Como Banco, Martina Agudiak también se ganó su lugar en la elite: “Me encanta esta nueva vida”
La bahiense surgida en El Nacional fue una pieza clave en el objetivo cumplido en su nuevo club, que mantuvo la plaza en el Torneo Metropolitano A a falta de dos fechas.
(Nota ampliada de la publicada en la edición impresa)
Desde hace casi dos años, Martina Agudiak divide sus días entre el trabajo, el estudio y el hockey, bien lejos de su casa en Bahía Blanca.
Con el deporte como excusa, la jugadora surgida en El Nacional cambió de aire y decidió medir su talento en una de las competencias más prestigiosas del mundo: el Torneo Metropolitano A.
Su escala en el hockey capitalino la hizo en Banco Provincia, donde encontró su nuevo hogar y el último fin de semana se dio el gusto de celebrar tras conseguir el objetivo de quedarse un año más en la elite.
Este logro obtenido sirve como excusa para repasar y conocer un poco de su nueva vida: cómo es jugar en el Metro, su crecimiento personal y deportivo, su amistad y el vínculo formado con un símbolo del deporte nacional como Delfina Merino, su baja de Las Leoncitas y más…
“Me encanta esta nueva vida, fue un gran cambio. Es un ritmo mucho más acelerado al de Bahía, no es nada que ver. Me vino bien para independizarme, fue un gran salto que me hizo crecer mucho como persona y como deportista”, reconoció Marti, de 20 años, quien además de defender la camiseta de Banco también estudia Derecho en la UBA y trabaja en una Fiscalía.
Un día a día a fondo que la obliga a organizarse al máximo.
“La verdad que caí en el mejor club que podría haber caído. Yo venía de El Nacional que es recontra familiero y Banco Provincia es igual o más. Sinceramente no me costó el cambio, porque no me lo hicieron sentir. El cuerpo técnico, las chicas y la familia de Banco son increíbles. Me hicieron sentir como en casa desde el día uno. En una sesión con el psicólogo del club aproveché la oportunidad para decirles que eran mi familia acá y se los agradecí. Desde el primer día me sentí cómoda y en familia, eso me hizo todo mucho más fácil”, contó Agudiak, hermana de Lourdes y Baltazar, ambos jugadores de El Nacional.
Como Martina, en Banco también juega la bahiense Lucila Martínez Arana y la montehermoseña María Emilia Larsen. Mientras que Morena Obiol (ex Argentino) se encuentra en Quinta y forma parte del plantel superior.
“Nos cargan con que Bahía va a copar Banco”, bromeó Marti.
Además de las bondades encontradas en todo lo que rodea a su nuevo club, desde su llegada Marti también logró un gran vínculo con Delfi Merino, emblema de Las Leonas y una de las mejores jugadoras del mundo tiempo atrás, y –sobre todo- una institución dentro de Banco.
“Es algo increíble. Justo el otro día lo hablé con ella, que yo ya normalizo mucho esto pero a veces la miro y pienso que durante años la miraba por la tele y ahora es mi amiga. Ya lo veo como algo normal pero también recuerdo esos momentos de chica que la veía jugando en Las Leonas y es una locura”, admitió.
“Aprendo muchísimo de ella, desde su experiencia –agregó-. Y no solo en el juego sino en el hablarle a los árbitros, en comunicar cosas adentro de la cancha, en tomarse la pausa perfecta durante un partido, en sus palabras dentro y fuera de la cancha, todo…
-¿Te costó romper esa barrera de la idolatría?
-No, es que enseguida la vi como una más. También me tocó vivir un momento de transición y de cambios para ella, porque justo quedó desafectada de Las Leonas y fue un momento muy distinto para ella porque nunca había podido estar tan presente en el club porque el ritmo del Seleccionado no se lo permitía. Entonces justo la agarré en un momento que estaba 24/7 con nosotras y de hecho fuimos su sostén, ella nos los sigue diciendo.
-Imagino que lo que ella transmite también fue importante para vos poder lograr ese sentido de pertenencia por el club en tan poquito tiempo…
-Sí, es increíble lo que da por el club, siente la camiseta como ninguna otra. Este tiempo lo pudo transmitir mucho más.
-¿Desde el juego qué le admirás o te sorprende en la cancha o en los entrenamientos?
-Me acuerdo que la primera corrección que me hizo ella fue sobre la pegada de revés, que es como su fuerte. No perdió la magia, sigue intacta. La ves jugar y es increíble, las enreda a todas, no perdió nada de su juego. Y entre las dos conectamos bien en la cancha, siempre me lo dice.
-Me imagino que para vos, que te definís como muy autoexigente, tener a alguien tan grosa cerca y que te corrija o te marque el camino debe ser buenísimo y algo que también las hizo conectar…
-Sí, tal cual. Y ella también me habla millones de veces por mi autoexigencia y me baja a tierra, me hace de psicóloga, me bajó mil cambios.
