La tecnología: un avance en el aporte a la medicina
El crecimiento de la medicina preventiva fue exponencial y esencial en el aumento de la expectativa de vida.
Hace poco tiempo, menos de 2 siglos, la preocupación de la sociedad eran las guerras, las pestes y las hambrunas, generalmente entreligadas. La expectativa de vida era la mitad que hoy día, porque la muerte se adelantaba por alguna de estas causas.
Hoy la medicina ha logrado, con el apoyo de otras ciencias, controlar las pestes, tanto que en 1979 se declaró como desaparecida la viruela, una de las pestes más temidas. Asimismo, las hambrunas ya no son una preocupación global, salvo en lugares muy aislados del continente africano en particular. Ya es más preocupante para la medicina la obesidad que el hambre.
Las guerras han cambiado su génesis, y hoy, si bien hay guerras localizadas y ha aparecido el terrorismo como una nueva forma de guerra global, las consecuencias sobre la vida humana son menores.
Argentina tuvo más muertes por pestes en la Guerra con Paraguay que en el frente de batalla, incluso una epidemia de fiebre amarilla llegada del frente acabó con el 15% de la población de Buenos Aires.
El crecimiento de la medicina preventiva ha sido exponencial y esencial en el aumento de la expectativa de vida. La evolución en la formación de médicos, con las especializaciones, permiten conocer más en detalle los distintos componentes del cuerpo humano.
Las vacunas son una barrera contra las pestes. De todos modos, la globalización hace que hoy día se mantengan esquemas internacionales de alertas, especialmente luego de la reciente pandemia de COVID, que, si bien para nosotros arrancó en la lejana Asia, en muy poco tiempo estuvo aquí y causó muchas muertes.
En esta última pandemia es donde se pudo ver la sinergia positiva entre medicina, ciencia, y tecnología, con rapidísimas respuestas en la implementación de paliativos como los test de detección y luego las vacunas.
Evidentemente sin eso, los efectos de la pandemia hubiesen sido mucho peores.
La tecnología ha avanzado sensiblemente en el aporte a la medicina desde el desarrollo de equipos para el estudio por imágenes del cuerpo humano, convirtiéndose en una herramienta fundamental en la detección temprana de enfermedades graves, que permite diagnósticos oportunos, rápidos y precisos.
Y la historia sigue, podemos hablar ya de telemedicina, cirugía remota y otras herramientas que se están viviendo como habituales. La muerte pasa ya a ser un problema técnico.
También se escuchan gurúes que predicen la inmortalidad con la aparición de la inteligencia artificial y su aplicación para la prolongación de la vida. Esto pareciera un problema de no tan fácil solución.
La genética humana es compleja y tiene ciclos precisos y certeros, que para modificarlos se requerirá de muchos estudios que hoy faltan.