos con él para decirle 'gracias' por enfocarnos en esta dirección que ha colmado nuestras vidas de tantas satisfacciones”, asegura.

Esta no será la primera reedición de aquella primera travesía: ya volvieron a hacerla cuando se cumplieron 30 y también 40 años, recorriendo siempre una parte del río.

“Entonces, para los 50 años teníamos en claro de que algo teníamos que hacer. Por eso nos reunimos con las autoridades de Villarino y decidimos armar algo acorde”, aclara Barragán.

 

La llegada fue retratada en "La Nueva Provincia"


El domingo 11 de febrero de 1973, hace hoy medio siglo, “La Nueva Provincia” hizo una cobertura especial de la llegada de los denominados “locos del río” Colorado a Fortín Mercedes.

En la edición siguiente, la crónica señalaba que “luego de veintisiete días de travesía en aguas del río Colorado, arribaron ayer a las 11.20 a Fortín Mercedes cuatro estudiantes universitarios que el 15 de enero último habían iniciado un raid en las nacientes del mencionado río”.

En el texto, que se puede encontrar en el archivo de este medio, se señalaba que la llegada se dio “en medio de los aplausos de gran cantidad de público que esperaba su arribo”, donde recibieron coronas de laurel de parte sus familiares.

Posterior a la comida, fueron agasajados por funcionarios y entidades del distrito: “Luego del almuerzo, Alfredo Barragán, Jorge Manuel Iriberri, José Luis Godoy y Rubén Oscar Tablar, los protagonistas del raid, fueron premiados por varias instituciones de la zona”, señalaba el texto.

Los expedicionarios sostuvieron -en ese momento- que el viaje había sido "altamente positivo" porque se habían llevado “algunos estudios -dentro de sus limitaciones- del aspecto turístico, social y económico de la zona”.

También habían planteado el "poco aprovechamiento de las aguas del río, a causa de la falta de regularización del cauce".

"La travesía fue muy dura, pues aproximadamente durante 23 días tuvimos viento en contra, por lo que debimos remar durante más tiempo para no atrasarnos. Un día se desenganchó uno de los botes, a causa del viento, y recorrimos un kilómetro río arriba hasta lograr alcanzarlo, comprobando que estaba averiado", habían señalado.

 

Un merecido homenaje

El recorrido comenzó en Río Colorado, en la provincia de Río Negro, y se extenderá hasta Fortín Mercedes, en cercanías a Pedro Luro. Fueron poco más de 150 kilómetros para unir ambas localidades en tan solo un par de días.

La llegada se dará en la mañana de hoy, sobre las 11.30, día en que justamente se cumplirán 50 años de su arribo al lugar, como finalización de su viaje.

Por supuesto, en ese lugar también los esperarán una multitud entre familiares, funcionarios, vecinos y admiradores, donde participarán de un nuevo homenaje con acto protocolar, palabras alusivas y un almuerzo multitudinario.

Hoy, el acto central será a las 11.30, con un almuerzo posterior en Fortín Mercedes. Por la tarde, en el predio del ferrocarril lurense se proyectará el film documental "La expedición del río Colorado", y después los homenajeados hablarán con los presentes y charlarán con ellos.