Objetivo cumplido y algo de su futuro
Luego de la doble fecha disputada el pasado fin de semana largo y falta de dos partidos para que finalice la etapa de Reubicación, Banco logró mantener su lugar de privilegio por un año más en el Metropolitano A.
Algo que también ya se aseguró Vélez y por lo que todavía pugna –entre otros– San Lorenzo (cuarto), que también cuenta con mucha presencia de jugadoras surgidas en nuestro medio.
“Desde que no quedamos en el Top 10 (NdR: zona de la que surgirá el campeón) obviamente que el objetivo era mantener la categoría y haberlo asegurado faltando dos fechas te da un respiro. Ahora nos propusimos quedar primeras en este grupo, más allá de haber mantenido la categoría”, contó Martina.
-¿Qué significa este logro para el club?
-Hace 10 años que Banco Damas está en la A y creo que mantenerlo otro año es súper importante. Más que nada para el cambio de mentalidad que se está haciendo con la Primera, creo que nunca se habían propuesto llegar a jugar cosas importantes y desde que agarró Ezequiel (Diamente, el DT) se empezó a ver desde otro lado, al menos es lo que yo viví desde que llegué que siempre lo tuve a él. Pero por lo que me comentan las chicas hubo un gran cambio a como era antes.
Se está hablando mucho con soñar con los playoffs, de hecho uno de los objetivos de este año era entrar al Top 10 pero no se pudo. Pero se está empezando a hablar y a soñar con eso. Mantener la categoría va de la mano con soñar a futuro con esto.
-¿Este logro lo ves también como parte del proceso para llegar en un corto plazo a ese Top 10?
-No tengo dudas de que si seguimos por este camino, vamos a llegar. Porque lo que se está haciendo desde el año pasado es un laburazo, de hormiga, invisible, pero la verdad que estamos con todo. Tenemos todo: psicólogo, nutricionista, kinesiólogo, couch… vamos a entrenar a la mañana, a la tarde, a la noche, doble turno, más allá de que todas tenemos nuestras cosas ninguna se queja o pone excusa. Eso tarde o temprano se va a ver reflejado.
-¿En lo personal qué crees que te aportó este tiempo en el Metro?
-De todo, siento que me volví una jugadora mucho más inteligente. Obvio que mejoré un montón técnimante también. Tenemos de entrenador a Ezequiel Diamante y es un recontra gran entrenador. Pero además de incorporar cosas técnicas, creo que crecí mucho tácticamente. Yo era una jugadora de atacar mucho, pero desde que llegué mejoré mucho defensivamente, que llegué siendo un desastre y estoy mucho mejor jaja. Acá jugás todos los fines de semana con jugadoras de Selección, en todos los equipos hay alguna. Ya el juego cambia. El Metro nos dio más ritmo, potencia y nos hizo crecer un montón.
Su gran nivel, le permitió formar parte desde muy pequeña de los Seleccionados de la ABH: desde Sub 14 hasta el Mayor, logrando –entre otras cosas- ser subcampeona nacional en Sub 16 y una medalla de bronce y un cuarto puesto en el equipo superior.
"La verdad que los torneos con Bahía son increíbles, no sólo por todo lo que significa representar a Bahía, sino porque vuelvo un rato con mis amigas de siempre y me vuelvo a sentir por un tiempito en casa. Desde el Sub 14 que vengo representando a Bahía y siempre que me pongo esa camiseta me trae muchos recuerdos", reconoció.
"Siempre fui una jugadora con carácter fuerte y de ir para adelante -agregó-, pero cuando me pongo la de Bahía es distinto. Creo que ningún seleccionado lo puede vivir tan así como nosotras", analizó.
Además, gracias a su talento también llegó a ser parte del proceso de de Las Leoncitas que a fin de año disputará el Mundial, pero del que decidió bajarse por decisión personal.
-¿Qué objetivos personales te pones a futuro?
-Mis objetivos ahora son el club y nada más. Me siento importante en el equipo, las chicas me lo hacen sentir y busco poder darle lo que ellas y el cuerpo técnico necesitan de mí. En lo deportivo busco seguir mejorando día a día y obviamente que sueño con un playoffs al lado de mis amigas. Es el sueño y el objetivo más grande que tengo.
-¿Y el volver a estar en un proceso de Selección lo tenes presente o preferís seguir en lo tuyo y si se da, se da?
-La verdad que ahora no es algo que me proponga, en el momento que yo dejé Las Leoncitas sabía que si en algún momento tenía que ser se iba a dar. Pero por el momento la verdad que no, más allá de que siempre una sueña con vestir la camiseta de Argentina. De hecho me pasa cuando veo a las chicas y me agarra un poco de nostalgia, o de pensar qué podría haber pasado pero por ahora así estoy bien. También sé que si en algún momento llega otra oportunidad y me agarra en otra etapa de mi vida, obvio que me gustaría volver.
Mientras tanto, Martina disfruta de haber encontrado un nuevo hogar lejos de casa y de haberse ganado, al igual que su nuevo club, un lugar en el torneo más importante del país.