Villa Nocito: condenan a una mujer por vender drogas frente a una escuela
El Tribunal en lo Criminal Nº 1 sentenció a cinco años de prisión a Mónica Alicia Samuel por la comercialización de estupefacientes. Los investigadores determinaron que familiares y allegados a la mujer hacían las veces de “soldaditos” en la zona.
La Justicia comprobó que una mujer vendía drogas en Villa Nocito, frente a una escuela y con la “custodia” de familiares y allegados, quienes vigilaban el sector y alertaban sobre la presencia de desconocidos.
Esto lo determinó el juez Hugo Adrián De Rosa, del Tribunal en lo Criminal Nº 1, quien condenó a 5 años de prisión a Mónica Alicia Samuel (52) como autora del delito de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización.
Durante los alegatos, el fiscal Mauricio Del Cero, a cargo de la UFIJ Nº 19, había reclamando la sanción de 6 años de cárcel, mientras que el abogado Sebastián Martínez consideró que su defendida debía ser absuelta.
El magistrado dio por probado que el pasado 14 de marzo, en circunstancias en las que personal policial allanó una vivienda y un comercio situados en Pacífico al 1.500, incautaron 16,42 gramos de cocaína y 0,72 de marihuana.
La droga fue hallada en diferentes sectores del inmueble y en el negocio.
El origen
La investigación por la venta de sustancias en la zona comenzó en 2021, cuando se recibió una denuncia dando cuenta que “una mujer vendía marihuana”.
Efectivos policiales que declararon mencionaron que en ese momento se practicó un registro de la propiedad y que Samuel se hizo presente al momento de la detención de un sujeto que era su expareja y estaba sospechado de utilizar menores para comercializar estupefacientes.
En los años siguientes se recibieron nuevas presentaciones de denunciantes anónimos, por lo que efectivos de la delegación local de Drogas Ilícitas y de Gendarmería Nacional llevaron adelante tareas investigativas de manera encubierta.
Varios de los uniformados señalaron que durante el desarrollo de la labor encomendada advirtieron la presencia de personas que llegaban al lugar y luego de unos pocos minutos se retiraban.
Uno de ellos también describió que una de las denuncias recibidas indicaba que aparentemente la droga llegaba desde Mar del Plata y era enviada en encomiendas a través de un correo privado.
Vigilancia
Una policía indicó que en diciembre del año pasado regresó a investigar y observó movimientos similares a los anteriores.
También dijo que “cuando iban a hacer su labor había gente que los miraban fijos y se acercaban de manera desafiante, al punto que en una oportunidad se acercó un sujeto en una moto y les preguntan qué hacían ahí”.
Un efectivo declaró que frente a la casa de Samuel hay una escuela (la Nº 36) y una plaza, situación que se impone como agravante de la conducta por la presencia masiva de chicos en la zona.
Explicó que se sentaban en un banco para observar y que en una oportunidad “se acercaron dos femeninas y los miraban”.
El juez refirió en el fallo que los policías “fueron claros en afirmar la presencia de varias personas ajenas al domicilio de la imputada, que concurrían en distintos horarios y en diversos vehículos, su corto lapso de tiempo que duraba la visita sin poder ver si llevaban algo en sus manos, lo que descarta cualquier elemento adquirido en la despensa o almacén propiedad de Samuel”.
Señaló que ese tipo de situación “es característico” de la venta de drogas.
También destacó que “los familiares de Samuel se encontraban en una suerte de custodia y en alerta respecto del lugar”.
Por todo ello, consideró probada la responsabilidad de la imputada y le impuso la pena de prisión efectiva.
Frente a los policías
Descripción. Un policía afirmó haber observado “movimiento permanente de gente” en el lugar investigado.
Situación. Dijo que en una oportunidad llegó un sujeto que se movilizaba en bicicleta, quien accedió al inmueble y al salir se dirigió directamente a una banco de la plaza, donde hizo movimientos con la cabeza que lo hicieron presumir que “ingirió estupefacientes”, para luego “pasarse la mano por la nariz”.
Análisis. “Expresó que ese movimiento le resulto llamativo, más si se realiza luego de salir de esa casa”, se indicó en el fallo. También se describe que la situación quedó documentada mediante fotografías.
Coartada. La imputada declaró y manifestó ser inocente. Dijo que en el lugar residen varios familiares en propiedades diferentes y que la suya no está conectada con el resto. De todas maneras, el juez De Rosa consideró el testimonio de la procesada como "un simple intento de mejorar su situación legal".